Promusicae, la asociación que aglutina a los productores y distribuidores den la industria musical española, ha visto a la islandesa Björk y a los míticos Radio Futura cargar de frente contra Spotify y contra las disqueras por como han hecho básicamente inviable para los artistas vivir de sus grabaciones y han decidido ponerse del lado de las disqueras y los servicios de streaming.
La primera en declarar fue la autora de ‘Army of me’ que declaró, en entrevista con El País, en contra de como se reparten los ingresos generados por la música en la aplicación sueca: «Tienes que escoger las batallas que luchas. ¿Has visto sus cifras? Creo que la gente debería pagar más por Spotify, que Spotify debería pagar más a los artistas y que las discográficas deberían aumentar los porcentajes de los artistas». Lo cierto es que no es la primera gran artista en hacer una declaración similar con figuras como Neil Young o Taylor Swift haciendo comentarios similares hace un tiempo.
Esta semana se sumaron a la pelea contra la marca sueca los hermanos Santiago y Luis Auserón, fundadores de Radio Futura, quienes en un texto se refirieron a la injusta retribución que existe en la industria, así como a la necesidad de renegociar los contratos previos a la generalización del los formatos de streaming como principal forma de consumir música por los oyentes.
«Nos sentimos en el derecho y en la obligación de iniciar una defensa decidida de nuestros intereses como artistas y de la libertad de criterio de los consumidores, especialmente de los más jóvenes, promoviendo un debate público en torno a estos temas que alcance amplio apoyo de nuestro sector en España», concluyen en su comunicado los autores de ‘Escuela de calor’.
PROMUSICAE DEFIENDE A LA INDUSTRIA EN MEDIO DE UNA LLUVIA DE CRÍTICAS
El comunicado de Promusicae, por su lado, ha generado bastante controversia entre los artistas y algunos miembros de la industria musical. «Las relaciones de los artistas con sus compañías se establecen en un entorno de negociación libre y altamente competitivo que permite al artista elegir en qué términos quiere establecer, si es que quiere hacerlo, su relación con una compañía discográfica o un distribuidor digital con total capacidad de elegir en qué términos se conducirá su relación contractual. No es posible, por tanto, hablar de un ‘mercado’ que impone sus condiciones a los creadores», asociación en un comunicado.
Es una posición que ignora lo complicado que es para un artista nuevo negociar, lo poco que se genera de cara a los músicos. Es que con un pago por reproducción cercano a los 0,001 euros es bastante complicado depender de las grabaciones para vivir, al mismo tiempo es necesario para cualquier artista estar presente en Spotify si quiere ser descubierto o facilitar a sus fanáticos que escuchen su trabajo.
A pesar de esas críticas evidentes el comunicado continúa: «Los productores de música han demostrado su compromiso para ayudar a los artistas con los que colaboran a lograr que alcancen todo su potencial creativo y comercial en su carrera» y que «para ello las compañías discográficas invierten e innovan constantemente para adaptarse a las nuevas tecnologías y nuevas formas de consumo de música».
LOS ARTISTAS DEPENDE DE LOS EVENTOS EN VIVO Y DE LAS POCAS VENTAS FÍSICAS
Mientras tanto para los músicos y gente que hace vida en la industria la principal manera de hacer dinero es la misma que lo ha sido desde que el MP3 irrumpió en la industria a finales de los 90: las presentaciones en vivo. Es que aun con las críticas a empresas como Live Nation o Ticketmaster sigue siendo una forma efectiva de generar ingresos, pero por supuesto es complicado presentarse tanto como para vivir de ello, o llegar al punto de poder llenar grandes espacios y no ser tan dependiente de la cantidad de conciertos.
De hecho los artistas de ‘mitad del cartel’ han señalado en más de una ocasión que si algo les ha permitido patalear suficiente como para no ahogarse son los mejores números en las ventas de discos de Vinilo. Es que, aunque evidentemente se les escucha menos en este formato, las ventas en formato físico suelen darle a los artistas un mayor porcentaje de las ventas que las reproducciones en físico.
