Mediaset guarda silencio tras la condena a su formato más emblemático, ‘Gran Hermano’

José María López ha sido condenado a 15 meses de prisión por abusar sexualmente de su compañera de ‘Gran Hermano’ y expareja Carlota Prado durante la estancia de ambos en la casa en 2019. El condenado y la productora del espacio, Zeppelin TV (Endemol), tendrán que indemnizar a la joven con apenas 7.000 euros.

Mediaset España se aferra a que no formaba parte el caso judicial para guardar silencio con el ánimo de no enturbiar su reseteo comunicativo tras la jubilación de Paolo Vasile, que impulsó la omertá en el grupo que solo rompió Risto Mejide.

El presentador reconoció que «nadie paró el abuso y todos hemos visto ese vídeo en el que se obligaba a la víctima a ver esas imágenes», pero afeó a su compañía que no se defendiera de la multitud de críticas que recibió por su actitud.

LA SENTENCIA

El alrededor de 3.600 millones de euros de beneficios que cosechó Mediaset durante los 23 años que el grupo fue comandado por Vasile están directamente relacionados con el éxito de ‘Gran Hermano’, que ha marcado las dos últimas décadas televisivas en España.

Mediaset España apostó por la espectacularización de los realities, fiando en parte su cuenta de resultados anual al morbo que lograban despertar este tipo de formatos que se nutrían de perfiles de dudoso gusto y se guiaban por una serie de mecánicas que premiaban el conflicto.

LA FIESTA

La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid dejar claro que ‘GH’ daba alcohol pero no comida a los concursantes: «El programa organizó una fiesta en la casa suministrando a los concursantes bebidas alcohólicas. En el transcurso de dicha fiesta, Carlota Prado, que únicamente había cenado un plato de patatas fritas porque en la casa había escasez de alimentos, bebió una cantidad indeterminada de bebidas alcohólicas».

José María López «guiado por un ánimo libidinoso, a sabiendas de que Carlota se encontraba bajo los efectos de un sopor etílico que le conduciría después a la inconsciencia», dice la sentencia, «le quitó los pantalones -cuando ambos se encontraban ocupando la misma cama-, y comenzó a realizar bajo el edredón movimientos de carácter sexual, pese a que la víctima débilmente le dijo ‘no puedo'».

La victima, señala el fallo, fue «un objeto para satisfacer a modo de juguete sexual, sin que haya la menor sombra de consentimiento».

ZEPPELIN TV VUELVE A DEFENDERSE

Zeppelin TV ya comunicó en noviembre de 2020 que iba a implementar protocolos en sus realities para que no volvieran a repetirse casos de este tipo y ayer justificó su actitud: «La productora, en el momento mismo que tuvo conocimiento de los hechos, intervino paralizando la conducta del concursante al sospecharse de su posible carácter ilícito, a pesar de no contar con visibilidad plena, dado que ocurrieron bajo un edredón».

Pero la sentencia deja mal parada a la productora, que mostró las imágenes del abuso a la víctima: «Las grabaciones se exhibieron a la víctima al mañana siguiente, en una sala aislada, donde Carlota se encontraba sola y sin más compañía que la voz en off del conocido como ‘Súper’, sin preparación alguna de lo que se le iba a mostrar, sin asistencia previa acerca de lo que se le iba a mostrar, y sin que ninguna cláusula contractual regulara el proceder en estas circunstancias».

«El visionado de lo que había ocurrido provocó en Carlota Prado, ya plenamente consciente, un profundo malestar, sorpresa y dolor y, posteriormente, ansiedad y estrés que acabaron produciéndole en fechas posteriores un trastorno psicológico», añade el fallo.

LA ESTRATEGIA DEL SILENCIO

Mediaset necesita distanciar su imagen a la del carbonizado ‘Gran Hermano’, que aleja su posibilidad de regreso a al televisión tras esta condena, pero a la vez está ayuna de un reality show convivencial de su estilo para acabar con la crisis de Telecinco.

Los responsables del grupo no parecen siquiera plantearse pedir perdón por este caso pese a que lo utilizaron como metraje del concurso. La herencia recibida de Paolo Vasile, cuyo orgullo le impedía pedir disculpas, no parece ser el único argumento válido para que la ‘nueva’ Mediaset España arranque periplo manteniendo la estrategia del silencio.