Renfe y los transportistas agitan el final de año de la ministra Raquel Sánchez

La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, está teniendo un año complicado. La transformación energética, los problemas derivados por los abonos gratuitos de Renfe, la huelga de los transportistas en marzo, las dificultades para extender la liberalización de las vías de tren y la crisis por el final de la moratoria del decreto Ábalos han ocurrido una detrás de otra durante los últimos meses. Ahora tiene una huelga en el servicio de cercanías de Renfe, que además ha coincidido con el puente de La Almudena en Madrid y una nueva llamada a huelga de los transportistas, que exigen la misma mejora de condiciones en la que insistieron a principios de año.

Son dos nuevos problemas que subrayan una crisis más que evidente en España y Europa. Pero además son situaciones que debe resolver rápido. Con el Black Friday y la temporada navideña en ciernes, que ya de por sí se verán reducidas por la crisis que aún atraviesa el país, no puede darse el lujo de tener situaciones que interrumpan servicios necesarios para el consumo y el turismo. 

Además, tendrá que lidiar con dos problemas tan distintos como una queja de los sindicatos en Renfe, que señalan que necesitan tomarse medidas para permitir que se atienda de la forma correcta a todos los pasajeros manteniendo los abonos gratuitos durante 2023 y unos transportistas que aseguran trabajar a perdida. Con el reloj en contra, las próximas semanas serán clave para resolver estas dificultades.

EL DÉJÀ VU DE LOS TRANSPORTISTAS 

Lo cierto es que por estos días la ministra debe tener cierta sensación de Déjà vu. No es la primera vez este año que los transportistas llaman a una huelga, tampoco es primera vez que señalan el alto costo del combustible, ni aseguran que trabajan a perdida: Se trata, básicamente, de los mismos reclamos que hicieron en marzo cuando se disparó el conflicto en Ucrania y al mismo tiempo el precio de los combustibles. 

Al igual que en aquel momento ha mostrado sus dudas en cuanto a la necesidad de un paro del sector. En este caso directamente ha señalado la decisión de convocar un paro, liderada Plataforma en Defensa del Transporte, como «irresponsable» recordando que se mantiene trabajando para cumplir con los acuerdos firmados en marzo. El problema es que no solo han seguido aumentando los precios, sino que el transporte por carretera ya no es la prioridad, que ha empujado para que los transportes de materiales se realicen por la vía ferroviaria cuando sea posible, por ser la más sostenible. 

A esto, la plataforma ha sumado críticas hacia el manejo de las medidas ya aprobadas. Según ha explicado su presidente, Manuel Hernández, decisiones como que los conductores no puedan descargar su propio camión y que no se les pueda obligar a esperar más de una hora para cargar y descargar los vehículos, deben ser controladas por la Guardia Civil a quienes no se les ha permitido estas medidas.

En cualquier caso lo esperado es que este llamado a paro sea atajado pronto. En teoría empieza el lunes, pero sabiendo que el Black Friday puede ser clave para cerrar el año con números de consumo decentes en la temporada decembrina lo esperado es que se reúna en los próximos días.

UNA HUELGA DE RENFE REDUCIDA

Lo cierto es que la situación pudo ser bastante más complicada. Hace unas semanas Renfe pudo haber entrado a una huelga de una mayor escala. La actual, convocada por el sindicato CGT, es de una escala mucho menor que la llamada originalmente para coincidir con el puente de todos los santos. Con horarios limitados que chocan con el puente de La Almudena en la capital, pero que, de momento, no pasan por llamados de 24 horas.

A pesar de ello lo esperado es que lunes y viernes haya retrasos evidentes en el servicio. Lo cierto es que ya hubo una serie de acuerdos para revisar las escalas salariales y contratar a más empleados fijos para el año que viene. Ambas medidas se supone que sirvan para que los empleados puedan dar un mejor servicio de cara al 2023 cuando los abonos de corta y media distancia serán gratis todo el año, lo que ya se ha mostrado que ayuda al bolsillo de los usuarios, pero genera algunas dificultades clave para los usuarios.

De cualquier modo, la situación sigue siendo tensa. De momento hay diferencias en los números de cumplimientos de esta huelga entre el sindicato, que asegura se cumplió en un 35% y la ferroviaria estatal, que apunta se cumplió en tan solo un 3%. Evidentemente, es complicado saber el número exacto, aunque en estos casos suele estar en algún punto intermedio, y desde desde CC OO, UGT y el Semaf (Sindicato Español de Maquinistas Ferroviarios) han dejado claro que de no cumplirse las promesas podrían volver a convocar a un paro.

SEMANAS CLAVE PARA LA MINISTRA RAQUEL SANCHEZ

En cualquier caso en ambos casos pasa lo mismo. Son protestas hechas en momentos clave buscando una reacción rápida, y lo más probable es que la consigan. 2023 es año electoral y el Gobierno no puede permitirse que la navidad anterior sea más difícil de lo que ya va a ser.

Ernesto Rodriguez
Ernesto Rodriguez
Periodista, entrevistador e investigador de oficio. Amante del cine, la música y Political Junkie. Escribo de empresas de transporte, cultura y sanidad