Uber Eats y Glovo van un paso más allá en su traición a los ‘riders’

El sector delivery ha experimentado una gran agitación después de que haya terminado la pandemia, que ha implicado que muchos cambios hayan tenido lugar. Sobre todo, en lo que hace referencia la situación laboral de los riders. Sin embargo, no parece que esto vaya a mejorar porque Glovo sigue sumando más denuncias y condenas por seguir trabajando con autónomos en nuestro país. Mientras que Uber Eats se está planteando cambiar a sus riders por máquinas que realicen las entregas.

Sin duda, parece muy rocambolesca toda la situación, pero nada sorprende ya en este sector. Debido a que desde la entrada en vigor de la ‘Ley Rider’, las compañías del delivery se han tenido que enfrentar a varios retos. No obstante, tras llevar un año en activo esta ley, ya han sido varios los actores del sector delivery que han empezado a cambiar su aptitud con respecto a la norma.

En concreto, Uber Eats ha dado un giro a su estrategia, tras ver que Glovo continúa operando con conductores rider sin experimentar ninguna consecuencia. Para ello, Uber Eats ha cambiado, recientemente, su modelo de contratación de los repartidores. Dado que, a partir de ahora, Uber Eats ya trabaja con un modelo híbrido, formado por trabajadores autónomos y contratados.

UBER EATS CAMBIA A SUS EMPLEADOS POR MÁQUINAS

La compañía Uber Eats tiene el objetivo de eliminar el conflicto que tiene con los riders de raíz. El motivo es que Uber Eats ha empezado a testear el modelo de que los clientes, a partir de este otoño, vayan a recibir sus pedidos a través de robots autónomos.

En concreto, este servicio solo va a estar disponible en EEUU y, a partir de este otoño. Toda esta estrategia es resultado de un acuerdo a 10 años que han hecho oficial Uber y Nuro. Así, las primeras entregas de Uber Eats que se usarán como prueba, comenzarán en Houston (Texas) y Mountain View (California), ya que en estos dos estados se permite operar con la normativa de vehículos eléctricos autónomos de Nuro.

Sin duda, la implantación de este modelo que, después Uber Eats puede extender a otros países, es una ventaja para la compañía porque tendría el objetivo de evitarse conflictos con los riders autónomos. Debido a que sustituiría a los empleados por máquinas, evitando el problema de los falsos autónomos.

Sin embargo, es bastante probable que este modelo no pueda salir de Estados Unidos, debido a que, en España, de momento, los coches sin conductor no tienen viabilidad.

GLOVO, NUEVAS DEMANDAS A LA VISTA

A la compañía de delivery Glovo le siguen persiguiendo las demandas. En concreto, recientemente, se ha retomado un proceso en el que la Seguridad Social ha demandado a Glovo por las cuotas impagadas de 600 riders, en Valencia. El proceso se había paralizado por la pandemia y ahora se ha vuelto a reabrir, por lo que Glovo sigue a la espera de que se dicte sentencia.

Además, en Navarra, cerca de 200 riders, que han trabajado como falsos autónomos para Glovo, continúan a la espera de una resolución, tras un juicio que ha quedado visto para sentencia. De igual forma, el caso es muy similar al de la Comunidad Valenciana, ya que también la Seguridad Social le reclama a Glovo el pago de las cotizaciones de los trabajadores que se encontraban empleados como falsos autónomos, durante el 2019, porque este organismo considera que debían haber cotizado por el Regimén General.

ACUSACIONES POR PARTE DE LOS SINDICATOS

A finales del mes de agosto, cuando justo se cumplía un año de la llegada a España de la ‘Ley Rider’, Uber Eats anunciaba que iba a cambiar su modelo de trabajar con riders. En concreto, la nueva propuesta de Uber Eats supone un paso atrás para la ‘Ley Rider’, ya que consiste en complementar un modelo híbrido que está formado por trabajadores contratados y por trabajadores autónomos. De esta forma, Uber Eats vuelve a rescatar su colaboración con autónomos, una estrategia que había eliminado por completo, tras la entrada en vigor de la ‘Ley Rider’.

«No cumplen una normativa que ha sido fruto de una larga lucha colectiva»

Aunque, esta situación puede que no haya pillado desprevenido a nadie porque Uber Eats ya anunció hace seis meses que, si seguía habiendo impunidad por parte del Gobierno acerca de las aptitudes de Glovo, seguiría los pasos de este delivery.

Sin embargo, tras el anuncio de esta medida, los sindicatos han puesto el grito en el cielo. Este es el caso de CCOO, que ya ha exigido que se inicie una inspección de trabajo contra la compañía y que se actúe con contundencia. «No cumplen una normativa que ha sido fruto de una larga lucha colectiva», han lamentado fuentes de CCOO.

En resumen, la vuelta a la incorporación de riders autónomos por parte de empresas que habían abandonado este modelo, es un asunto que va a seguir trayendo conflicto. Sobre todo va a suponer un problema para los trabajadores del reparto a domicilio.

Alicia Bonilla
Alicia Bonilla
Redactora en Merca2.es sobre empresas y economía especializada en Distribución, Alimentación y Consumo.