Ley 17/2006, de 5 de junio, de la radio y la televisión de titularidad estatal, afirma en su artículo 3 que la obligación de TVE es «garantizar la información objetiva, veraz y plural, que se deberá ajustar plenamente al criterio de independencia profesional y al pluralismo político, social e ideológico presente en nuestra sociedad, así como a la norma de distinguir y separar, de forma perceptible, la información de la opinión».
Pese a ello, el formato informativo estrella de TVE, los ‘Telediarios’, han sido de campo de batalla partidista entre el Partido Popular y el PSOE, especialmente bajo los gobiernos de José María Aznar, Mariano Rajoy y Felipe González.
Es cierto que en esta guerra por el control de los ‘Telediarios’ reina cierta tregua bajo la batuta de Josep Vilar. La obligación del director de Contenidos Informativos de TVE es que los criterios periodísticos se antepongan a los intereses partidistas, cosa que solo se cumple en parte.
Y se hace gracias a la profesionalidad del aplaudido Carlos Franganillo, presentador del ‘Telediario 2’, y a que el propio Vilar está relajando el obsceno control por parte de La Moncloa, que en la actualidad parece más interesado en la caja de RTVE, comedero de las productoras ligadas al Grupo Prisa, que de unos ‘Telediarios’ de capa caída en términos de seguimiento.
El ‘Telediario 1’ es tercera opción al moverse en torno al 11%, siendo prácticamente doblado por ‘Antena 3 Noticias 1’, mientras que el informativo en prime time no alcanza siquiera los dos dígitos y tan solo es plata por el desplome de Pedro Piqueras en Telecinco tras la pérdida de ‘Pasapalabra’, que ha catapultado al polémico Vicente Vallés al incontestable liderazgo en Antena 3.
A la profesionalidad de algunos trabajadores de TVE, y a la caída de audiencia de los ‘Telediarios’, se une el perfil bajo que está adoptando el Partido Popular en la Corporación pública, quizá por la tranquilidad que produce que La Moncloa no controle el Consejo de Administración de TVE por el transfuguismo de Ramón Colom y los vaivenes de Juan José Baños.
El PP mantiene en posiciones de poder a varios afines (el secretario general, Alfonso Morales; el director de Contenidos culturales, Ignacio Elguero; o la controvertida directora de Comunicación, María Eizaguirre) y está realizando dejación de funciones a la hora de fiscalizar a RTVE, véase su posición respecto a la presunta publicidad encubierta de El Ganso.
65 AÑOS DE TENSIÓN EN LOS ‘TELEDIARIOS’
En septiembre de 1957 había transcurrido menos de un año del inicio de las emisiones de TVE y en el madrileño Paseo de la Habana se ponían en marcha los ‘Telediarios’ de la mano del locutor Jesús Álvarez García, padre del recién jubilado periodista deportivo Jesús Álvarez Cervantes.
La televisión estatal se nutría del engolado NO-DO y de las imágenes internacionales importadas de United Press para impulsar unos noticieros que servían de propaganda al Régimen nacionalcatólico que comandaba el dictador Francisco Franco Bahamonde.
Los ‘Telediarios’ fueron sofisticándose con el paso del tiempo, en los sesenta con Manuel Fraga como ministro de Información y Turismo y a finales de esa misma década con Adolfo Suárez dirigiendo TVE con guiños a la monarquía que aguardaba la sucesión diseñada por Franco.
Lalo Azcona fue la imagen de los ‘Telediarios’ de la Transición bajo los gobiernos de la UCD, que en un intento de centrarlos situó como jefe de Informativos a Iñaki Gabilondo, que tuvo tumultuoso estreno en cámara en la noche del 23F en la que TVE tuvo una silenciada cobarde falta de reflejos.
El PSOE alcanzó el poder en 1982 y asumió que los informativos de TVE eran parte de su botín gracias a Enric Sopena o María Antonia Iglesias, comisarios políticos de Ferraz. José María Aznar, que tantas veces protestó por la propaganda socialista, acabó pervirtiendo los ‘Telediarios’ hasta la obscenidad con Ernesto Sáenz de Buruaga o Alfredo Urdaci, iconos del exceso ‘popular’.
El inteligente talante José Luis Rodríguez Zapatero inyectó oxígeno de los informativos bajo la batuta del premiado Fran Llorente, que dio paso a la involución del PP de Mariano Rajoy, con Julio Somano o José Antonio Álvarez Gundín como directores.
Pedro Sánchez tumbó a Rajoy con una moción de censura en cuya primera sesión aseguró que la manipulación de los medios públicos era equivalente a «corrupción». Pero ni por esas hubo respiro a los directores de Informativos: Begoña Alegría no logró despartidizar los ‘Telediarios’ y Esteve Crespo acabó dimitiendo el pasado año harto de las intromisiones del expresidente José Manuel Pérez Tornero en relación a la jefatura del Estado, las eléctricas o el Sáhara.