La patronal CEOE y los sindicatos mayoritarios UGT y CC OO han pactado un preacuerdo para incrementar los salarios un 10 puntos entre 2023 y 2025. En concreto, las nóminas subirían un 4% este año, otro 3% en 2024 y un 3% para 2025. En el acumulado, las subidas son del 10,3%
Con esta premisa, cualquier trabajador podría pensar que va a recuperar parte de la pérdida de poder adquisitivo, mientras se instaura una cierta «paz social» al menos hasta dentro de tres años. No obstante, no tendría por qué ocurrir ni una cosa ni la otra. Y es que, este acuerdo no es ni mucho menos de obligado cumplimiento y tiene que ver más con un lavado de imagen de unos sindicatos desaparecidos completamente ante los altos precios de la luz y una inflación que se come los ahorros de forma rápida.
Antes de este pacto, los sindicatos han señalado a los empresarios como los culpables de todo, sin señalar en ningún caso al Gobierno, más cuando el PSOE tiene entre sus estatutos afiliarse a UGT. Al contrario que en la crisis de 2008, los sindicatos no han tomado las calles, ni tampoco se han manifestado para exigir medidas de calado para controlar la inflación. Todo era culpa de los supermercados, eléctricas y demás sectores que incrementan los precios para engordar sus propias cuentas. Una vez desalojado el PSOE del Gobierno, UGT y CC OO salieron a las calles contra el PP y este acuerdo puede ser la mecha para volver a cargar contra a quien ostenta ahora la oposición.
Desde el Ejecutivo se ha señalado directamente a los empresarios, algunos con nombres y apellidos, para arengar a los suyos; otros dirigentes se ponían de perfil y animaban a los ciudadanos a buscar otras alternativas para llenar, en la medida de lo posible, la cesta de la compra. En definitiva, entre el ataque y ponerse de perfil. En caso alguno se ha hecho autocrítica, más con la polémica medida de destopar los precios máximos de la electricidad en julio de 2021 -situado en los 183 euros por MW-, una polémica decisión que permitió alcanzar los 700 euros por MWh durante el pasado año.
UGT EVITA SUBIR LOS SALARIOS MÁS DE UN 3% EN 2023
A pesar de la pérdida de poder adquisitivo, no sólo en 2022 sino también en 2021, con una inflación acumulada superior al 12% en estos dos años, los sindicatos UGT y CC OO mantuvieron una actitud condescendiente con el Gobierno y todo apunta a que un cambio en el Ejecutivo sería el detonante para la movilización en las calles.
Y es que, este acuerdo es tan sólo una directriz, que ni obliga ni exige su cumplimiento a ninguna empresa. No se trata, como se ha llegado a vender, de un acuerdo que supera los convenios colectivos o una cláusula para incluirla en la nueva negociación para las empresas. Lejos de ello, las subidas salariales no sólo son sectoriales, sino que se establecen en la negociación entre empresas, individualmente, y empleados. En ningún caso se puede imponer desde el Ejecutivo, cuyo único margen de maniobra es poder incrementar el salario mínimo.
UGT evitó subir los salarios en más de un 2,5% en 2023 porque no tienen beneficios y negocia su propio convenio colectivo.
Por tanto, pese a que el nuevo convenio para la negociación colectiva fuera ratificado por todos los grupos políticos, las empresas tienen la última palabra. Y es que, esta subida del 4% en 2023, del 3% en 2024 y del 3% en 2025 no es más que una petición entre sindicatos y empresarios al resto de firmas y trabajadores, representados por UGT y CC OO. Como ejemplo de ello, UGT ha pactado subidas de salarios inferiores a las pactadas con la CEOE, con incrementos del 2,5% para 2023 y de tan sólo el 2,8% en 2022.
Es decir, UGT exige a las empresas que paguen un incremento del 60% respecto a la subida pactada con la CEOE para este 2023. La excusa de UGT para no incrementar más los salarios es que «no tienen beneficios» y que negocia su propio convenio colectivo.
LA PATRONAL Y SINDICATOS PASAN DE PUNTILLAS EN LAS SUBIDAS DE 2021 Y 2022
El ejemplo esclarece así en qué consiste y las implicaciones de este nuevo acuerdo por la negociación colectiva. Incluso si la redacción del acuerdo estableciera su obligado cumplimiento, las propias empresas podrían considerarlo como un papel mojado. Y es que, el nuevo convenio carece de toda vinculación, más cuando UGT se encuentra aún inmersa en su propia negociación y por tanto tampoco cumplirá con las exigencias asumidas con la CEOE.
Cabe señalar que el anterior acuerdo establecía subidas del 2% entre 2018 y 2020, mientras que el de ahora se establecen subidas entre 2023 y 2025. En ningún caso se están revisando los salarios entre 2021 y 2022, cuando la inflación ha golpeado con fuerza a la economía y dejado los ahorros en niveles mínimos en España. De hecho, en 2021 la subida de precios alcanzó el 6,5%, mientras que en 2022 se ha incrementado en otro 5,7%.
El nuevo convenio no habla de retroactividad ni se espera que los salarios suban para revertir la pérdida de poder adquisitivo. De hecho, el documento es una cortina de humo perfecta para tapar la inmovilización de los sindicatos durante estos dos últimos años.
UGT Y CC OO PACTAN LA PÉRDIDA DE PODER ADQUISITIVO
Para 2021 y 2022 no hubo acuerdo alguno, pese a que se discutían numerosos convenios colectivos, que a su vez solo vinculan a poco más de la mitad de los trabajadores en España, el 52%; mientras afectaría al 62% de los asalariados. Además, el acuerdo llega muy tarde, más cuando la mayoría de convenios colectivos están sellados con la firma de los propios sindicatos con subidas de un máximo del 3% para este 2023, es decir, un 25% inferior a la pactada ahora con la CEOE.
Cabe señalar que esta negociación se ha estancado desde mayo del pasado año. La CEOE se negó a firmar las cláusulas de revisión salarial vinculadas a la inflación, la misma que rechaza firmar UGT con sus trabajadores. Asimismo, dicho acuerdo tiene una cláusula de revisión en caso de que la inflación supere las estimaciones. En este sentido, las nóminas percibirán un 1% adicional a la acordada. Pero se insiste en que estos pactos deben abordarse en el convenio colectivo, y no fuera de sus márgenes.
Para hacerse una idea sobre el acuerdo, el pasado año, CC OO y UGT anunciaron un pacto con la patronal para incrementar los salarios un 5%. Finalmente, la cifra se descartó por completo.
EL PODER RESIDE EN EL CONVENIO COLECTIVO, NO EN UGT
En este 2023 aún deben renovarse más de 1.300 convenios, incluyendo sectoriales y territoriales. Este pacto sellado no tendrá incidencia en los ya firmados, pero tampoco podría contemplarse en los próximos ya que tan sólo son directrices. Por tanto, el trabajador no debería esperar incrementos salariales de hasta 10 puntos en tres años.
