Parece que es imposible que la discusión entre el Taxi y las VTC llegue a una tregua. Tras varios encontronazos entre el Gobierno, el decreto Ábalos calmó las aguas por un tiempo, pero su final ha vuelto a poner a ambas partes en pie de lucha. Es el caso de la capital, donde una regulación que las VTC consideran como favorable ha hecho que los taxistas y sus agrupaciones vuelvan a protestar.
Tras presentar un primer recurso contra lo que llama la «Ley Uber» apoyados por Podemos ahora los taxistas han convocado un referéndum interno donde esperan mostrar un rechazo común a esta regulación. Sin embargo, es una regularización que de hecho les permitiría mayor libertad de maniobra en temas como costos y horarios. Sumada a la reacción negativa a la regulación andaluza, parece evidente que cualquier opción de convivencia la ven como inviable.
LÍNEAS ROJAS PARA LOS TAXISTAS
Lo cierto es que las nuevas medidas tocan varios factores, creen que terminaran por afectar el servicio. Por un lado, elimina los límites de horarios, permitiendo que trabajen 24/7, además corta con las regularizaciones de precios en el sector y aumenta la cantidad de licencias que cada empresa puede tener a 50.
los mensajes siguen siendo de rechazo a esta desregularización
Aunque puede parecer que esto les da más libertad desde el sector, los mensajes siguen siendo de rechazo a esta desregularización. Según declaraciones de Jesús Fernández, vicepresidente de la Federación Profesional del Taxi de Madrid, las nuevas medidas pondrían a los taxis a competir entre ellos, equiparando la situación a lo que llaman países en vías de desarrollo. Según el comunicado en la página web de la federación, su deseo es una regulación que no les quite «los días de descanso que se señalaron hace 40 años», y defienden las tarifas que «han sido siempre de obligado cumplimiento».
MADRID ASEGURA QUE LOS TAXIS «PERDERÁN LA NOCHE Y LOS FINES DE SEMANA»
Por su lado, el consejero de trasportes de la comunidad de Madrid, David Pérez, aseguró que la nueva regularización es la única que permite la convivencia de ambos modelos. Según explicó sin eliminar las regulaciones de horario y de precios, no sería viable que los taxis pudiesen competir con las VTC en horarios nocturnos o los fines de semana, cuando Uber y Cabify son las opciones predilectas.
En las palabras de Pérez, desde la Comunidad «trabajan por el bien del sector», asegurando que es una regulación en la que «caben todos». De hecho, el consejero ha asegurado varias veces que su meta no es dañar a los taxistas, de hecho hace un mes la presidenta Isabel Díaz Ayuso aseguró que desde la comunidad no «dejarían caer al taxi» y que con la nueva regulación los conductores facturarían más.
desde la Comunidad «trabajan por el bien del sector», asegurando que es una regulación en la que «caben todos»
Es un mensaje que desde la comunidad se ha repetido una y otra vez, donde aseguran que la solución no es dejar por fuera las nuevas opciones, sino que el sector del taxi se reinvente para adaptarse. Mientras tanto, los taxistas siguen llevando sus quejas a todas las instituciones que las escuchan, incluyendo Bruselas. Lo cierto es que la nueva regulación madrileña también suma alguna restricción a las VTC, en particular la de cancelar el viaje sin pagar un costo compensatorio a los usuarios de la app.
Lo cierto es que en Madrid están la mayoría de las licencias de Uber, Cabify y Bolt. Solo en la capital hay más de 8000 de las 17.108, casi la mitad del negocio español. Pero ese número representa aproximadamente una licencia de VTC por cada dos de taxi, lejos de 1 por 30 que esperan estos últimos.
SE REPITE EL GUION EN ANDALUCÍA
Lo cierto es que aun con las restricciones en Andalucía que se han aplicado a Uber, Cabify y compañía, no parece que los taxistas estén demasiado contentos. Desde la aprobación de la nueva regulación, la última semana de septiembre, han insistido en que esta no es suficiente, aun si cumple con casi todas sus peticiones. Para el sector taxi la convivencia con las VTC sigue siendo inviable en la comunidad.
Eso los ha llevado a protestas en Sevilla y Málaga plantearse la posibilidad de un paro. En la práctica, la legislación andaluza, a diferencia de la madrileña, no tendría por qué afectarles dado que simplemente pone nuevas limitantes a las VTC.
Desde el Parlament se han asegurado de hacer casi imposible el trabajo de estas nuevas tecnologías
Con la regulación que si parecen estar de acuerdo es con la catalana. Desde el Parlament se han asegurado de hacer casi imposible el trabajo de estas nuevas tecnologías. Es una legislación parecida a la que se espera se apruebe en Valencia en las próximas semanas. Son mercados donde funcionan gracias a las licencias otorgadas los primeros meses de la moratoria del decreto Ábalos, pero donde al menos Uber asume que funcionan en una profunda incertidumbre.
En cualquier caso, esto parece lejos de terminar, y con Cabify y Uber anunciando no solo que insisten en quedarse en España sino en que su negocio crecerá. Toca esperar para saber si pueden superar las presiones que siguen saliendo desde los taxis.