Laporta incendia a los socios del Barça con una dolorosa subida de precios

Joan Laporta carga en los socios del FC Barcelona parte de la losa de 1.450 millones de deuda para financiar el Espai Barça. El presidente de la entidad blaugrana no sólo comienza a sacar la tijera para recortar gastos, con la desaparición de Barça TV a partir del 30 de junio en primer lugar así como recortes salariales por los cuales aún no se han inscrito a jugadores de la talla de Gavy, sino también ha disparado el precio de los abonos para poder ver al equipo jugar en el Camp Nou.

El socio, además, tendrá que sacrificarse para llenar la grada del estadio olímpico de Montjuïc, en la periferia de la Ciudad Condal, sin techo para cubrirse de las inclemencias del tiempo, como ha ocurrido este domingo con los fans de Bruce Springsteen. Y es que, acudir a las puertas de acceso de este campo se tarda casi una hora andado desde el centro de Barcelona, sin estación de metro cercana y una mala combinación de autobuses.

MONTJUÏC, CON SU NULA VISIBILIDAD Y A LA INTEMPERIE

Sólo para los 45.000 asistentes al concierto del jefe del rock se han tenido que reforzar las líneas, con horas de espera para poder subirse al autobús desde Plaza de España. Otros, recortan el tiempo subiendo la empinada pendiente que hay hasta el estadiohttps://www.merca2.es/2023/03/16/barcagate-banca-espai-barca-1255522/, sin apenas llanos para poder descansar las piernas. Prácticamente, hacer deporte para ver el espectáculo. Y no, los socios del Barça no son sólo jóvenes deportistas, sino también mayores, con problemas de movilidad de todas las edades y pequeños.

Se ha aprovechado un vacío estatutario, porque obviamente los estatutos del Barça no contemplan un cambio de estadio, para clavar una cuchillada a los abonados

Acudir en vehículo al estadio es otra odisea. Apenas hay aparcamiento para cubrir la totalidad localidades, y sí, la Guardia Urbana no suele hacer la vista gorda en la zona. El panorama tampoco mejora una vez cruzadas las puertas de acceso. Por un lado, el estadio es ovalado, con un tartán de atletismo de ocho pistas a su alrededor y aún una mayor separación entre la grada y el césped. Con todo, el Barcelona en Montjuïc dejará apenas 27.385 entradas para los socios, mientras que los 22.087 asientos restantes se pondrán a la venta, es decir, el 44% de la capacidad total del estadio.

LA TRAVESÍA PARA SUBIR A MONTJUÏC, EL ESTADIO DEL BARÇA

La peor visión, al contrario que en el Camp Nou, es precisamente una entrada en alguno de los dos fondos, mientras que los laterales están más alejados cuanto más elevado es el número de la fila. Y es que, al contrario que en el estadio oficial, las gradas se abren y no producen el efecto de una olla a presión. El club admite que existen estos problemas de visibilidad y parece improbable que se llene jornada tras jornada, pese a tener la mitad de capacidad que el Camp Nou. Aún así, no hay alternativa.

Si no fuera poco tener que realizar este trayecto durante quince días durante un mínimo de un año, o dos si las obras del Espai Barça sufren un retraso ya medido, con una pérdida de ingresos de 93 millones de euros por temporada –el doble de la estimada en un inicio-, Laporta asesta otro castigo en esta travesía al socio azulgrana.

El club ha dado a conocer en pleno puente de mayo una subida de precios de los abonos que ha encendido los ánimos entre los socios culés. La polémica no se había producido por el traslado a Montjuïc, que también debido a que la mitad de los socios se quedarán sin su entrada, pese a tener el abono. Y es que, la regla del club es clara.

LAPORTA SUBE LOS ABONOS ENTRE UN 36% Y UN 23%

La junta directiva de Laporta anunció en plena fiesta con Springsteen un incremento del 36% para los abonos del carnet de Tribuna, hasta los 1.738 euros frente a los 1.286 que cuestan esta temporada. Asimismo, por un asiento en las gradas de Gol se ha disparado el precio un 27%, hasta los 723 euros anuales; el aumento de los precios de los laterales es del 23%, hasta superar por primera los 1.000 euros frente a los 815 euros actuales.

Para la afición son precios «completamente abusivos». No son voces de uno o dos socios, sino de la asociación Seguiment FCB, que pone de manifiesto que la masa social del club no puede asumir estas subidas, más cuando es una medida «contraproducente» por el difícil acceso a Montjuïc y la visibilidad en el interior del estadio. En este sentido, anima a los suyos a plantar cara a Laporta y no quedarse de brazos cruzados con esta medida.

Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, da sus explicaciones sobre el caso Negreira
Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, da sus explicaciones sobre el caso Negreira

En el mismo sentido se ha pronunciado Toni Freixa, quien fuera candidato a la presidencia del FC Barcelona en las últimas elecciones. En este sentido, ha pedido una votación en asamblea para votar por el aumento de las tarifas. «Se ha aprovechado un vacío estatutario, porque obviamente los estatutos del Barça no contemplan un cambio de estadio, para clavar una cuchillada a los abonados, y creo que el socio del Barça debería reaccionar», ha sostenido en declaraciones a TV3.

LOS PRECIOS DE LAS ENTRADAS, EN EL CENTRO DE LA POLÉMICA DEL BARÇA

«Igual que los estatutos dicen que el incremento de cuotas ha de pasar por Asamblea, se tendría de convocar una Asamblea para someter esta votación a los socios que tengan derecho a asistir a la Asamblea, no telemática sino presencial, porque es una cuestión suficientemente importante», ha considerado. «Sino tendremos que pensar es que se pretende que el socio no vaya y convertir el Estadio de Montjuïc en Port Aventura y que el socio no vaya», ha aseverado.

No es la primera vez que el precio se sitúa en el centro de la polémica. Desde la irrupción de la pandemia, los tickets por partido se han disparado, mientras que el juego del Barça tampoco pasaba por su mejor momento en la temporada pasada.

Ejemplo claro de ello fue el decisivo encuentro de vuelta contra el Eintracht, en aquel partido 30.000 socios vendieron su entrada a los aficionados alemanes, más numerosos que los propios culés. El club montó en cólera por el bochornoso espectáculo brindado por su propia afición.