Los tres operadores ferroviarios que hay actualmente en España, Renfe, Ouigo e Iryo, han cerrado una compra conjunta de electricidad que cubrirá la energía necesaria para prestar el servicio en un 40% de la red de alta velocidad española.
Según informan fuentes del sector, las operaciones conciernen a los meses de noviembre, diciembre y al primer trimestre del próximo año y el precio ronda los 300 euros el megavatio hora (MW/h), una cantidad que no incluye algunos gastos adicionales como el acceso a terceros a la red (ATR).
El objetivo principal de las tres compañías ferroviarias es reducir la alta volatilidad de los costes de la energía, que es una de las mayores partidas de gastos, y contar así con la visibilidad suficiente para planificar la actividad de los próximos meses, con un precio cerrado.
No obstante, solo un 50% del precio pactado está realmente cerrado, puesto que la otra mitad es variable por su relación con el tope al gas, además de que no incluye el ATR y otros gasto de Adif que, en su conjunto, alcanzan una media cercana a los 30 euros MW/h.
Después de que la pandemia y la guerra en Ucrania hayan cambiado todos los escenarios bajo los que se aprobó la liberalización ferroviaria y se firmasen los contratos en 2019, Adif está flexibilizando las condiciones a los operadores para que puedan seguir con su operativa e incrementando el tráfico de viajeros, una de las herramientas más importantes para avanzar en la lucha contra el cambio climático.
El cierre conjunto de estos precios fijos hasta marzo de 2023 es una respuesta provisional dada por Adif, mientras se estudia el próximo gran contrato que licitará próximamente para la compra de la energía con la que se mueven los trenes.
Para este futuro contrato, que se aplicará desde abril 2023, Ouigo ya ha pedido que los operadores puedan pedir cierres a Adif, de manera independiente, y que cada operador pueda así desarrollar su propia estrategia de compra en el mercado, siempre quedándose en el sistema de compra centralizada por Adif.
De hecho, las conversaciones de Adif con las empresas va orientada actualmente a que esas órdenes de cierre estén relacionadas con el consumo propio de cada operadora y no solo los lotes, garantizando una mayor autonomía a los operadores ferroviarios.
UNA BUENA RED DE APOYO PARA INVIERNO
La apuesta de las tres ferroviarias de blindarse en cuanto al gasto de la luz de cara al invierno no es casual. El precio de la factura eléctrica ha sido una de las principales causas de la inflación en los últimos meses y con este acuerdo pueden cuidarse de que sus precios no se disparen inmediatamente, en particular dado que apuestas como Ouigo o el Avlo dependen de su imagen como «Low Cost».
Por otro lado, para los planes de transformación energética es importante que se mantenga el crecimiento de las empresas ferroviarias, que se ha mantenido en lo que va de año. Es un punto que entienden y por el que además están trabajando en adaptarse a tecnologías a base de hidrógeno.
MEDIDAS ESPERANDO LA CRISIS
Lo cierto es que las empresas ferroviarias ya tienen meses preparándose para el golpe que seguramente tendrán que enfrentar los primeros meses del próximo año. Ya habian negociado con Adif para poder disminuir la frecuencia de sus viajes en caso de que fuese necesario, y han trabajado para reforzar algunas rutas que no necesariamente están relacionadas con el turismo.
Son medidas con las que esperan defenderse ante la inevitable tormenta que Europa, y el resto del mundo, tendrán que afrontar hasta que la crisis ucraniana tenga alguna salida. De todos modos, la alta velocidad puede seguir presumiendo de tener el mayor crecimiento de todos los medios de transporte en el país, marcando distancia sobre el transporte aéreo. Son números que podrían mejorar si terminan de cerrarse los acuerdos para conectarse con Francia.
LA LIBERALIZACIÓN DE CONSOLIDA
Este acuerdo además demuestra que las tres empresas ya están bastante seguras de que tendrán que convivir en las vías españolas los próximos años. Es un punto que desde Ouigo y Renfe ya se subrayó cuando la francesa abrió su recorrido entre Madrid y Valencia, y que será más evidente en los próximos meses cuando Iryo haga lo mismo.
Pero al mismo tiempo parece que además de entender la competencia, se entiende que los trenes son un frente común. Poco a poco le están comiendo la tostada a los aviones, pero aún tendremos que esperar un tiempo para saber si la tendencia se consolida en toda Europa.