Decimos adiós a este 2022 con la mirada puesta en Estados Unidos (EE.UU.), donde una ola de frío procedente del Ártico mantiene en alerta a 13 estados en los que los operadores energéticos han pedido a 65 millones de ciudadanos que se preparen para cortes eléctricos. Los apagones han afectado ya a más un millón de hogares en el noroeste del país, la mitad de ellos en Nueva Inglaterra. Aunque a muchos les haya podido coger por sorpresa, lo cierto es que los responsables de las infraestructuras eléctricas advirtieron hace semanas de que este escenario podría producirse. Y allí no pueden culpar a Vladimir Putin.
«IMPULSO RADICAL» RENOVABLE
El pasado noviembre la Comisión Federal Reguladora de Energía dio la voz de alarma señalando que el «impulso radical» que está dando la Casa Blanca para reemplazar las plantas de combustibles fósiles con energía renovable está llevando a las redes eléctricas de Norteamérica al borde de una crisis, elevando los precios y aumentando los riesgos de apagones.
Precisamente el organismo ponía el foco en Nueva Inglaterra. En una entrevista concedida a la agencia Bloomberg, el republicano Mark Christie, que es uno de los cinco integrantes de esta Comisión declaro: «las luces rojas de alarma están parpadeando en todas partes y EE.UU. no va a tener suficiente suministro eléctrico este invierno».
Vemos, por lo tanto, una vez más como se atribuyen a factores externos (clima, guerras) problemas que tienen su origen en decisiones políticas. Y los que ponen estos hechos sobre la mesa no son peligrosos liberales que quieren reducir la capacidad de maniobra de los burócratas, sino las propias agencias públicas encargadas de velar por la seguridad del suministro de bienes y servicios que son imprescindibles no ya para la actividad económica, sino para la propia supervivencia.
CRECIMIENTO INESPERADO EN EE.UU.
En el ámbito macro, EE.UU. despide el año con una tasa de crecimiento del PIB y una fortaleza del mercado laboral que ha sorprendido incluso a la propia Casa Blanca, golpeando a los mercados ante las perspectivas de que la Reserva Federal se verá obligada a mantener los tipos de interés por encima del 5% durante más tiempo de lo previsto. La Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio ha revisado al alza el repunte del PIB del tercer trimestre hasta el 3,2%, cuatro décimas por encima de la estimación inicial.
Las razones que explican este dato se encuentran en el aumento de las exportaciones, el incremento del gasto público y un consumo doméstico que aguanta mucho mejor de lo esperado. Todo ello mientras la inversión se frena, no sólo en el ámbito inmobiliario, como algunos parecen querer apuntar. Con este panorama será difícil que Powell y sus muchachos se planteen un cambio de política monetaria. Como llevamos apuntando aquí desde hace meses el objetivo de los bancos centrales occidentales es destruir la demanda y de momento no parecen estar consiguiéndolo, al menos en EE.UU.
lo que más está sorprendiendo al mercado y la fed es la resiliencia de los hogares, que siguen gastando a pesar del aumento de los precios
Como señalaba en su edición de fin de semana el diario británico Financial Times, lo que más está sorprendiendo al mercado es la resiliencia de los hogares estadounidenses, que siguen gastando a pesar del aumento de los precios, del incremento de los tipos de interés hipotecarios y de los tambores de recesión. El comercio minorista espera elevar sus ventas entre un 6% y un 8% estas navidades, superando los récords registrados el pasado año y el índice de confianza del consumidor que publica la Conference Board está en su mayor nivel de los últimos ocho meses.
Hasta los responsables de la Reserva Federal muestran su estupor por el hecho de que la demanda interna aguante el golpe de las subidas de tipos, que cierran el año en el 4,5%. Mary Daly, responsable de la FED de San Francisco, ha calificado de «sorprendente» el aumento del consumo doméstico, que se apuntala en el hecho de que el mercado laboral sigue en pleno empleo, con unos salarios que ya crecen al mismo ritmo que la inflación subyacente.
Las familias que todavía conservan ahorro prepandémico se lo están fundiendo y las que no llegan a fin de mes elevan su gasto con tarjetas de crédito. Según Citigroup esta tendencia continuará al menos durante la primera mitad de 2023, lo cual obligará a la Reserva Federal a seguir endureciendo las condiciones de financiación DE EE.UU. para parar la máquina.
EL AVISO DE MORGAN STANLEY
Otros bancos de inversión, no son tan optimistas, Ellen Zentner, economista jefe para EE.UU. de Morgan Stanley considera que «los vientos en contra del año pasado están afectando a los consumidores y obligándoles a ser más conservadores en sus compras navideñas de este invierno». Según sus cálculos siete de cada diez familias están esperando a los descuentos.
Y es que los datos agregados ocultan que la demanda en restauración, ocio y viajes ha ido desplazado el gasto de los bienes a los servicios a medida que la pandemia ha ido remitiendo. Las compras de electrodomésticos, muebles y coches, han sido las más afectadas, y ahora las cadenas comerciales que venden productos de menos importe están empezando a comprobar cómo sus clientes buscan con más ahínco las ofertas y rebajas.
VUELVE EL COVID CHINO
Mientras todo esto sucede en la primera economía del mundo, su némesis china está viviendo un fin de año con un repunte de los casos confirmados de Covid que podrían llegar a los 250 millones si damos por buenos la estimación publicada en medios norteamericanos, lo cual implicaría que casi el 20% de los ciudadanos del país se habrían contagiado en lo que sería el mayor brote registrado hasta la fecha. Estos datos, según Bloomberg y Financial Times procederían de un documento expuesto en una reunión interna de la Comisión Nacional de Salud del gigante asiático que ha decidido dejar de publicar las cifras de contagios diarios.
Las autoridades chinas aseguran que las infecciones en las tres primeras semanas de diciembre ascienden a 62.000, una cifra que está a años luz de la expuesta en la prensa occidental. Lo que nadie dice es que la mortalidad es muy baja, aunque cinco modelos epidemiológicos realizados por la Universidad de Hong, Kong, la de Washington, junto con las consultoras Airfinity y Waigram Capital, así como la revista The Economist, vaticinan un millón de fallecidos por Covid en el país en los próximos meses, con un pico de la ola que llegará en marzo.
Deberemos esperar para saber si se trata de otra operación psicológica más para aterrorizar a la población o si realmente se producirá una crisis sanitaria.
EUROPA DIGIERE A LAGARDE
Y en Europa los inversores siguen digiriendo las palabras de Christine Lagarde del pasado 15 de diciembre, en la rueda de prensa posterior a anunciar una subida de 50 puntos básicos de los tipos de interés insistiendo en que seguirán en niveles «restrictivos» más tiempo de lo esperado. Incluso la deuda pública alemana ha sido golpeada por este tono hawkish de la presidenta del BCE, justo cuando el gobierno federal prepara la emisión de un nivel récord de deuda pública para financiar medidas de asistencia a empresas y hogares por el aumento de la factura energética.
En cuanto a la situación española, el INE ha rebajado una décima el alza del PIB del tercer trimestre, situándolo en el 0,1% respecto a julio-septiembre, aunque la tasa interanual asciende al 4,4%. El estancamiento es evidente y aunque las últimas estimaciones del Banco de España descartan la recesión en 2023, lo cierto es que veremos como las previsiones van empeorando progresivamente según avance el ejercicio. Es lo que sucede siempre antes de una caída del PIB, todos los niegan hasta que se produce. Y luego culpan a otro tanto de los errores en el diagnóstico como en los efectos del mismo.
RECAUDACIÓN FISCAL RÉCORD
Todo ello mientras el Ministerio de Hacienda sigue recaudando al mayor nivel de la historia aprovechando las subidas de precios. Los ingresos fiscales avanzan un 17% al cierre de noviembre, lo cual nos da una idea de cuál es la inflación real que permite al Fisco lograr casi 240.000 millones de euros en impuestos, la cifra más alta jamás registrada.
Aunque ello no redunda en una mejor calidad de los servicios públicos, basta con observar la situación de la atención primaria en el ámbito sanitario, el estado de muchos colegios públicos y los medios con los que cuentan los juzgados y las comisarías.
Eso sí, el presidente del Gobierno sigue viajando en su querido Falcon aunque en su agenda sólo tenga como tarea asistir al concierto de Joan Manuel Serrat en Barcelona. La versión española del Air Force One sirvió a Pedro Sánchez como carroza de Cenicienta para viajar a la Ciudad Condal y no perderse el fin de la gira del cantautor con la que concluye su trayectoria profesional. El pasado febrero le condecoró con la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio y no quería perderse su último concierto. Para estas cosas merece la pena pasarse por el arco del triunfo la huella de carbono.
En cuanto a la agenda semanal, los inversores estarán pendientes del índice Case-Schiller que mostrará la evolución del mercado inmobiliario de EE.UU., junto con los últimos datos de inventarios mayoristas, las ventas de viviendas de noviembre y los índices de Gestoras de Compra de Chicago. En España el viernes conoceremos el dato provisional de IPC de diciembre con el que prácticamente despediremos este 2022. La semana que viene les hablaremos de lo que nos espera para el nuevo año. Abróchense los cinturones.