El puré de patas es una guarnición muy popular que se utiliza en una amplia variedad de recetas y en cualquier, desde reuniones familiares hasta celebraciones especiales, o en el día a día. Es una apuesta segura, porque está delicioso y le gusta a todo el mundo. Aunque parece ser una preparación sencilla, conseguir una textura suave y cremosa con un buen sabor requiere de una técnica adecuada y algunos trucos especiales.
Si tienes dificultades para conseguir la consistencia perfecta en tu puré de patata, no te preocupes. En este artículo, te proporcionaremos las 10 reglas esenciales para perfeccionar tu técnica.
1ELEGIR LA VARIEDAD DE PATATA MÁS ADECUADA
Para los cocineros y chefs, la patata ideal para hacer un buen puré es la Yukon Gold. Esta variedad de patata es cultivada en América del Norte y del Sur y se caracteriza por su textura rica y cremosa. Si bien puede ser difícil de encontrar en España, en su lugar se pueden utilizar patatas de ciclo de cultivo tardío que generalmente se cosechan entre octubre y enero y se reconocen por su piel un poco más rugosa que otras variedades.
Las patatas de ciclo de cultivo tardío son jugosas y, si se almacenan durante un período prolongado, pueden empezar a germinar. Además de ser excelentes para hacer puré, estas patatas son ideales para asados y guisos debido a su textura ligeramente harinosa.