La combinación sorprendente para unas croquetas insuperables

Recetas de croquetas hay cientos, dependiendo de los ingredientes a utilizar y los trucos y modos para cocinarlas. Es uno de los platos más valorados y consumidos en España y en otros países. A todo el mundo les gusta. Es un entrante ideal, pero también vale como segundo plato con guarnición. La combinación de ingredientes para estas croquetas diferentes puede ser una sorpresa para la mesa navideña, que no todo tiene que ser marisco o guiso elaborados. Veamos cómo hacerlas y qué llevan. UN POCO DE HISTORIA DE LA CROQUETAS Las vemos como algo muy nuestro, pero cada país y cultura tiene sus formas de cocinar. Pero te va a sorprender el origen, porque nos remontamos nada menos que a los egipcios: comían algo llamado ta'miyya, unas bolas de harina fritas hechas con garbanzos, cebolla y especias. También aparecen en la cocina antigua griega, en este caso hechas con trigo, cebolla, pescado, pasas y especias. Luego se fueron extendiendo por Europa gracias a los cruzados, afianzándose en los siglos XVI y XVII. Y es que era una comida fácil de hacer y económica, y con la que puedes usar sobras de otras comidas, ahorrando dinero. LOS INGREDIENTES DE ESTAS CROQUETAS DIFERENTES Veamos qué llevan porque no son unas croquetas al uso sino unas de espinacas con toque de queso azul. Suena bien, ¿verdad? Pues veamos qué necesitas: 200 gr de espinacas frescas. 1 cebollaAceite de oliva. Un chorrito de nata o crema de leche. Queso azul. 2 huevos. Pan rallado. Sal, pimienta y aceite para freír. CÓMO PREPARARLAS Veamos la sencilla preparación de estas croquetas de espinacas y queso azul. Una receta para sorprender en las fiestas navideñas, a familiares y amigos. Lo primero es cortar la cebolla y sofreírla, con un poco de aceite de oliva. A continuación, agregas las espinacas frescas y salteas todo durante dos minutos. Añades un chorrito de nata o crema de lecha y lo dejas cocinar unos minutos más. LOS SIGUIENTES PASOS PARA ESTAS CROQUETAS DELICIOSAS Retiras del fuego lo anterior y es la hora de añadir el queso azul, mezclando bien. Lo siguiente es coger los huevos en un recipiente y añadir a la mezcla anterior. Añades la sal y pimienta al gusto y pasas al pan rallado, que colocarás en un plato. Coge una cuchara y forma unas pequeñas croquetas (aunque el tamaño y forma dependerá del gusto) y las pasas por el pan rallado. LOS ÚLTIMOS PASOS Ya queda poco y como ves es muy fácil. Coge una sartén y calientas el aceite para freír las croquetas. Cocínalas hasta que estén bien doraditas, que es lo ideal. Retiras las croquetas y las pones un plato con papel absorbente, para que suelte todo el exceso de aceite. Solo queda colocar y disfrutarlas bien calientes, más aún en estas fechas. CON QUÉ SERVIR ESTAS CROQUETAS ¿Y qué pasa con el acompañamiento, más aún en Navidad? Pues por qué no una salsa como la alioli, o un popurrí tan habitual, eso sí, siempre caseras. O acompañara con una ensalada. Las croquetas son uno de esos platos tan versátiles, que se toman de ración, de picoteo, entrante, plato único o segundo plato. También son perfectos unos tomates cherry como contraste, aunando con el crujiente exterior, la cremosidad del interior y la frescura de esta guarnición. Una maravilla. VERSIONES DE CROQUETAS EN OTROS PAÍSES Pero estas mezclas creativas también vienen de cocinas mas tradicionales como la italiana. De hecho, tienen su propia versión de esta receta, los llamados arancini sicilianos, unas deliciosas croquetas de risotto con azafrán. De todas formas, hay infinidad de propuestas en muchos países y que quieren evolucionar respecto a las típicas, aunque siempre alabadas, clásicas croquetas de jamón, pollo, cocido y bacalao, que serían las cuatro variantes estrella. LAS CROQUETAS, NO TAN CALÓRICAS En Navidad no nos preocupamos tanto, pero si nos preguntamos por ello de cara a lo que hay que bajar luego en enero. Pero, a pesar de su fama, no es para tanto, y más con esta versión tan sana con espinacas y queso azul. Son 60 calorías en 30 gramos de croqueta, lo mismo que una manzana, eso sí, antes de freír, que suben a 90. Claro, lógicamente nadie va a comer solo una croqueta, más aún cuando, si están deliciosas, tiendes a pasarte. Pero quédate con lo que aportan: mucho Omega-3, vitamina E, B y antioxidantes. También tiene minerales como potasio, sodio, magnesio, yodo y zinc. Luego ya depende de los ingredientes de las que están hechas.

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