sábado, 14 diciembre 2024

Las plantas de baterías en España, en riesgo por el plan Biden

Cuatro de cada cinco proyectos para la fabricación de baterías de litio destinadas al vehículo eléctrico está en riesgo en España. Así lo ha asegurado Transport & Enviroment en un reciente informe en el que alerta a Europa del nuevo plan proteccionista de EE UU para reducir la inflación, un proyecto que contempla miles de millones en subvenciones y que amenaza la competitividad en Europa para el desarrollo de esta industria.

En total, la primera potencia del mundo ha dotado con 369.000 millones de dólares para incentivar a la industria automovilística y elementos relacionados, como fabricantes de cargadores eléctricos, baterías y chips, para llevar a cabo la transición energética sin depender de terceros, especialmente de China.

Las subvenciones de la Ley IRA son la principal amenaza para los planes de las gigafactorías europeas

Estas subvenciones constituyen un serio riesgo para las gigafactorías que deben aún instalarse en Europa debido a que las empresas podrían emigrar al otro lado del Atlántico y minimizando o cancelando los planes en el Viejo Continente. «Las subvenciones de la Ley IRA son la principal amenaza para los planes de las gigafactorías, salvo que Europa ofrezca incentivos accesibles y agilice los permisos», ha asegurado la consultora en un comunicado.

BADAJOZ, VALLADOLID Y VITORIA ESPERAN A LAS BATERÍAS

De esta forma, el 79% de los proyectos previstos en España está en riesgo, como la planta de Envisión, en Navalmoral de la Mata (Cáceres); como el de Lithium Iberia en Badajoz, que ha recibido numerosas críticas de ecologistas y vecinos; o el de Basquetvolt en Vitoria. Ninguna de las tres cuenta con la «financiación suficiente» para seguir adelante con el proyecto, según indica el informe de 25 páginas.

Cabe recordar que Envisión no obtuvo ayuda del primer PERTE del vehículo eléctrico por su falta de arraigo en España. No obstante, aseguró que tenía intención de mantener el proyecto. La compañía ha manifestado su intención de acudir a esta financiación, que dejó sin asignar casi 2.200 millones de euros en un estrepitoso fracaso que derivó con el cese del director del Ministerio de Industria.

Envisión acudirá a la segunda convocatoria de este plan, en el que se han recogido una serie de modificaciones, pero sin que se haya dado fecha aún para iniciar las peticiones. En este sentido, la compañía asiática pidió 115 millones de euros para mostrar su compromiso con España, proceder a la localización con el fin de generar empleo y riqueza en la zona, así como ser una parte activa en la transición energética en España.

EL PROYECTO DE BASQUEVOLT, EN RIESGO

En cuanto al proyecto Basquevolt, que comenzaría su producción de celdas de batería en 2027, es otra de las iniciativas con riesgo. Para la firma del informe, es imprescindible el apoyo con ayudas públicas para escalar la producción de baterías como los procesos más rápidos. En caso contrario, estos proyectos corren el riesgo de trasladarse a EE UU. En este caso, las barreras al proyecto ponen en riesgo una inversión directa de 700 millones de euros y la creación de 800 empleos directos.

Por otro lado, la gigafactoría de baterías con mayor riesgo es la de Tesla en Berlín, que podría sufrir retrasos o bien que sea descartada como una prioridad. Y es que, el gigante estadounidense dirigido por Elon Musk podría llevarse toda la fabricación a Estados Unidos por el plan de ayudas. Otro de los proyectos en filo sería el de Northvolt, liderado por Volkswagen, que tiene sendas plantas en Suecia y Alemania. Ambas podrían modificar su expansión a la luz del plan de ayuda para reducir la inflación y el alto precio de la luz en la locomotora europea.

Italvolt, por su parte, junoto con West Midlands en Reino Unido, la china CALB en Portugal y las múltiples fábricas de Freyr en la zona nórdica son otros proyectos que podrían sufrir retrasos o incluso su descarte definitivo por el plan de Estados Unidos. Las plantas de la eslovaca Inobat en España y Serbia están también en riesgo, tal y como detalla el informe. Cabe señalar que aún no se ha concretado la ubicación de esta planta y que el riesgo es aún mayor si no se escoge Valladolid.

EUROPA, ABOCADA A IMPORTAR BATERÍAS

«Basquevolt, cuya financiación está orientada principalmente a proyectos de investigación y parece insuficiente para la escala de producción necesaria para el proyecto, también tiene un riesgo medio», ha comentado.

El informe señala que el 68% de todos los proyectos ligados a la fabricación de baterías eléctricas de litio, cuya capacidad alcanza los 18 millones de vehículos eléctricos, tiene un riesgo entre «alto» y «medio» de interrumpirse o cancelarse. De hecho, Europa se vería abocada a importar las baterías para cubrir su propia producción de vehículos eléctricos. De ahí, la importancia de tener grandes plantas como la de Seat en Sagunto (Valencia)

El informe analiza las 50 gigafábricas anunciadas en el Viejo Continente en función de su financiación y permisos, de si se habían asegurado una ubicación y de los vínculos de las empresas con Estados Unidos. «La fabricación de baterías en la UE se encuentra en una situación tremendamente delicada entre Estados Unidos y China», ha señalado.

«Europa debe actuar o arriesgarse a perderlo todo. Se necesita urgentemente una política industrial ecológica centrada en las baterías, con apoyo en toda la UE para aumentar su producción, con el fin de reaccionar ante las subvenciones estadounidenses y los años de dominio de China», ha destacado el responsable de Electrificación de Coches de T&E, Carlos Rico.

Además de España, los países con mayor riesgo de perder este tipo de industria son Alemania, Hungría, Italia y Reino Unido. Europa dará a conocer la próxima semana su plan para minimizar estos riesgos en Europa. La opción más factible es replicar las ayudas estadounidenses y dar visibilidad a través de un fondo central accesible a todos los Estados miembros para dar prioridad a las cadenas de valor de las baterías, las energías renovables y las redes inteligentes.

«La UE no puede competir salvo que tenga una política industrial sólida que se centre en aumentar la producción y recompense los proyectos sostenibles desde el punto de vista medioambiental», ha señalado Rico.


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