Muchas mujeres utilizan tacones para estilizar su figura y presumir de calzado. De hecho, incluso en el día a día son uno de los complementos más habituales de gran cantidad de chicas de todas las edades. Cuando se acercan las navidades, además, pueden ser imprescindibles en momentos como la Nochebuena, la Nochevieja, las comidas de empresa, las salidas y quedadas con amigos… Pero nada es gratis en esta vida, y llevar tacones puede terminar siendo demoledor para los pies e incluso las piernas femeninas.
¿Existe alguna solución al respecto? En parte, podría decirse que sí. Algunos consejos permiten aligerar un poco el esfuerzo, y hacer que cualquiera pueda disfrutar de un momento de diversión sin tener que estar pensando en descalzarse a cada momento. Te comentamos algunos de los más prácticos y útiles.
1Las almohadillas, las mejores aliadas de los tacones
Hay que ser sinceros y reconocer que no existen los milagros que ayuden a que llevar tacones resulte tan cómodo como vestir un zapato plano o unas zapatillas. No obstante, las almohadillas con una ayuda que nunca tienen por qué estar de más. Es fácil conseguirlas (o hacerlas en plan casero, con algodón), y deben colocarse en la punta de los zapatos y en la parte del talón.
Así no solo se evitan incómodas rozaduras, sino que también se mejora la sujeción del pie, haciendo que este no sufra tanto como cuando va “suelto”. Por supuesto, en las fechas que estamos hablamos de zapatos cerrados. En verano con las sandalias es más complicado, aunque dependiendo del modelo tampoco imposible.