Barcelona y Palma enseñan a Airbnb la puerta de salida

No son buenos tiempos para las startups tecnológicas afianzadas desde hace algunos años en España, menos aún para las referidas al sector delivery (como Gorilas, Deliveroo y Glovo) y las del sector turístico, como la protagonista de estos párrafos: Airbnb.

Hace meses, e incluso años, que se cuestiona el funcionamiento de estas en cuanto a condiciones laborales, legalidad y un sin fin de términos dudosos. La irrupción de Airbnb, la plataforma líder en alquiler de pisos turísticos, se produjo hace años de una manera algo escandalosa en nuestro país.

El auge hace ya más de 10 años de aerolíneas low cost trajo consigo la aparición también de este tipo de propuestas de alojamientos baratos. Una auténtica revolución que, sin embargo, a la larga, ha supuesto más problemas que soluciones. El más importante es el referido a los precios de la viviendas.

La oferta de pisos turísticos e Airbnb supone un 62% más que las viviendas en alquiler de Idealista

No cabe duda que los pisos turísticos ilegales proliferan cada vez más, y sino que se lo digan al candidato socialista a la alcaldía de Málaga, Daniel Pérez, cuando hace unos días criticaba que «en el centro de la ciudad de Málaga ya contamos con más pisos turísticos que habitantes censados».

O en Madrid, donde la oferta de pisos turísticos por días en Airbnb supera en casi 5.000 inmuebles la oferta de alquileres de larga duración en el portal inmobiliario Idealista, 13.251 frente a 8.323. 

Por ello, las administraciones públicas quieran limitar, restringir y hasta prohibir este tipo de prácticas que ponen en peligro el mercado de la oferta y la demanda del mercado inmobiliario.

BARCELONA Y PALMA YA TIENEN REGULACIÓN AL RESPECTO

Hace tan solo unos días el Tribunal Supremo de España ratificó la regulación del ayuntamiento balear de Palma de Mallorca de prohibir los pisos turísticos en todas las comunidades de vecinos que se ubiquen en el interior del perímetro del distrito centro de la ciudad. Una norma que ha generado más que controversia pero que persigue la regulación de los alquileres y la mejora del acceso a la vivienda de los locales.

Según el portal inmobiliario Idealista, el precio de venta en Palma es de 5.294 euros el metro cuadrado, mientras que el alquiler alcanza ya 14,4 euros, lo que implica un aumento de más del 3% en el último mes.

Los propietarios de pisos turísticos ilegales en Barcelona se arriesgan a multas de entre 3.000 y 60.000 euros

Palma de Mallorca no ha sido la única. La lucha en la Ciudad Condal por la ilegalidad de estos pisos turísticos es asunto lejano, y por ahora parece ir venciendo. Aunque en Barcelona más que prohibir se ha conseguido regularizar la actividad con una serie de requisitos: cédula de habitabilidad, Registro de Turismo de Cataluña y entregar el piso amueblado. De lo contrario, los propietarios de pisos turísticos ilegales en Barcelona se arriesgan a multas de entre 3.000 y 60.000 euros

No muy lejos existe el ejemplo legislativo de la ciudad de San Sebastián, que supone un acuerdo entre el sector hotelero, el propio Ayuntamiento y los propietarios de los pisos turísticos. Así, el consistorio mantiene una relación de propietarios y pisos inscritos en el Registro de Empresas y actividades turísticas de Euskadi. Con esta legislación en manos es posible declarar zonas más saturadas que otras y regular el alquiler vacacional.

EL FUTURO DE AIRBNB

Los hábitos de consumo están cambiando y cada vez son más empresas y unicornios los protagonistas sociales de primera fila. Deliveroo tuvo que huir de España ante la ley Riders, y Glovo ha sido multada por tener a sus trabajadores como falsos autónomos. Entonces, ¿cuál será el futuro de Airbnb?

Si las administraciones continúan prohibiendo el alquiler turístico vacacional es posible que Airbnb tenga las horas contadas

La problemática de la plataforma no es exclusiva de España. El pasado mes de octubre, el Gobierno de México y Airbnb firmaron un acuerdo de colaboración por el que miles de personas han salido a la calle a protestar. El contexto en Ciudad de México y Madrid o Barcelona es el mismo: la proliferación de pisos de alquiler turístico que no solo encarece los precios de la zona sino que obliga a muchos ciudadanos a cambiar su residencia.

Si las administraciones continúan prohibiendo el alquiler turístico vacacional en ciertas zonas, como ha ocurrido en Palma de Mallorca, o cada vez incluyen más requisitos es posible que Airbnb tenga las horas contadas ante la falta de oferta turística. Sobre todo, teniendo en cuenta el contexto macroeconómico que influye al mercado inmobiliario y que provoca un encarecimiento del precio de la vivienda en venta y para alquilar.

Elena García
Elena García
Periodista especializada en contenido económico, de finanzas e inmobiliario.