sábado, 14 diciembre 2024

Cuando el Real Madrid se merendó en Nápoles los Buitoni de Maradona

Cuando el Real Madrid se merendó en Nápoles los Buitoni de Maradona

Dice el tango que 20 años no es nada. Pues 25, tampoco. Esos 25 son los años que ha cumplido recientemente uno de los partidos más intensos de la antigua Copa de Europa: el Nápoles-Real Madrid de los dieciseisavos de final de la Orejona (campaña 1987-88). El cuadro italiano tenía al mejor jugador del mundo, Diego Armando Maradona, y el Real Madrid era el mejor equipo del Viejo Continente, pese a lo cual no ganó el título, un título que le resistía desde 1966. La Quinta del Buitre aún sueña que ese trofeo es suyo, pero cuando se despierta, la copa se esfuma. Un equipo infumable el PSV Eindhoven, se llevó el trofeo y dejó sin la Copa de Europa más merecida al Madrid. Sanchis sanó las heridas colectivas de ‘La Quinta’ al levantar como capitán ‘La Séptima’ en 1998 y ‘La Octava’ en 2000.

COPA BRUTAL

La edición de Copa de Europa 87-88 fue brutal para el Real Madrid. Bestial por los rivales eliminados hasta las semifinales y salvaje, por la manera en la que cayó el equipo merengue en la vuelta de la semifinal ante los horribles neerlandeses del PSV, un equipo indigno de ser campeón de Europa. Los blancos dejaron por el camino al Napoles dieciseisavos de final; al Oporto, en octavos; al Bayern Munich, en cuartos y quedaron fuera de la final al caer en ‘semis’ con el PSV después de fallar muchas ocasiones de gol en el campo de los neerlandeses. No pierdan de vista que en la ida el Real Madrid empató a 1 merced a un gol de churro de los del PSV, que contaron con la colaboración de un bote extraño de la pelota en el tanto del empate. En la vuelta de 10 partidos, el Real Madrid hubiera ganado 9, pero firmó un 0-0 que les mandó para casa.

EL MADRID ELIMINÓ A NáPOLES, OPORTO Y BAYERN, PERO CAYÓ EN SEMIS ANTE EL PSV

 Ese fue el trágico final de  un viaje, del que Andrés Calamaro podría hacer una nueva “Milonga del capitán”,  que comenzó el 16 de septiembre de 1987 en el partido del silencio, el encuentro a puerta cerrada disputado en el estadio Santiago Bernabéu en el que el Real venció por dos a cero. Se jugó sin público como parte del castigo por el pisotón de Juanito a Matthaus la temporada anterior. La otra parte del castigo fue jugar un partido en el destierro, a más de 300 kilómetros de Madrid. En este caso, fue el choque de ida de octavos de final ante el Oporto.

CHENDO SECA A MARADONA

En la ida ante el Napolés, Miguel Porlán “Chendo” ‘secó’ a Maradona.  En esa época aún se marcaba al hombre. La zona de Arrigo Sacchi todavía no era habitual en los conjuntos de moda. Míchel, de penalti, y Tendillo colocaron con dos goles de ventaja al equipo blanco, al Madrid, de cara al choque de vuelta, un partido que acogió el infierno de la cancha de San Paolo. Este campo fue un horno en el que los italianos se mostraron como guerreros, pero donde la batalla la cortó rápido una pareja de soldados merengues del gol: Hugo Sánchez y Emilio Butragueño.

la batalla la cortó rápido una pareja de soldados merengues del gol: Hugo Sánchez y Emilio Butragueño

Y es que la vuelta fue otra historia y San Paolo pudo convertirse en la tumba del Real Madrid, pero  una genialidad de sus dos máximas figuras en ataque evitó la debacle. Tras un tanto tempranero de Giovanni Francini, precedido de un mal rechace del portero Paco Buyo, el Madrid se vio en serios aprietos. El local jugaba mejor y dominaba, sin embargo, Hugo Sánchez y el Buitre evitaron males mayores con un gol que le puso la tarea casi imposible a los locales. El choque fue un partido gris para el Madrid hasta que sus dos ases en la ofensiva se juntaron para enterrar todas las esperanzas de remontada. Sánchez asistió con un toque sutil, el balón y Butragueño con un toque de clase la puso a un lado, imposible para el portero.. Antes de eso, ambos habían pasado desapercibidos, pero esa jugada fue suficiente para eliminar al mejor Nápoles de la historia.

BUITONI TIENE HISTORIA

La historia de Buitoni empieza en la Toscana, en 1827 cuando Giovanni Battista Buitoni y su mujer Giulia, conocida como “Mamma Giulia”, decidieron empezar a trabajar haciendo pasta en San Sepolcro.

Los negocios empezaron a irles bien muy pronto, tan bien que los Buitoni logran pagar las máquinas que habían tomado prestadas y empiezan a crecer como actividad.

La historia de Buitoni empieza en la Toscana en 1827

Cuando Giovanni Battista murió en 1841, su hijo Giuseppe se llevó Buitoni a Città di Castello en el aquel entonces estado pontificio, invirtiendo en una nueva planta en la que se consigue la importante producción de 100 quintales al día.

Los Buitoni alcanzaron un éxito increíble en 1884 con el innovador lanzamiento al mercado de la pasta enriquecida con gluten, una pasta muy nutritiva, que llevó la fama de la empresa Buitoni más allá de Italia y la convirtió en una de las marcas  más consolidadas del sector.

Buitoni obtuvo grandes reconocimientos en las Exposiciones internacionales de Chicago y París

En pocas décadas, Buitoni obtuvo grandes reconocimientos en las Exposiciones internacionales de Chicago y París y, en 1901, recibió la cruz al mérito en el trabajo.

Algunas décadas más tarde, en los años 30, se inauguró la primera “Spaghetti Store” de la marca Buitoni en Times Square, Nueva York.

La Spaghetti Store Buitoni contribuyó a divulgar la cultura gastronómica italiana de calidad en un país a la vanguardia, percibido como “de ensueño” en el resto del mundo.

LA PUBLICIDAD

La publicidad ha sido desde siempre uno de los caballos de batalla en la estrategia comercial de la empresa y, precisamente en la posguerra, la empresa vuelve a la carga con una serie de anuncios publicitarios que se hicieron muy famosos, en parte gracias a que aparecían en ellos caras conocidas.

Con más de 190 años de historia, Buitoni es una marca de referencia de la cocina italiana en el mundo. Todo gracias a la innovación, a la calidad y a la pasión con la que produce su amplia oferta de productos para todos los gustos y ocasiones.

Buitoni es un grupo de alimentación italiano especializado en pasta y pizzas. Fue fundado en 1827 como un negocio familiar en la localidad de Sansepolcro (Toscana). Después de que su propiedad pasase por distintos grupos, desde 1988 es una filial de multinacional alimentaria Nestlé.

Desde hoy, el mundo Buitoni se enriquece aún más con las nuevas líneas de pasta rellena, de salsas frescas y de lasañas y canelones. Son recetas tradicionales y otras un poco más originales, para dar a todos los consumidores la posibilidad de poner en la mesa platos diferentes y muy sabrosos cada día.


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