Ofensiva de la FED y el BCE, crecimiento chino y mentiras de género

Arranca otra semana más de este 2023 con la confirmación de que los mercados van poco a poco asumiendo que la Reserva Federal (FED) y el BCE deben mantener el rumbo de la política monetaria restrictiva para detener una inflación que ha venido para quedarse. Los analistas comienzan a admitir que hay una brecha importante entre las valoraciones de las empresas y la situación macroeconómica, mientras la banca de inversión usa sus tentáculos mediáticos para que los inversores compren el papel que ellos desean poner ahora en el mercado antes de tocar la corneta y salir en estampida.

Esto no implica que vayamos a ver caídas en las Bolsas a corto plazo, sobre todo si de vez en cuando se publican datos que alimentan la esperanza del no aterrizaje que algunos mantienen y que se basa en una cuestión de fe. Sirva como ejemplo lo ocurrido a finales de la pasada semana, cuando los precios de los productores europeos crecieron un 15% anual (casi dos puntos por debajo de lo que esperaban los analistas) y el PMI Composite –indicador adelantado de actividad económica– se situó en terreno expansivo. Datos que contrastan con la evolución del IPC, que sigue desbocado con una subyacente en niveles récord.

TIPOS ALTOS HASTA 2025

En este contexto la presidenta del BCE mantiene su discurso hawkish e insiste en que no habrá bajadas de tipos de interés al menos hasta el año 2025. El problema es que se trata de la misma Christine Lagarde que hace un año nos decía que la inflación era pasajera –¿recuerdan la famosa joroba?– y que en ningún caso habría subida de tipos en 2022. Ese es el principal problema de la banca central, el de la credibilidad.

Y mientras tanto los hipotecados que no han podido –o querido– pasar sus préstamos a tipo fijo ven como el Euribor camina hacia el 4%, que es el tipo terminal que el mercado espera para las subidas del BCE.

En Estados Unidos la Reserva Federal también mantiene el mismo tono, con miembros de su equipo de gobernadores saliendo a la palestra para intentar convencer a Wall Street de que la fiesta debe terminar. La responsable de la FED de San Francisco, Mary Daly, ha sido la última en comparecer públicamente para anunciar que «será necesario un mayor endurecimiento de la política monetaria, mantenido durante más tiempo».

Ella es partidaria de que el tipo terminal en EEUU supere el 5% y el consenso del mercado espera que se sitúe en el 5,45%. Ese nivel podría lograrse mediante aumentos de 25 puntos básicos en cada una de las tres reuniones siguientes de la FED. Luego seguramente habrá pausa y después ya se verá.

FED: A LA ESPERA DEL EMPLEO

Como vemos, a la falta de credibilidad se suma la incertidumbre, dos ingredientes nefastos para todo lo que tenga que ver con una planificación monetaria –socialista, como llevan décadas explicando los economistas de la Escuela Austriaca– que camina por terreno desconocido. Aunque muchos comparen este momento económico con el de los años setenta del pasado siglo lo cierto es que hay más diferencias que similitudes. La principal es el volumen de deuda pública acumulado tras cincuenta años de creación de dinero fíat sin respaldo en ahorro real.

FED
Caricatura del presidente de la FED (Fuente: Bob Rich Hedgeye)

En EEUU esta semana se publicará un aluvión de datos sobre el mercado laboral que servirá para confirmar si se está produciendo ese enfriamiento del que hablan algunos analistas pero que no termina de concretarse. El empleo norteamericano está demostrando ser un yunque que aguanta los golpes de las subidas de tipos casi sin inmutarse. Y además presiona sobre la inflación mediante los temidos efectos de segunda ronda, con alzas de salarios que seguirán poniendo piedras en el camino de la Reserva Federal.

El sector bancario observa todos estos movimientos con un ojo puesto en los márgenes de intereses, que suben como la espuma, y el otro en la morosidad, que oficialmente sigue contenida pero que se convertirá en un problema cuando las alzas de tipos afecten al mercado laboral. Ese es el principal miedo de la banca comercial, mientras la de inversión comienza ya a tener los problemas típicos de un cambio de ciclo. Y si no que se lo digan a Blackstone, que acaba de incumplir el pago de un bono respaldado por inmuebles comerciales. 

CHINA: CRECIMIENTO DEL 5%

La noticia este fin de semana ha sido China, con la reunión anual de la Asamblea Popular Nacional, el máximo órgano legislativo del país, en la que se han tomado importantes decisiones políticas y económicas. La que más han destacado los medios occidentales es el aumento del gasto en defensa, pero la más relevante es la decisión de Pekín de rebajar al 5% el crecimiento del PIB previsto para este año, con una inflación cercana al 3%.

Esta previsión ha desconcertado a buena parte de los analistas, que esperaban un incremento del crecimiento previsto hasta niveles cercanos al 6%, que es la estimación que manejan los grandes bancos de inversión europeos y norteamericanos. La principal derivada de este anuncio del Gobierno chino es que permitirá al banco central del país ser más cauto en sus decisiones de política monetaria. Esto implica menos gasolina para las Bolsas, que son adictas a las inyecciones de liquidez de los alquimistas monetarios.

Otra de las consecuencias que tiene esta cautela de Pekín a la hora de estimar su evolución del PIB es que reduce la tensión prevista sobre el mercado de las materias primas, especialmente del petróleo. Ya el pasado viernes el precio del oro negro en los mercados internacionales registró importantes descensos, pero no porque los brokers tengan una bola de cristal y supieran lo que iba a anunciar días después el gobierno chino, sino porque Emiratos Árabes Unidos puede salir del cartel de la OPEP por sus desacuerdos con Arabia Saudí.

EMIRATOS ÁRABES UNIDOS PUEDE SALIR DE LA OPEP POR SUS DIVERGENCIAS CON ARABIA SAUDÍ, SEGÚN THE WALL STREET JOURNAL

Todo surge de una información publicada por The Wall Street Journal en la que revela las discrepancias entre Abu Dabi y Riad, entre las que destacan la competencia por la captación de inversión extranjera tras el nuevo escenario que han creado las sanciones occidentales a Rusia. Emiratos Árabes Unidos no está de acuerdo con el actual reparto de cuotas de producción, que limitan la capacidad del país para bombear crudo. Parece que la guerra energética se traslada ahora a los ganadores, que pelean para ver quién saca una mayor tajada.

EL FUTURO DE LOS COCHES EN EUROPA

En Europa también es noticia el bloqueo de Alemania e Italia a la decisión adoptada por las autoridades comunitarias para prohibir la venta de vehículos de combustión –incluidos los híbridos– a partir del año 2035. Hasta ahora sólo Polonia y Bulgaria se habían opuesto a la medida. La presidencia de turno de la UE, que este semestre ocupa Suecia, quería incluir esta cuestión para ser aprobada sin discusión en un consejo de ministros que iba a celebrarse mañana martes y que ha sido aplazado. 

La razón de esta marcha atrás, o aplazamiento, es que Alemania pretende que se excluya de esta prohibición la comercialización de vehículos que funcionen con combustibles sintéticos (los denominados «e-fuels«), aunque no existe consenso en el gobierno germano porque los representantes de los verdes en el ejecutivo de coalición, con la ministra de Medio Ambiente a la cabeza, respaldan el veto impulsado por Bruselas. Como hemos expuesto en otras ocasiones en esta columna semanal es imposible electrificar todo el parque de automóviles, por lo que este bloqueo a la venta de vehículos de combustión es una buena noticia, al menos de momento.

PARIDAD DE GÉNERO Y EL «TITO BERNI»

Y en España el hedor electoral llega a todas partes, con un nuevo escándalo de drogas y prostitutas que salpica al PSOE y que el Palacio de La Moncloa quiere tapar sacando de su chistera medidas supuestamente feministas. A eso responde el anuncio del presidente del Gobierno sobre una nueva ley para garantizar la paridad de género en la política y la empresa privada.

Una vez más vemos como la ingeniería social se emplea para hacer propaganda haciendo un flaco favor a aquellos colectivos que dice proteger. Las mujeres no necesitan sistemas de cuotas y los que crean estas regulaciones son quienes las consideran inferiores. Por eso diseñan para ellas sistemas de discriminación positiva. 

No les entretengo más en este lunes 6 de marzo en el que comienza una semana en la que se publicarán muchos datos macroeconómicos de relevancia. En Europa conoceremos la producción industrial de enero de España y Alemania, así como las ventas minoristas de ambos países y la lectura final del PIB del cuatro trimestre de 2022 del club del euro. En EEUU el foco estará puesto en los datos sobre el mercado laboral y en la publicación de los pedidos de fábrica de enero, que mostrará la evolución del sector industrial. 

En Asia la principal cita es la reunión del Banco Central de Japón el próximo viernes, tal como señalan los analistas de Selfbank «no se espera que con la llegada del nuevo gobernador se produzca un viraje en la política de tipos ultrabajos, aunque sí que se podría anunciar una nueva modificación en el control de la curva de rendimientos de los bonos«. Estaremos atentos a lo que suceda en un país que ha demostrado el fracaso de la política monetaria como el cervantino bálsamo de Fierabrás que todo lo cura. Si Don Quijote viviera en los tiempos actuales ya habría intentado derribar estos molinos de viento que con sus aspas inundan de dinero irreal la economía.