miércoles, 11 diciembre 2024

Renfe espera recuperar las cifras precovid del AVE en 2023

Renfe prevé volver a alcanzar el año que viene los 34,5 millones de viajeros que transportó en sus servicios comerciales en 2019, antes del estallido de la pandemia, tras no haberlo logrado este año a causa de las consecuencias de la crisis sanitaria, el auge del teletrabajo y la entrada de la competencia.

En su intervención en una comisión del Congreso de los Diputados para explicar las principales partidas presupuestarias de la empresa, el presidente de Renfe, Isaías Táboas, ha admitido que, a parte de los efectos de ómicron a principios de año y los cambios de hábito en los desplazamientos laborales, la entrada de Ouigo ha contribuido también a no alcanzar el objetivo de recuperar todos los viajeros anteriores al Covid-19.

No obstante, sí se ha mostrado confiado en que el año que viene, tras tres años de recuperación, la compañía recuperará todo lo perdido, lo que vendrá acompañado de un beneficio antes de impuestos para la empresa de 98 millones de euros y un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 555 millones de euros.

Los ingresos totales presupuestados ascienden a 4.622 millones de euros, lo que supone un incremento del 9,6% respecto a la previsión de cierre de 2022. La mayor parte de los ingresos (2.594 millones de euros) corresponde a la venta de títulos de transporte de viajeros y mercancías, que supone una previsión de incremento del 14% sobre la previsión de cierre de 2022.

En el plano financiero, otro de los lastres que se ha sumado a la pérdida de viajeros por las restricciones a la movilidad es el precio de la energía, que todavía concentra el 20% de los costes de explotación, en contraste con el 7% que suponía en 2019.

Para 2023, Renfe prevé una inversión total de 763 millones de euros, siendo la partida más importante la correspondiente a la compra y mejora del material rodante actual (568 millones), que suponen tres cuartas partes del presupuesto de inversión.

Entre estas inversiones se encuentran las anualidades de los contratos de material en curso: los 31 trenes de ancho métrico y 6 trenes alpinos; los 211 trenes de Cercanías de Gran Capacidad; el suministro de trenes eléctricos de Cercanías y Media Distancia, de los cuales se han adjudicado recientemente 28 trenes de Media Distancia; o la adquisición de locomotoras de gran potencia para trenes de Mercancías, entre otros.

NEGOCIACIÓN CON SINDICATOS

Durante su intervención, Táboas ha anunciado también que la empresa ya ha comenzado a entablar conservaciones con los sindicatos, tras las últimas medidas aprobadas por el Gobierno que le permitirán aumentar la masa salarial por encima del 2%.

Las negociaciones continuarán la próxima semana y el presidente de Renfe espera que se encuentre una solución. Mientras tanto, los sindicatos han convocado una huelga de tres días para el próximo 28 de octubre y 7 y 11 de noviembre.

RENFE MANTIENE UN OJO EN EL EXTRANJERO

Táboas se ha referido, igualmente, a algunas de las novedades más importantes en otro de los ejes prioritarios de la compañía, como es el de la internacionalización. En este sentido, ha indicado que tras el anuncio de SNCF para poner fin a la colaboración mantenida a través de Elipsos Internacional, ya está trabajando en la futura explotación de servicios comerciales de alta velocidad entre Barcelona-Lyon, y Madrid-Barcelona-Marsella, con el objetivo de llegar hasta París.

En Reino Unido, está valorando participar como socio estratégico de operación, junto con Grand Union Trains, en un nuevo servicio comercial entre Londres y Gales que supondría, si prosperara, el primer acceso al mercado ferroviario británico.

Finalmente, Renfe firmó el pasado mes de agosto un contrato con Rail Báltica, como parte de un consorcio en el que también participan DB e Ineco, para asesorar la puesta en marcha de una línea ferroviaria que unirá las tres capitales bálticas entre sí, y con la red ferroviaria europea.

ESPERAN MANTENER LOS DATOS A PESAR DE LA COMPETENCIA

Lo cierto es que algunas rutas ferroviarias, como la de Madrid – Barcelona, ya están en los números que tenían antes de la pandemia, pero Renfe ha tenido que compartir los usuarios con Iryo y Ouigo como también tendrá que hacerlo pronto en Valencia y Malaga. Son puntos importantes de la empresa estatal de cara a los próximos meses.

No es casual, por tanto, que quieran completar la recuperación de su servicio estrella en 2023. El Ave sigue siendo el buque insignia de la estatal, a pesar del reforzamiento de los servicios de cercanías y la inauguración del servicio LowCost, el AVLO, que está pensado para competir con la empresa francesa. Es un punto que los obliga a presionar si quieren mantenerse como la principal opción de viajes en tren para los ciudadanos españoles.


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