jueves, 12 diciembre 2024

El IVA de las mascarillas el descuento más absurdo del Gobierno

Aunque parezca que hemos pasado la peor parte de la pandemia aún siguen algunas medidas relacionadas con la crisis sanitaria que enfrento todo el planeta en 2020. De hecho el uso de mascarillas sigue siendo obligatorio en el transporte público y, por tanto, se ha sumado junto a la lista de productos con un IVA reducido, una donde no se suman ni la carne, ni el pescado, ni varios pescados.

Las mascarillas quirúrgicas mantendrán durante el primer semestre de 2023 un IVA del 4% por su obligatoriedad en el transporte público y otros ámbitos, mientras que pruebas diagnósticas y vacunas seguirán al 0%.

Estas medidas se han incluido en el real decreto-ley aprobado por el Consejo de Ministros este martes para dar respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la Guerra de Ucrania y de apoyo a la reconstrucción de la isla de La Palma y a otras situaciones de vulnerabilidad, en el que se incluyen varias medidas tributarias y beneficios fiscales.

Los recursos para la prevención y diagnóstico de la Covid-19 continuarán así con una tributación excepcional mientras se mantengan las políticas de protección de la población y lucha contra el virus, según argumenta el Ministerio de Hacienda a través de un comunicado.

Uno de los artículos clave son las mascarillas quirúrgicas, cuyas entregas, importaciones y adquisiciones seguirán gravadas al 4% de IVA, tal y como viene ocurriendo desde 2020, durante el primer semestre de 2023.

Además, dado que las campañas de vacunación continuarán y que la Covid-19 sigue provocando contagios, este Real Decreto-ley incluye que tanto vacunas como pruebas diagnósticas mantengan un gravamen del 0%.

«Un conjunto de decisiones para continuar frenando al virus que acumulan varias prórrogas, y que estarán vigentes hasta el 30 de junio de 2023», ha defendido el Departamento que dirige María Jesús Montero.

SE SUMAN LAS MEDIDAS DE AYUDA A LA MATERNIDAD

De su lado, el Real Decreto-ley incorpora también una modificación legislativa para aclarar el derecho a seguir percibiendo la deducción por maternidad en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas a partir de 1 de enero de 2023, aun cuando alguno de los progenitores tuviera derecho al complemento de ayuda para la infancia respecto del mismo descendiente.

De esta forma, se evita que el reciente cambio normativo llevado a cabo en esta materia perjudique a las familias que hasta ahora venían disfrutando de esa ayuda.

UNA MEDIDA DE CORTO PLAZO

Lo cierto es que el uso de mascarillas en el transporte público es quizás la única medida de control pandémico que siguen percibiendo los ciudadanos en su día a día. Tiene sentido, después de todo su coste social y económico es bajo, y puede cuidar a algunos ciudadanos de riesgo que no tengan más opción que usar alguno de estos servicios para los desplazamientos de su día a día.

Sin embargo, no deja de ser absurdo que un usuario deba usar la mascarilla en el transporte que lo lleva a un cine, un restaurante cerrado o un evento de masas donde no necesita usarla. Como si el virus se transportara únicamente a través del transporte publicó, los taxis y las aplicaciones de VTC. 

De hecho ya empieza a comentarse que es posible que la medida sea levantada en ese primer trimestre de 2023. Aunque de momento no hay una fecha exacta se han dado algunos indicios de esta decisión desde el ministerio de sanidad. Lo cierto es que al menos en la capital es cada vez más evidente que un alto porcentaje de los usuarios se saltan esta normativa. No es que sean todos, pero es cierto que cada vez es más común ver rostros en el metro.

EL COSTO DE LAS MASCARILLAS

Las mascarillas han sido uno de los grandes gastos de los ciudadanos durante los años donde han sido obligatorias. Según un informe de la OCU los españoles se habían gastado unos 700 euros en promedio cada uno en mascarillas quirúrgicas durante los meses en que fue obligatorio usarlas en espacios cerrados y de uso público. Visto así no solo es importante que llegue el final del todo de esta medida, sino que sin duda se sentirá en el bolsillo.

Quizás la preocupación que puede mantenerse es la de las empresas farmacéuticas que se han enfocado en la producción de mascarillas quirúrgicas, o de tela. Si bien no sería raro que el uso de las mismas se normalice en algunos espacios como ocurre en algunas sociedades asiáticas. 

De momento hay que esperar para saber hasta cuando se mantendrá esta medida. Pero al menos los ciudadanos saben que tendrán una ligera ayuda en cuanto a seguir pagándolas. Lo cierto es que las mascarillas han sido uno de los símbolos más evidentes de la etapa pandémica y lo normal es que los ciudadanos quieran dejar de verlas. 


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