sábado, 14 diciembre 2024

Renfe pide «comprensión» con los eternos retrasos «puntuales» de cercanías en Madrid

El día a día de los usuarios del cercanías de Madrid es complicado. A pesar de las declaraciones de Renfe es evidente que no suele funcionar como debería, solo hace falta revisar las redes sociales, o preguntarle a nuestros compañeros de trabajo por su experiencia usando la red de cercanías todas las mañanas. Lo cierto es que con ver las imágenes de aglomeraciones en Atocha u otras estaciones es suficiente para activar las alarmas de cualquier madrileño.

La estatal ferroviaria ha pedido «comprensión» a los viajeros ante las incidencias «puntuales» que puedan experimentarse en Cercanías Madrid ante el aumento de obras en la red, que requieren «una fase de adecuación de viajeros y servicios a la nueva operativa».

«El volumen de movimientos puede ser susceptible de sufrir incidencias, más aún con el aumento de obras en la red, obras que van a servir, a medio plazo, para mejorar sustancialmente la fiabilidad de la red de Cercanías de Madrid», han defendido fuentes de la compañía en declaraciones a Europa Press en las que han recordado que cuentan con 95 estaciones, 1.246 trenes diarios y una media de 700.000 usuarios cada día.

Han apuntado que, a pesar de estas magnitudes, el porcentaje de puntualidad en los 89.232 realizados a 13 de marzo de 2023 está en un 96%, concibiendo una impuntualidad a un desfase de más de 3 minutos.

6500 MILLONES INVERTIDOS POR RENFE

En este punto han destacado cómo el Plan de Cercanías Madrid hasta 2025 supera los 6.500 millones de euros, de los que Renfe acapara 2.800. Estos fondos están destinados a estaciones, mejora de la fiabilidad del material rodante, nuevo material rodante, instalaciones de mantenimiento y mejora de la información al viajero.

De ellos, se han ejecutado ya 450 millones, de los que cerca de la mitad de las actuaciones en estaciones, más del 90% de las actuaciones de mejora de fiabilidad del material rodante o el 40% de las actuaciones en instalaciones de mantenimiento.

Asimismo, una de las inversiones «más potentes» es la compra de 211 trenes para mejorar el servicio, de los que una parte irán destinados a Madrid, que cuenta con más de 1.000 millones licitados para este fin.

OBRA EN CHAMARTÍN

Las mismas fuentes han recordado que desde el 4 de febrero como consecuencia de la nueva fase de transformación de la estación de Chamartín-Clara Campoamor, está interrumpido el servicio entre Chamartín y Nuevos Ministerios por el túnel de Sol, en las líneas C3, C3a, C4, C4a y C4b. Todas ellas disponen de transbordo a otros servicios de Cercanías desde Chamartín, Nuevos Ministerios y Puerta de Atocha.

En busca de «minimizar» efectos indeseados se han incrementado en un 15% los trenes diarios (190) y las plazas sentadas un 6% (hasta 642.173). Asimismo se ha reforzado el personal y la información. Renfe ha contratado a 157 trabajadores (en total cuenta con 700 empleados que informan y guían a los clientes en las estaciones), ha distribuido 2 millones de folletos informativos y ha colocado 16.000 vinilos en los trenes y carteles en todas las estaciones de Cercanías.

Renfe ha destacado estas líneas de inversión a raíz de las más de cinco horas de retrasos que han acumulado este martes en las líneas C-2, C-7 y C-8 después de que dos trenes chocasen y se viera suspendido durante horas el servicio entre Alcalá de Henares y Guadalajara.

RECUPERANDO SERVICIOS CON PROBLEMAS

Es cierto que desde Renfe se ha trabajado durante 2022 para recuperar algunas rutas con problemas. Sin embargo, la realidad es que aún arrastra dificultades en varias de ellas, que se traducen en retrasos para los usuarios. Son problemas que generan de puntualidad para quienes buscan llegar a su trabajo o moverse por alguna emergencia. Es que las fallas del transporte público tienen efecto directo en la calidad de vida y en la productividad. 

Con un poco de suerte la realidad cambiará en poco tiempo. Lo cierto es que no es un interruptor que puedan cambiar de un día para otro y resolver el problema, pero más allá de las intenciones de la estatal ferroviaria, y la comprensión que puedan tener los usuarios, es necesario hacer lo posible para acelerar estos procesos. 


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