El espíritu de la ‘Supercuenta’ vuelve a Banco Santander

Banco Santander está dispuesto a ir a la guerra en lo referente al pasivo. Falta por saber cuándo empezará la batalla y qué papel asumirá la entidad que tiene como consejero delegado a José Antonio Álvarez. Al hablar del pasivo, el CEO volvió a poner una palabra en el tapete que llevaba tiempo fuera de uso por culpa de los tipos negativos: agresividad. Esa manera de deslizar que van a dar la lucha por el pasivo recordó tiempos pasados cuando el banco, con Emilio Botín como presidente, rompió el mercado en 1989 con la ‘Supercuenta’, un producto por el que entonces dio un 11% de interés y que tuvo un impacto brutal en el mercado español. Entonces BBV respondió con ‘El Libretón’. Esa batalla fue tan fascinante entonces como difícil de repetir en la España de hoy. La incógnita es a qué punto llegará la agresividad comercial de Banco Santander.

CAMINO DE LOS 10.000 MILLONES

El CEO de Banco Santander, José Antonio Álvarez, tocó todos los temas candentes en la rueda de prensa posterior a la presentación de resultados del tercer trimestre. La entidad ganó más de 7.000 millones hasta septiembre y camina hacia los 10.000 millones de beneficio. Estos resultados, salvo sorpresa que no se espera, fueron los últimos que presentó Álvarez, ya que no será ya CEO de la entidad cuando se presenten los resultados anuales. El consejero delegado dejará el cargo el 1 de enero de 2023 y su sustituto será Héctor Grisi, actual CEO de la filial mexicana del grupo Santander.

El pasivo, las hipotecas, el posible incremento de la morosidad y el impuesto a la banca fueron los temas más recurrentes en el marco de las preguntas de los periodistas para Álvarez y el director financiero, José García Cantera.

Las hipotecas, la morosidad y el impuesto a la banca fueron los temas recurrentes por los que se pregunto al cEO

En el caso del pasivo, Banco Santander no ha entrado por el momento en la batalla de remunerar de modo permanente las cuentas, aunque sí tiene promociones al uso, es decir, que dan un importe para los nuevos clientes. Ahora bien, la entidad se encuentra preparada para hacer incluso de modo agresivo, como vino a decir el número dos del banco en la ronda de preguntas. Lo que señalan en Banco Santander es una cuestión lógica: los tipos están subiendo y suben los créditos, lo hará el pasivo.

LA EVOLUCIÓN DE LA OFERTA

En palabras del CEO, la oferta de depósitos del banco irá evolucionado con el tiempo. En este campo, Álvarez apuntó a que los depósitos a plazo desaparecieron en los últimos años y el ahorro se fue a las cuentas corrientes y a los fondos, donde siguen estando. No obstante, señaló que la oferta de fondos tipo monetario ya empieza a ofrecer rentabilidades atractivas, la de Banco Santander cerca del 2%. Según el CEO, la oferta del pasivo «se irá normalizando».

En este campo, hay un factor que hace que el banco no tenga prisa: tiene 60.000 millones de euros más en depósitos que créditos, lo que implica que no tiene que luchar por contar con más liquidez y además la demanda de hipotecas con los tipos subiendo no va a ser descomunal. Mientras, en España, el banco creció un 15% en depósitos año contra año y un 5% en relación con el segundo trimestre. Es decir, sin pisar a tope el acelerador, crecen.

RESULTA DIFICIL QUE VUELVA UNA GUERRA COMO LA DE LA ‘SUPERCUENTA’ Y ‘EL LIBRETÓN’

Como suele decir el consejero delegado, la entidad está atenta a cómo evoluciona el mercado, pero, aunque el banco pueda ser agresivo para captar pasivo y resulta difícil pensar que pueda repetirse una guerra como la que vivieron Banco Santander y BBV por el pasivo. Uno con la Supercuenta, que en 1989 arrasó el mercado y provocó la respuesta del eterno rival con ‘El Libretón’. Los porcentajes de aquellos años son irrepetibles.

La fórmula de El Libretón fue lanzada por BBV en 1990 en medio de la guerra de las supercuentas y consistió en la oferta de un regalo promocional a los clientes que aportase a esa cuenta una determinada cantidad de dinero. Fue la respuesta del entonces BBV a la Supercuenta de Banco Santander, que entonces comandaba Emilio Botín. La entidad de origen cántabro destrozó el tablero del pasivo dando un 11% y puso a rebufo al resto del sector financiero. Fue un exitazo y la hemeroteca así lo refleja: “La ‘supercuenta’ del Banco Santander eleva sus depósitos en 150.000 millones de pesetas en dos meses», tituló El País el 16 de diciembre de 1989. «Las cuentas corrientes han aumentado en más de 150.000 millones de pesetas entre septiembre y octubre, mientras que la media del resto de los grandes bancos nacionales no supera los 1.400 millones de pesetas», contó Salvador Arancibia en la crónica que firmó sobre el tema. Estas cifras en pesetas son 900 millones de euros frente a 8,4 millones de euros. Una barbaridad, ya se ahora o en 1989.

LAS GUERRAS QUE VIENEN

Álvarez se mostró muy tranquilo ante la prensa pese a todas las ‘guerras’  con las que el banco tendrá que lidiar, unas batallas que son también las del resto del sector.

Algunas de estas luchas traen de la mano la presión del Gobierno. Primero está la de las hipotecas, donde el Ejecutivo espera medidas de los bancos para aliviar a los vulnerables y la clase media que tengan dificultades para pagar la hipoteca. Banco Santander señala que siempre trabaja con sus clientes para resolver situaciones de este tipo. Las subidas fuerte llegarán en noviembre, según dijo Álvarez, y es de esperar que la morosidad pueda subir, algo que asumen y para lo que están preparados en Banco Santander.

El CEO sí que se mostró preocupado por si hubiera una fuerte destrucción de empleo EN ESPAÑA

El CEO sí que se mostró preocupado por si hubiera una fuerte destrucción de empleo. En plata, si hubiera muchos despidos y desempleados. La crisis de 2007 y sus brutales efectos están muy presentes, aunque, según el banco, ni en cuestión de empleo ni en la caída de los precios de la vivienda estamos hoy en el contexto de 2007.

Está por ver qué respuesta dará el sector al impuesto a la banca

En cuanto al impuesto del Gobierno a la banca, en Banco Santander, al igual que en otras entidades, no entienden que se graven los ingresos y no los beneficios. Está por ver qué respuesta dará el sector, que no descarta recurrir el impuesto ante los tribunales.

La batalla de la inflación, de la pérdida de poder adquisitivo de los empleados, esperan que termine en buenos términos con los sindicatos. Por ahora, el acuerdo está lejano, pues ni se ha abierto la mesa del convenio de banca, que está en vigor hasta finales de 2023. Las centrales quieren que se negocie antes,  pero, por ahora, no convencen a las entidades financieras.

José María Lanseros
José María Lanseros
José María. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Redactor especializado en el sector financiero, en especial lo relacionado con banca y seguros. Me encanta mezclar y empresa y deporte y estoy empezando a tomarle el pulso al sector de las telecos.