Hay que ver lo bueno que está el pollo asado. Tanto que los propietarios de muchos de los restaurantes y bares que hay en nuestro país saben que tiene mucha demanda entre la mayoría de la población de nuestro país. De ahí que se vea con frecuencia en sus cartas y menús. Sin embargo, no es necesario que salgas a la calle a comer este delicioso plato. También puedes prepararlo tú mismo en tu propia casa. Y para ayudarte con ello, a lo largo de este artículo te queremos explicar paso a paso como prepararlo, pero de una manera muy especial: con la piel bien crujiente.
Las propiedades del pollo
Antes de pasar a contarte cómo se prepara esta receta de pollo asado, así como qué es lo que tienes que hacer para que su piel te quede crujiente, creemos que es un buen momento para poner en valor a la carne de esta ave. Y ya no solo por su increíble sabor ni porque con ella se puedan hacer muchas recetas distintas. Queremos hacerlo por la gran cantidad de propiedades que tiene. Piensa, por ejemplo, que es una gran fuente de proteínas. Además, al tener muy poca grasa, es ideal para perder peso. Por último, apuntar que aporta grandes cantidades de calcio, zinc y magnesio.
