Los malabares de Enagás para mantener su cada vez más abultado dividendo

Si hablamos de dividendos, Enagás se ha convertido en los últimos años en la reina de las retribuciones al accionista. Una situación que puede cambiar en el medio y largo plazo si la gasista española no toma medida respecto al descenso de los ingresos de su negocio regulado en el mercado nacional. Los expertos siguen dudando de que la compañía presidida por Antonio Llardén sea capaz de afrontar el gasto que requiere el jugoso pago al que se ha comprometido a abonar en los próximos años.

Lo cierto es que las perspectivas de beneficios de la compañía contemplan una reducción al menos hasta 2026, especialmente por el marco regulatorio español impuesto por el Gobierno desde el ejercicio anterior. La normativa afecta a Enagás de forma sensible ya que la mayor parte de su negocio pasa por el gas natural.

Una situación que los expertos ven como el principal factor que amenaza su dividendo. Según el plan estratégico de la compañía, la intención es mantener la retribución hasta 2026, no solo sin reducir el precio a pagar por acción, sino aumentándolo un 1%, hasta los 1,74 euros por acción, tanto este ejercicio como el siguiente.

Se trata de un ambicioso plan de retribución al accionista que desde Enagás han llevado por bandera en la última década. La gasista ha ido aumentando el pago a los inversores cada año, desde los 0,838 euros por título que retribuía en 2010 hasta los 1,74 euros actuales. El problema ahora es la complicada situación económica marcada por la inflación y el aumento de costes, así como el marco regulatorio al que se enfrenta en los próximos años.

ENAGÁS PUEDE TENER PROBLEMAS MÁS ALLÁ DE 2023

Las voces críticas consideran que más allá de 2023 Enagás puede tener problemas en este aspecto. «La venta de activos de Enagás y su positivo perfil de flujo de caja libre podrían ayudar a mantener el plan de dividendos de 2021-2023, aunque una creciente inclinación hacia los rendimientos no regulados en el extranjero podría poner en riesgo la sostenibilidad de su pago a largo plazo», explican desde Bloomberg Intelligence en un reciente análisis.

Los analistas de Citi también han sido especialmente críticos con la elevada retribución al accionista que ha mantenido la compañía. En un informe publicado a principios de octubre, la firma neoyorquina volvió a advertir de la insostenibilidad del dividendo de la gasista, debido a su «escaso atractivo inversor» por la previsión de reducción de sus resultados hasta 2026.

Asimismo, destacaron la presión a la que se enfrenta por las subidas de tipos de interés que está llevando a cabo el Banco Central Europeo (BCE), debido a que supone una limitación para las oportunidades de creación de valor de los activos españoles. Una situación por la que consideran insostenible el reparto del abultado dividendo, según las previsiones que manejan para sus flujos de caja.

EL PLAN PASA POR LA VENTA DE ACTIVOS Y LA INVERSIÓN EN RENOVABLES

Bajo este contexto, Enagás ha ido moviendo las fichas de su negocio para poder afrontar los generosos desembolsos anuales que ha prometido. De esta manera, la venta de activos como las participaciones en la chilena GNL Quintero o el gasoducto mexicano Morelos, así como la inversión en energías renovables como parte la diversificación de su negocio pueden dar respaldo a corto plazo al mantenimiento del dividendo.

«Estas operaciones han reducido el riesgo del objetivo de ingresos por rotación de activos de la empresa, que sigue siendo clave para sostener el plan de dividendos cada vez más oneroso de Enagás a corto plazo. Esperamos una actualización de la reconfiguración de la cartera de la empresa española hacia Europa, ya que se enfrenta a una visibilidad de crecimiento limitada», destacan los expertos de Bloomberg Intelligence.

En este sentido, los analistas creen que el flujo de caja libre positivo en este periodo y el capital recibido por las desinversiones en Latinoamérica serían suficiente para sostener el dividendo durante el ejercicio siguiente. De igual forma, creen que los bajos desembolsos de capital compensarán el descenso en los ingresos del negocio regulado.

Sin embargo, ven probable que Enagás sufra un repunte en su endeudamiento este año por la parte de la deuda en dólares de su filial estadounidense Tallgrass, ya que con las subidas de tipos de interés de la Fed el billete verde está siendo protagonista en detrimento de divisas como el euro.

LOS BAJISTAS APRIETAN A LA ESPERA DE LOS RESULTADOS

Y mientras Enagás sigue inmersa en esta reestructuración de su negocio, la caída de su cotización en el mercado es cada vez más acentuada. Las acciones de la energética pierden más de un 25% de su valor desde enero y se sitúan en los 15,25 euros. Un descenso en el Ibex 35 del que los fondos bajistas han estado beneficiándose.

La compañía que preside Antonio Llardén y dirige Arturo González Aizpiri acumula posiciones cortas del 2,23% de su capital social. Se trata de la tercera compañía del Ibex que más capital tiene en manos de los hedge funds que buscan obtener beneficios gracias a sus caídas en bolsa. Actualmente son dos las firmas de inversión que apuestan contra Enagás, una de ellas habiendo incrementado su posición recientemente.

Covalis Capital cuenta con cortos del 1,26%, tras haberlos incrementado el pasado lunes, mientras que BlackRock tiene abierta una posición del 0,97% en el capital de la gasista. A la espera de los resultados del tercer trimestre previstos para el próximo 25 de octubre, los bajistas siguen ganando en su ofensiva contra Enagás.