Cuétara compra Galletas Camprodón, dueños del surtido del Pirineo catalán

La matriz de Cuétara, Artiach y caldos Aneto compran Galletas Camprodón, dueña de las marcas más simbólicas del Pirineo catalán como Birba y Nuria. La centenaria empresa catalana no sólo es un competidor directo del famoso surtido Cuétara, sino que su cuota de mercado es amplia no sólo en los lineales del Pirineo de Girona, sino también en las grandes superficies de Barcelona.

Adam Foods se refuerza así con todo un emblema catalán, cuyas galletas son de alta calidad, sino que su fábrica se asienta en uno de los municipios gerundense que conecta a miles de turistas, uno de sus principales clientes.

Las galletas de Camprodón se fabrican con ingredientes naturales, pero también son muy competitivas en precio. El surtido de Birba tiene un precio inferior al de Cuétara y, además, su presencia en Cataluña no tiene comparación posible en las grandes y pequeños mercados. Birba copa la mayoría de los lineales en Girona y está presente en numerosos supermercados de toda la Comunidad Autónoma. De hecho, su caja metálica se reedita cada cierto tiempo y ha captado la atención de coleccionistas de este tipo de material.

LAS GALLETAS BIRBA SE DISTRIBUYEN A TODA ESPAÑA

En Camprodón, uno de los municipios con mayor renta per cápita de toda España y utilizado por la zona noble de Barcelona como segunda residencia, trabajan 60 personas en la fábrica, desde donde se distribuyen este preciado manjar a toda España, especialmente en las tiendas gourmet.

Adam Foods ha asegurado que ambas marcas fabricadas por Galletas Camprodón son «muy valoradas» y esperan «continuar y mejorar la tradición de excelencia en la elaboración de galletas que recogemos con esta adquisición». La compradora ha afirmado que mantendrá el empleo en Birba, una condición exigida por el gerente y accionista de Galletas Camprodón, Victor Marsal.

la operación es una oportunidad incuestionable al unirse a un grupo familiar de larga tradición galletera y marquista

Para el directivo catalán, la operación es una «oportunidad incuestionable» al unirse a un grupo familiar de larga tradición galletera y marquista, comprometido con la actividad industrial a largo plazo.

CUÉTARA SE COMPROMETE CON EL EMPLEO

«Para nosotros ha sido un factor central en la decisión de venta a Adam Foods su compromiso con la continuidad de los trabajadores y de la forma de elaborar unas recetas históricas que ha llevado a las galletas Birba a ser una de las más reputadas en el mercado tras más de 130 años de compromiso con la calidad», ha señalado.

De esta forma, la empresa tras la adquisición continuará operando como una sociedad independiente dentro del grupo. La operación ha contado con el asesoramiento de las firmas KPMG y RocaJunyent.

Fábrica de Birba en la Colonial Estebanell, junto a Camprodón (Girona)
Fábrica de Birba en la Colonial Estebanell, junto a Camprodón (Girona)

Adam Foods cuenta con nueve plantas de producción, de las cuales siete están ubicadas en España (Euskadi, Cantabria, Madrid y Cataluña) y dos en Portugal. Sus productos tienen presencia internacional en más de 75 países y factura 350 millones de euros. De esta forma, se une al grupo que controla Cuétara más de 160 variedades de galletas.

VICTOR MARSAL ENTRÓ EN GALLETAS CAMPRODÓN EN 2014

Victor Marsal entró en Galletas Camprodón en una ampliación de capital realizada en 2014 junto a otros inversores y familias catalanas. Hasta ese momento, el grupo pertenecía a la familia Nadal. La operación tenía como objetivo poner en marcha un plan de crecimiento, con nuevos productos y un mayor volumen de ventas fuera de Cataluña. La familia Nadal acudió a la misma operación para evitar la dilución de su participación, que se situó en el 7%.

En aquel año, Marsal y el resto de inversores situaron a Oriol Alemany como responsable de Administración y Finanzas de Birba. No obstante, dejó el cargo en enero del pasado año. El propio Marsal ha asumido la dirección general, lo que implica que los Nadal ceden la gestión, aunque algún miembro de la familia seguirá trabajando en la firma.

Asimismo, la sociedad de Marsal, Discal 2005, pasó a ser el administrador único de Galletas Camprodón. En estos últimos nueve años, la firma gerundense ha incrementado la plantilla de los 44 a los 60 empleados, un 36% más, a los que hay que sumar el equipo comercial distribuido ahora por Barcelona y parte de España.