Si tuvieras que destacar uno de los bocadillos más característicos de la cocina española, podrías mencionar las croquetas. Su tradición se originó como una «receta para el consumo», ya que consistía en una salsa mezclada con restos de carne o pescado, generalmente sobrantes de guisos o platos cocinados, y una capa de pan crujiente hecho con migas. Salen tan fritos… ¡qué rico!
Cuidado con la bechamel
Decimos «bechamel delicada» porque te vamos a enseñar unos trucos para darle más sabor a la bechamel y que quede perfecta para las croquetas, para que sepas cuando está lo suficientemente densa, pero sin grumos, para que tengas que revolverla.
Ya sabes que cuando esté hecho, puedes añadir no solo jamón, sino también pollo, atún, espinacas, champiñones o queso. Si te gustan las recetas que incluyen salsas, echa un vistazo a estas sugerencias, como la clásica lasaña boloñesa o la original lasaña de espinacas.
