Los artistas celebran los buenos números del vinilo por las bajas cuotas de Spotify

El regreso de los discos de vinilo es uno de los fenómenos más comentados de la industria musical. Desde afuera pueden parecer aparatosos, y es más complicado poderlos escuchar, pero para los melómanos se han convertido en un artefacto clave de su día a día y la mayoría han invertido en un tocadiscos. 

De hecho a principios de este año los discos de vinilo volvieron a ser el formato físico más comprado entre los fanáticos de la música en España. Después de varios años de persecución los LP finalmente superaron a los CDs como la opción preferida de los coleccionistas para llevar a casa.

Pero lo cierto es que no es una ventaja solo para los obsesionados con la calidad del sonido. Los discos de Vinilo son una nueva forma, bastante vieja, para que los artistas, que enfrentan las pequeñas cuotas por reproducción de servicios de streaming como Spotify o Apple Music, puedan aumentar ingresos. 

Tiene sentido, cada reproducción en Spotify, el servicio de streaming más usado del mundo, paga en promedio 0,0033 dólares por reproducción. Es un número rentable para artistas con millones de reproducciones al día como Bad Bunny o Rosalía, pero que hace imposible el sustento para los nuevos artistas o incluso aquellos que se mantienen en las “miles” de reproducciones diarias. 

QUIEN VENDE VINILO EN ESPAÑA

A pesar de todo los artistas que más discos venden al año no se diferencia tanto de quienes más se escuchan. Durante el verano los dos trabajos más vendidos en el formato fueron Rosalía, Harry Styles y C.Tangana. Artistas que no solo han lanzado su disco en el formato de vinilo, sino que han trabajado el formato para hacerlo más llamativo para sus fanáticos. 

Pero si salimos de las listas semanales y vamos a los números históricos pueden verse diferencias. Por ejemplo, según los números de Amazon, el disco que más se ha vendido por la plataforma es el mítico «Appetite for Destruction» de Guns N’ Roses, seguido de la banda de culto britanica Idles y su “Ultramono”. 

Es cierto que el formato puede ser excluyente. Músicos que se han dedicado a producir sencillos, como es el caso de Bizarrap, que no tienen un disco que poner en el formato. Además cada disco suele estar por encima de los 15 euros, llegando a superar los 100 en casos de ediciones de colección, mucho más que el precio para el usuario de una suscripción premium de Spotify o cualquiera de sus competidores. 

CUÁNTO GANAN LOS ARTISTAS POR LAS VENTAS

Hace un par de años la banda española Rufus T. Firefly, que tiene algo más de 123 mil oyentes mensuales, compartió en Twitter que sus ingresos por miembros estaban cerca de los 80€ mensuales. Pero es que los Rufus son una banda independiente, fundadora de su propia disquera, por lo que no tienen que dividir los gastos con alguna disquera.

En cambio el intercambio en las ventas del formato físico, en el caso de Rufus al ser un grupo independiente, puede asumir el ingreso una vez cubiertos los gastos de producción, otros deben repartirse con la disquera. Dependiendo del sello la discográfica puede ingresar entre un 30% y un 40% del precio de venta al consumidor, lo que puede parecer bastante pero no es demasiado si se le compará con lo que pueden ingresar por reproducciones en streaming.

Según explicó en twitter Victor Carmelo Cabezuelo, vocalista de la agrupación, las ventas de un disco en formato fisico pueden generar en un día el equivalente economico a lo que la banda ha generado en los últimos 12 años.

Son datos que han llevado a que artistas independientes se planteen modelos como una ventana de exclusividad en servicios de venta en línea como Bandcamp o en tiendas físicas. Otros directamente han decidido boicotear a las plataformas pidiendo mejores condiciones, como lo hizo el año pasado Neil Young y hace un tiempo Taylor Swift. 

PROBLEMAS DE DISTRIBUCIÓN

A pesar de todo hay una complicación y, como en todo recientemente, Putín está involucrado. La producción de discos depende de materiales como el petróleo que han escaseado con la guerra, y en algunas ocasiones, como el caso de Adele, las fábricas no se dan abasto con los lanzamientos más grandes. 

Sin embargo, casos como la fábrica Mad Vynil, ubicada en Madrid, no muestran preocupación, señalando que aunque es un proceso delicado los resultados seguirán atrayendo a los oyentes. 

UNA MAYOR CALIDAD 

Parte de la preferencia de los usuarios es que los discos de vinilo modernos, que pesan más que los antiguos y tienen mejor material, suenan mejor que el streaming al no tener que sacrificar la calidad del sonido por estabilidad. 

El diretor y fundador de Mad Vynil, Eugenio López, aseguró que este es uno de los motivos principales para comprar música en este formato. «La gente, al final para escuchar música en calidad baja, usa cualquier dispositivo, pero el que tiene el vinilo en casa lo escucha con alta calidad», aseguró.

Ernesto Rodriguez
Ernesto Rodriguez
Periodista, entrevistador e investigador de oficio. Amante del cine, la música y Political Junkie. Escribo de empresas de transporte, cultura y sanidad