Ayuso y Renfe van a la guerra por el costo de retrasos en el cercanías

Los retrasos de Renfe son un problema repetitivo en la comunidad de Madrid, de hecho las quejas son constantes entre los usuarios frecuentes. Sin embargo, algunas de esas críticas pueden tener más peso que otra y cuando salen de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, es normal que hagan algo más de ruido. Por eso sus comentarios, señalando que las fallas del servicio de cercanías tienen un costo acumulado de unos 5 millones de euros.

La respuesta de transporte no se ha hecho esperar con el secretario de Estado de Transportes, David Lucas, cargando directamente contra la presidenta: «La presidenta de la Comunidad de Madrid suele ser muy creativa. Creo que la presidenta lo que tendría que hacer es ser más rigurosa y si ella dice que tiene esos datos, que los justifique». Lo cierto es que este comentario no es el primero de la Presidenta de la comunidad sobre el tema, ni es la primera vez que desde una de las comunidades critican a la estatal ferroviaria por los problemas de cercanías.

Sin embargo, como podía esperarse, este choque ha generado más controversia que otras discusiones y señalamientos en contra de la empresa. Incluso la reciente aprobación de 3.610 millones de euros para mejorar situación del servicio no ha sido considerada suficiente para la comunidad. Lo cierto es que no es un monto pequeño, en especial para un servicio que la mayoría de los usuarios usa de forma gratuita debido a las medidas paliativas para afrontar la crisis inflacionaria. 

En cualquier caso se trata de una situación complicada para la empresa en cuanto a su ya golpeada imagen. A pesar de los intentos, primero de Taboas y ahora de Raúl Blanco, la situación con los servicios de cercanías sigue siendo, cuando menos, delicada. En la práctica la realidad es que al preguntarle a cualquier residente de la periferia de Madrid, o Barcelona o Sevilla, cuyo empleo esté en el centro podrá asegurar que no puede contar con la puntualidad de Renfe.

LA «PUNTUALIDAD» DE 96%

Lo cierto es que la gran diferencia entre ambas partes es el criterio sobre la puntualidad. Es que mientras Renfe asegura que solo se retrasa el 4% de sus trenes, de hecho el 3,5%, mientras que desde la comunidad se habla de que es un problema diario. Si bien es posible que la realidad esté en algún punto intermedio lo cierto es que una pequeña ojeada al día a día en las redes para notar que al menos la reputación de cercanías sobre su puntualidad es bastante ‘mixta’, por ser amables. 

En esta misma cifra ha insistido el consejero de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, David Pérez, quien, además, ha puesto en duda el dato aportado por el Ministerio de que la puntualidad de Cercanías en la región sea del 97%. «Creemos que eso es imposible. Ese dato no nos lo creemos. No es que cuestionemos. No sé de qué manera han llegado a ese dato. No se contrasta con la realidad», ha lanzado Pérez tras la reunión. Ha apuntado que los «cientos de miles de usuarios que llegan tarde a su trabajo» pueden atestiguar que el dato es falso.

Al mismo tiempo desde la empresa y desde el ministerio de transporte aseguran que los retrasos recientes son por una situación excepcional de mejoras en el sistema. Estas «molestias puntuales», bastante repetitivas según la gran mayoría de los usuarios, no tienen señales de acabar pronto al menos en Madrid. Después de todo, como la ciudad, el servicio de cercanías parece estar permanentemente en obras. 

PROBLEMAS DE RENFE EN OTRAS CIUDADES

Lo cierto es que en otras ciudades españolas como Barcelona y Sevilla se repiten estos problemas con los servicios de cercanías o sus equivalentes. Al mismo tiempo cuando se compara la situación de los servicios de Renfe con el transporte público local es complicado que la estatal ferroviaria no quede mal parada. Es que, como es el caso en Madrid, el metro y los buses de esas ciudades cumplen mucho más con sus rutas y horarios que el cercanías. 

Al mismo tiempo en la práctica la empresa ha podido ir resolviendo algunos problemas similares en servicios como el AVE o el AVLO. Quizás el problema es lo complicado que es que hay competencia en un servicio como este, pero no deja de ser preocupante que se mantengan las quejas de las comunidades y los usuarios y que no parezca que vaya a verse una solución real en el corto plazo.