Nadie que siga de cerca la industria de la música puede ignorar el nombre de Taylor Swift. La cantautora norteamericana es, con diferencia, la más exitosa del año pasado en el planeta superando a figuras como Bad Bunny o Harry Styles en la mayoría de los países del mundo. No obstante, se menciona menos la importancia que le ha dado a los lanzamientos de vinilo de sus últimos discos.
EL LANZAMIENTO RECIENTE
Es el caso de su más reciente lanzamiento, «Midnights» que ha terminado el año como el vinilo más vendido del mundo. Es que el disco, con versiones de diferentes colores, algunas canciones diferentes e incluso variedad en la contraportada. El problema es que este lanzamiento ocurre en un momento donde, por los problemas de distribución y materia prima causados por la guerra de Ucrania, los discos usan petróleo en su producción. Con cuatro versiones de colores diferentes de su disco, Algunos artistas de talla media reclamaron que sus discos no podían ser grabado y la escasez de materiales además marca la señal hacia un repunte de precios mayor a la inflación.
Evidentemente, estas dificultades no son culpa únicamente de Taylor Swift. El simple hecho de que en España y el mundo el vinilo gane cada vez más terreno -en 2021 por primera vez superaron al CD en tierras ibéricas- hace que sea evidente que se necesita más material para mantener el nivel de producción necesario. Sin embargo, si las ventas bajan pueden afectar a artistas independientes y de media tabla. Mientras que nombres como la propia Swift o Rosalía pueden contar con llenar estadios y sus millones de reproducciones para vivir artistas de media tabla suelen contar mucho más con las ventas de vinilos.
UN PROBLEMA QUE EMPIEZA EN ESTADOS UNIDOS Y SE EXPANDE POR EL MUNDO
Lo cierto es que la reclamación de los artistas independientes empezó en Estados Unidos, donde algunos reclamaban directamente a la cantautora por saltarse la fila de las fábricas para imprimir las cuatro versiones diferentes de su disco. Un caso puntual se viralizó más de lo esperado: el del grupo Damon & Naomi, cuyo baterista fue el que llamo la atención del problema de producir vinilo para el mercado independiente.
En una publicación de Twitter el baterista del grupo, Damon Krukowski ironizaba con esto señalando que el costo del nuevo disco de Taylor Swift para quienes compraran todas las ediciones eran 40 dólares y «la desaparición de la industria de la música independiente». Es un punto importante.Lo es al recordar los problemas para generar ingresos sostenibles en Spotify qué grupos españoles como Rufus T. Firefly han señalado anteriormente.
nuevo disco de Taylor Swift para quienes compraran todas las ediciones eran 40 dólares y «la desaparición de la industria de la música independiente»
Si bien, hay un punto a favor: la audiencia de Taylor es joven y, por tanto, es una buena noticia para la industria musical que se estén acostumbrando a comprar música en formato físico. Es complicado que el vinilo llegue a los números que alguna vez tuvieron los cds, simplemente la música ya no se consume igual, pero esto no quiere decir que no pueda recuperar un espacio interesante dentro de un negocio que se mantiene en transformación permanente.
Esto puede ayudar a generar un ecosistema algo más sano. De momento, no deja de ser un problema la apuesta del todo o nada de la industria musical y para los artistas simboliza un problema que los obliga en demasiadas ocasiones a buscar formulas distintas para sobrevivir al no haber espacio suficiente para que todos lleguen a ser millonarios.
TAYLOR SWIFT AHOGA LOS ARTISTAS DE MEDIANOS
Lo cierto es que los problemas para generar ingresos sostenibles no son una novedad. Sí, esta vez es el tema de los vinilos, pero la complejidad de tocar en salas de conciertos, lo complicado de conseguir un espacio rentable en el cartel de los grandes festivales y lo poco que pagan los servicios de streaming suman para generar una situación que muchos artistas califican de insostenible.
Aunque desde organizaciones como Promusicae han aplaudido medidas como los bonos culturales y el nuevo estatuto del artista, siguen señalando lo complicado que es el día a día de muchos artistas, en especial aquellos que se mueven en la escena independiente lejos de los géneros de más reproducciones del momento. No todos pueden ser Bad Bunny, Rosalía o Taylor Swift.
2023 CON MÁS DE LO MISMO
No obstante, como industria los números de 2022 han sido bastante positivo el caso de Swift muestra que es complicado plantearse vivir de la música sin ser uno de los gigantes, y esto seguirá siendo así. Es una industria que no deja de canibalizarse y que arrastra sus errores propios mucho más que cualquiera de los problemas que ha generado la pandemia. El problema para imprimir los vinilos no deja de ser una extensión de esta actitud.