jueves, 12 diciembre 2024

Las «plagas» arrasan el campo catalán: de la sequía a los jabalíes

La sequía golpea al campo catalán. Agricultores y ganaderos activan «planes de emergencia» y gestión de costes para superar esta durísima primavera. La preocupación es máxima en un sector que depende del agua y ésta falta en todos los pantanos y ríos catalanes.

Se prevén pérdidas históricas, mayores que las de la granizada y heladas de hace un año. En el cava miran especialmente al cielo y algunos se encomiendan a los santos para ver llover. Mientras tanto, el cereal necesita más agua de la habitual para poder hundir la raíz. En la ganadería, el panorama tampoco mejora, con una reducción fuerte del pasto, que incluso se llegan a pedir a otras zonas, encareciendo aún más la producción.

las plagas de conejos y jabalíes se han disparado en todas las zonas agrícolas, desde Girona a Tarragona y desde Lleida a Barcelona

Por si fuera poco, las plagas de conejos y jabalíes se han disparado en todas las zonas agrícolas, desde Girona a Tarragona y desde Lleida a Barcelona. Los agricultores consultados por MERCA2 aún recuerdan la promesa del trasvase de agua del Ebro hacia el Ter y Llobregat, pero ni se materializará ni tampoco se abordará como una posible solución.

La situación es crítica en la denomina llanura de Lleida, así como en los cultivos de Barcelona y Tarragona. La ganadería de Girona y de Vic (Barcelona) también está sufriendo la falta de lluvias. Se necesitan lluvias prácticamente torrenciales, de las que dañan el campo, para poder cubrir la escasez y reducir el máximo de pérdidas. En algunas zonas llegan a estimar más de 150 litros por metro cuadrado para evitar males mayores en el suelo y superar la sequía.

PLAGAS DE CONEJOS, JABALÍES Y ALTOS COSTES

La búsqueda de agua por la intensa sequía también ha levantado polvareda. Algunos agricultores están perforando el suelo en busca de este líquido elemento vital para su supervivencia, mientras la Generalitat se emplea a fondo para cerrarlos. Los pozos legales, por otro lado, están vigilados ante el temor a robos, como está sucediendo en Valencia.

Los agricultores no recuerdan una situación parecida, si bien la sequía de la década de los 90 fue también muy dura, muchos de quienes la padecieron están ya jubilados. La situación de las heladas y la incipiente sequía del pasado año dejó unas pérdidas importantes, de hasta el 100% en algunas zonas; otras, de más del 60%. En la de uva, la cosecha en Cataluña ha golpeado con fuerza y se ha tenido que comprar fuera para poder realizar la producción.

Estos meses de abril y mayo son cruciales para tratar de combatir la sequía. Al menos el refranero español está de su parte, con poca agua en marzo, se esperan las mil lluvias de abril y un copioso mayo. Pero, los pantanos y las previsiones meteorológicas no muestran optimismo alguno. Más tiempo estable que inestable y las borrascas del Atlántico no logran cruzar por completo la Península. En el suelo apenas se aprecia humedad, mientras los pantanos muestran imágenes desoladoras.

LOS PANTANOS, BAJO MÍNIMOS Y LA MAYORÍA POR DEBAJO DEL 50%

La Generalitat sopesa incluso acciones de emergencia para evitar la intoxicación debido a los bajos niveles que presentan los nueve pantanos y embalses, especialmente el de Sau, con tan sólo un 6% de su capacidad, el de Siurana, con sólo un 7%, o el de Riudecanyes, con poco más de un 8%. El de Foix y el de Susqueda son los que mejores niveles presentan, con un 40,4% y un 73,8%.

A esta sequía se han sumado los altos precios de la electricidad y la subida de los fertilizantes, gastos que se han disparado con una producción mermada. De esta manera y para evitar más pérdidas, los productores han tenido que aumentar los precios, con duras negociaciones con las grandes superficies, pero al mismo tiempo corrían el riesgo de quedarse sin comprador.

Numerosos agricultores han explorado la posibilidad de vender su escaso producto en el extranjero, pero los costes y precios de venta al público son una barrera importante. Ejemplo de ello, es como la inflación acumulada en Alemania se ha disparado en los alimentos, con dos subidas mensuales del 21%.

El estado actual de los pantanos en Cataluña muestra una sequía severa
El estado actual de los pantanos en Cataluña muestra una sequía severa

Los ganaderos, por su parte, han tenido que sacrificar reses en las granjas más pequeñas para poder hacer frente a los gastos, mientras quienes subsisten dan de comer paja a un ganado ávido de agua. En caso de no caer lluvia, el pasto tendría que traerse incluso de Francia, encareciendo aún más los costes, una situación agónica.

EL PASTO, MÁS PRECIADO QUE EL ORO

Y es que, el pasto se ha convertido en el un bien codiciado. Quien tiene no vende por miedo a no cubrir sus propias necesidades; como ha hecho Seat y Volkswagen con la planta de baterías de Sagunto. Su producto, primero para sus coches, y si sobra se negociará con terceros. Quien lo tiene y vende, por su parte, exige un alto precio por este peaje.

Debido a esta sequía, el barro ha sustituido al agua en los pozos y es inservible para dar de beber al ganado. Las bombas tratan de exprimir las últimas gotas de los acuíferos subterráneos, pero el trabajo es en vano, con más costes debido al combustible diésel de los grupos electrógenos.

En el Empordà, con denominación de origen vinícola, se están registrando pobres previsiones de cosecha de uva, mientras que en el Penedès muestran caídas importantes en tasa interanual, de hasta el 60% de media. El temor es que la sequía se extienda hasta septiembre porque si ocurre, las cepas no podrán aguantar un año más.


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