Mediaset España, en busca de la transgresión perdida

La temporada primavera-verano de 2003 estuvo marcada a nivel mediático, político y social por el berlanguiano romance rociero entre Isabel Pantoja y Julián Muñoz, portada diaria acolmillada por el recién nacido ‘Aquí hay tomate’ que tanta vida inyectó en Telecinco.

Este espacio creado por Adrián Madrid y Óscar Cornejo se propuso bajar de la peana al famoseo sin tener que calmarlo con cheques, tal y como hacía desde hace más de un lustro ‘Tómbola’. Y los divertidísimos vídeos plagados de cebos creados por esta factoría, que posteriormente pervirtió el mecanismo por exceso de amarillo en ocasiones homófobo, marcaron un antes y un después en la televisión autóctona.

‘Aquí hay tomate’ conectó con la transgresión que había propulsado a Telecinco desde la ruina ‘mamachichera’, 1995, hasta convertirse en la televisión más rentable de Europa, 2005.

DE LA VANGUARDIA A LA COBARDÍA

La valentía de la casa resucitada por Maurizio Carlotti y Paolo Vasile se demostró con los informativos contestatarios liderados por Luis Fernández, los irreverentes shows nocturnos de Pepe Navarro o Xavier Sardà y, ¡cómo no!, realities que silenciaron bocas en la televisión española como el revolucionario ‘Gran Hermano’, azotado por la pacata parroquia que lo consumía sin descanso.

Dos décadas han pasado de aquella tormenta rosa y Telecinco se ha domesticado, hecho saludable a nivel ético y contraproducente en la coordenada más empresarial.

MIEDO

Alessandro Salem se ha estrenado como CEO de Mediaset España con el grupo acobardado tanto a nivel ideológico, ‘Código ético’ para silenciar el rojerío de Jorge Javier Vázquez, como en materia de contenidos rosas, ‘lista negra’ de personajes a abordar en ‘Sálvame’.

Es cierto que la judicialización de ‘Gran Hermano’ por un presunto abuso sexual que sufrió Carlota Prado y el de ‘Sálvame’ por el hipotético espionaje a famosos practicado por la cúpula de La Fábrica de la Tele ha invitado a Fuencarral ha realizar un volantazo con el que hacerse perdonar.

Pero, Salem parece olvidarse que la Telecinco que murió en 2007 a cuenta de ‘Aquí hay tomate’ resucitó en 2009 de la mano de ‘Sálvame’, que solo cerrará ciclo con sentido si, a medio plazo, le consiguen un sustituto y/o heredero de garantías. Y este nacerá ‘revolucionario’, o difícilmente nacerá.

OTROS DÉFICITS

Recobrar la transgresión perdida es solo una de las necesidades de Mediaset España, ayuna de competitividad en las principales franjas de Telecinco, alicaída tras la pérdida de ‘Pasapalabra’ y la crisis que sufre en prime time.

El grupo que dirige Salem también necesita otorgar vitaminas a Cuatro y ejecutar su reconversión industrial ‘ventanizando’ contenidos con la intención de aumentar su caja en la industria del streaming y las ventas internacionales.

La pérdida de rumbo en materia informativa, por la crisis de ‘Informativos Telecinco’, el cierre de ‘Noticias Cuatro’ y la incapacidad para cubrir el hueco de ‘Las Mañanas de Cuatro’, también es otra de las tareas que están pendientes de acometerse.