Rusia cierra el suministro de gas a Europa «hasta que levanten las sanciones»

Rusia ha tomado la decisión de cerrar de manera inminente el suministro de gas a través de ‘Nord Stream 1’ a toda Europa, uno de los enclaves para la llegada de este bien de primera necesidad al centro de la UE. Los motivos que ha dado el régimen de Putin es que no volverá a abrir el gas hasta que se retiren las sanciones que hay contra Rusia, que ya había paralizado durante varios días el suministro por motivos de mantenimiento que detectaron este mismo viernes.

La empresa ‘Nord Stream 1’, encargada de suministrar el gas al resto de países europeos, informó a través de un comunicado oficial el pasado viernes que se está trabajando para solucionar las fugas de aceite, el motivo por el cual han paralizado todos los movimientos del gasoducto. En los últimos días, se han registrado un total de tres problemas similares en diferentes turbinas, lo que indica que Putin estaba ganando tiempo para soltar la bomba sin que nadie se lo esperara.

El gasoducto ruso, que opera desde Víborg hasta Alemania siendo la fuente de suministro más grande de toda Europa, anunció el pasado viernes vía Telegram que «hasta que no se elimine el fallo en el funcionamiento de los equipos, el tránsito de gas por el gasoducto Nord Stream queda completamente suspendido». No fue el único organismo que aclaró la situación por la que estaban pasando, ya que el Servicio Federal de Supervisión Técnica Rusia afirmó que no era seguro suministrar el gas a Alemania en las condiciones que se encontraban las turbinas de la empresa Nord Stream 1 y que era necesario tomar las medidas correspondientes para asegurar la integridad del gasoducto.

El presidente de Gazprom, Alexei Miller, que había informado previamente de las complicaciones que estaba sufriendo la multinacional rusa, ha asegurado que las sanciones impuestas por la comunidad internacional como represalia por la invasión de Ucrania y el conflicto bélico en el que se ve involucrado Rusia dificultan las tareas de reparación, que corresponden a la firma Siemens, la multinacional alemana. La empresa energética alemana ha dejado claro que los imprevistos que han detectado Nord Stream 1 no son los suficientemente sólidos para detener el flujo de gas a Europa y que como fabricante de turbinas que un hallazgo de este calibre no es motivo para detener el funcionamiento.

PUTIN DISPARA UN 20% EL PRECIO DEL GAS

La disputa campal para conseguir el monopolio del gas por parte de Putin ha tenido consecuencias en el precio del gas, que se ha disparado un 20% situando su precio en 250 euros MW/hora. Desde Alemania han tratado de quitar hierro al asunto asegurando que, a pesar de tener cerrada la mayor entrada de gas en Europa, han asegurado que el suministro de gas está cubierto y que el almacenamiento de gas se encuentra el 84,3%, rozando el 85% que era la meta que habían establecido en un primer momento.

El presidente de la Agencia Federal de Redes, Klaus Müller, se ha mostrado optimista frente a la futura guerra por el gas que se va a desencadenar durante los próximos meses. Ha asegurado que Alemania está plenamente preparada para hacer frente a los problemas logísticos que puedan surgir con el almacenamiento de gas y más cuando su mayor fuente de ingresos la tiene cerrada. A través de Twitter, ha instado a la población germana a que se conciencie con el problema venidero y que «después de los duros ahorros de la industria, se trata de nuestro comportamiento de calefacción privado: ¡-20%!».

Las medidas restrictivas que ha aplicado Rusia fueron anunciadas por el jefe del Consejo de Seguridad de Rusia, Dimitri Medvedev, este viernes. El subordinado del Kremlin amenazó a todos los magnates europeos que si no se retiran las acusaciones contra la patria Rusia y llegaban a un acuerdo para no establecer un tope de precios, dejaría a toda Europa sin gas. Otro de los problemas por los que se ha llegado a esta situación, es el objetivo por parte de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, de regular el precio del gas, con el objetivo de no darle la llave a Putin del mercado energético.