Powell presiona a Lagarde, Alemania cuida a China y recesión hasta 2024

Comienza una semana clave con las elecciones de Estados Unidos como gran cita no sólo política sino también económica, ya que si el Partido Demócrata pierde el control de la Cámara de Representantes entonces la Casa Blanca perderá capacidad de maniobra para afrontar una recesión que todos consideran inevitable. Sobre todo después de que el presidente de la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés), Jerome Powell, haya alejado la posibilidad de una bajada de tipos de interés en 2023 y, con ello, descartado el famoso “soft landing” (aterrizaje suave) de la economía norteamericana.

POWELL: NO HABRÁ «PIVOT»

La reunión del comité federal de comité abierto del banco central de EE.UU. se saldó con una subida de las tasas de referencia de tres cuartos de punto (0,75) que deja los tipos en la horquilla del 3,75%-4%. El mercado esperaba que el mensaje de Powell dejara abierta la puerta a un freno en las subidas en los próximos meses, e incluso la banca de inversión confiaba en un giro (“pivot”) de la política monetaria que aportara combustible a la renta variable y redujera la presión sobre los bonos del Tesoro. Nada de esto sucedió.

Jerome Powell Fed
El presidente de la Fed, Jerome Powell

En realidad Powell dejó claro que los tipos de interés seguirán en terreno restrictivo durante un tiempo –mencionó el concepto “meseta”– aunque admitió que la FED está monitorizando la economía para calibrar cuál será el impacto de haber realizado incrementos en las tasas de referencia a una velocidad no vista en el presente siglo. El mercado descuenta que los próximos repuntes serán de cincuenta puntos básicos (0,50) pero que el tipo terminal, en el que se plante el banco central superará el 5%, por encima de las anteriores previsiones.

GOLPE A WALL STREET

Este posicionamiento de la Reserva Federal propinó un duro golpe a Wall Street, que cerró la semana con caídas, especialmente el tecnológico Nasdaq que perdió casi un 6%.

Ni siquiera el dato de empleo publicado el viernes pudo cambiar la tendencia, ya que aunque se ha registrado una desaceleración en el mercado laboral estadounidense, los 261.000 puestos de trabajo creados en octubre son un volumen lo suficientemente alto para que la FED no cambie el guión. Powell dejó claro que mientras la economía de EE..UU. no destruya empleo los tipos de interés seguirán subiendo.

Las repercusiones de esta agenda de la Reserva Federal se hicieron notar rápidamente en Europa, donde las primas de riesgo repuntaron por el temor a que el Banco Central Europeo (BCE) tenga que seguir subiendo las tasas de referencia.

La economía de la eurozona no es tan fuerte como la de EE.UU. y las diferencias estructurales entre los distintos países, junto con unos mercados muy rígidos y la crisis industrial provocada por el aumento del coste energético, no permiten seguir endureciendo las condiciones de financiación sin poner en riesgo la solvencia de los estados, familias y empresas.

LAGARDE (BCE): «UNA RECESIÓN NO SERÁ SUFICIENTE PARA REDUCIR LA INFLACIÓN»

Por eso la presidenta del BCE, Christine Lagarde, mostró públicamente su enfado al señalar que las subidas de tipos de la Reserva Federal provocarán un “efecto contagio” en el Viejo Continente, añadiendo que “una recesión no será suficiente para reducir la inflación”.

Toda una declaración de intenciones que augura una recesión mayor de lo esperado. Las previsiones del Banco de Inglaterra quizás sean las más certeras y nos pongan sobre aviso al resto: caída del PIB al menos hasta 2024 acompañada de subidas de impuestos y reducciones de gasto. 

LOS CIUDADANOS PAGAN LOS PLATOS ROTOS

Este es el gran elemento clave de la crisis en la que estamos inmersos. Acumular montañas de deuda para salir de anteriores recesiones ha creado el caldo de cultivo inflacionario que, regado con tensiones geopolíticas, ha puesto a la economía mundial (especialmente la occidental) de rodillas.

Y serán los ciudadanos, como siempre, quienes paguen los platos rotos mientras los verdaderos responsables de la crisis (banqueros centrales, políticos y directivos de multinacionales con privilegios estatales) se irán de rositas. Veremos si el BCE y la FED mantienen el guión cuando el desempleo se dispare, la morosidad inunde los balances de las entidades financieras y las industrias echen el cierre, especialmente en Europa.

CHINA DA ALAS A LAS BOLSAS

La buena noticia en esta ocasión viene de China, donde el rumor de que el Gobierno podría relajar su política de “covid-cero” disparó los índices bursátiles del país e incluso contagió parte de ese optimismo a los mercados europeos. La Bolsa del gigante asiático cerró su mejor semana desde 2011 a pesar de los malos datos de PMI que confirmar que su economía está contrayéndose.

Estamos en un momento en el que el mercado está ávido de buenas noticias y, como no llegan, simples rumores permiten agarrarse al clavo ardiendo del optimismo.

En estos momentos no faltan quienes gritan a los cuatro vientos que lo peor ha pasado ya, que hemos visto los suelos de los índices bursátiles y que nos espera un rally alcista que se confirmará en 2023.

quien no vea que el mercado está en una situación estructuralmente bajista es que no tiene información o vive de vender brotes verdes

No les hagan caso, quien no vea que la situación de mercado es estructuralmente bajista es porque no tiene suficiente información o, en la mayoría de las ocasiones, porque vive de vender brotes verdes. La volatilidad seguirá siendo la gran protagonista y habrá oportunidades para lograr rentabilidad, pero con un riesgo sólo asumible por profesionales. Como decimos en España, los experimentos mejor hacerlos con gaseosa.

RAPAPOLVO DEL BUNDESBANK A ESPAÑA

En España la visita del presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, ha dejado un mal sabor de boca a las autoridades económicas. La vicepresidenta Nadia Calviño recibió un rapapolvo –en privado y en público– por el impuesto a la banca, que el Ejecutivo español quiere imponer justo a las puertas de una crisis financiera.

El banquero germano dijo que el coste lo pagarán los clientes de las entidades financieras y pidió a España una política fiscal más responsable. Un aperitivo de lo que nos espera el próximo año, o el siguiente, cuando España se vea obligada a solicitar, de nuevo, el rescate. Esta vez se llamará TPI.

Para eludir este golpe, Pedro Sánchez ha decidido cargar contra el vicepresidente español del BCE, el ex ministro Luis de Guindos, acusándole de estar detrás del informe elaborado por el banco central que critica la nueva fiscalidad que quiere imponer España al sector financiero. Parece olvidarse el presidente de que el documento se aprobó por unanimidad y lleva la firma de Lagarde. O a lo mejor lo sabe bien y lo que está haciendo es preparar el terreno para la batalla electoral, porque Guindos quiere ser el nuevo vicepresidente económico en un Gobierno de Núñez Feijoo.

SIGUE EL CULEBRÓN EN CEOE

Mientras, los grandes empresarios siguen malgastando su tiempo en peleas intestinas en el seno de CEOE. Tal como avanzó en exclusiva MERCA2 los grandes grupos corporativos catalanes junto con la patronal catalana no quieren que Antonio Garamendi continúe en la presidencia y han impulsado una candidatura alternativa.

La elegida para enfrentarse al empresario vasco es la catalana Virginia Guinda, vicepresidenta de Foment del Treball. El que no se presentará será Gerardo Pérez, responsable de Faconauto y al que han eliminado de la carrera electoral. 

LA VISITA DEL CANCILLER ALEMÁN A CHINA PARA REFORZAR LOS LAZOS COMERCIALES ENTRE AMBOS PAÍSES PONE NERVIOSA A LA CASA BLANCA

Terminamos nuestro resumen por la actualidad económica poniendo el foco en la visita del canciller alemán Olaf Scholz a China, país que es el primer socio comercial del país germano aunque muchos parezcan olvidarlo, sobre todo aquellos que defienden romper lazos con el gigante asiático aunque ello suponga que los europeos volvamos a las cavernas.

Scholz es el primer líder del G7 que acude al país desde que se decretó la pandemia y su encuentro sirvió para confirmar que Alemania y China “profundizarán la cooperación” en los próximos años. Algo que no ha gustado a la Casa Blanca, motivando incluso una visita en persona del secretario de Estado, Antony Blinken, para recordarle al Gobierno alemán quién manda.

En cuanto a la agenda semanal –además de la cita electoral en EE.UU.– conoceremos el IPC de octubre del país norteamericano y de China, las previsiones económicas de otoño de la Comisión Europea, las ventas minoristas en la eurozona y el dato de PIB del tercer trimestre de Reino Unido. También se publicarán los resultados trimestrales de varios grupos empresariales de relevancia y ojo también a la producción industrial de Alemania, que se anunciará este mismo lunes.