Un Imserso a la deriva deja a los balnearios con el agua al cuello

El mismo día en el que Imserso saca pecho y alardea de 2,6 millones de cartas enviadas a mayores acreditados para participar en el programa de turismo social, decenas de miles de pensionistas reciben otra misiva indicando que su expediente para optar al programa de termalismo no ha alcanzado la puntuación adecuada para «poder adjudicarle una plaza en uno de los balnearios solicitados». Según ha podido saber MERCA2, el Imserso no ha tramitado las «renuncias» de los beneficiarios en una primera fase, de forma que, pese a la disponibilidad de plazas libres, muchos de los interesados se quedarán fuera del turno de octubre, por la mala gestión del Imserso.

El Instituto de Mayores y Servicios Sociales, dependiente del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y responsabilidad de la ministra Ione Belarra vuelve a dejar en la estacada a los empresarios del sector del termalismo y a los mayores necesitados de tratamientos de hidroterapia.

El daño para los balnearios españoles es irreparable. Llueve sobre mojado: «parecen (en el Ministerio) empeñados en cargarse el prestigio que tenían los viajes del Imserso, generando retraso en la tramitación y una gran confusión a los mayores», expresan empresarios afectados por la inoperancia de la Administración. En este sentido, cabe recordar que según confirman a MERCA2 fuentes conocedoras de la situación, no es un problema de disponibilidad de plazas en los balnearios adscritos al programa de viajes subvencionado.

A comienzo de temporada tres balnearios se dieron de baja y tienen abierto un proceso administrativo por incumplimiento de contrato con el Imserso

«Sí, hay plazas, pero no se están tramitando», aseguran las fuentes consultadas. De hecho, en circunstancias normales, por estas fechas los balnearios disponen de la planificación definida y de los turnos confirmados para septiembre y octubre, de forma que cuando se notifican las renuncias, corre el turno en la lista de espera y otros mayores acceden a las plazas vacantes por motivos familiares, médicos o de otra índole.

Sin embargo, este año las oficinas del Imserso «han cerrado por vacaciones». La plantilla ha trabajado bajo mínimos en un período que, habida cuenta de los plazos de viaje en plena temporada baja que maneja el Instituto de mayores, no responde a motivos lógicos.

Asociaciones de mayores y empresarios turísticos hablan de «colapso». Muchos pensionistas que han recibido la carta indicando que pasan a la lista de espera «conforme al baremo» que valora «el grado de necesidad de recibir tratamiento termal, situación económica, edad de los solicitantes, el que no haya disfrutado de plaza en años anteriores, tipo de familia y otras circunstancias», el año pasado eran aptos y pudieron disfrutar del programa del Imserso. Pero este año, aún con plazas disponibles en varios establecimientos acogidos al programa, tal y como ha podido confirmar MERCA2, muchos usuarios de balnearios se van a quedar en casa.

Si los mayores rechazados se ponen en contacto con el Imserso vía telefónica, se les indica que «toman nota del aviso y que ya nos llamarán», explican algunos de los afectados. Se les indica que «no se preocupen», ya que los funcionarios reanudarán la comunicación con ellos «en 10 o 15 días».

¿A QUÉ SE DEBE LA FALTA DE TRAMITACIÓN DEL IMSERSO?

En agosto las oficinas se han quedado desiertas. «Las plazas libres en balnearios no se han adjudicado por falta de tramitación interna», explican fuentes consultadas. «No había nadie, no había manera de tramitar un expediente», apuntan. Y el perjuicio es enorme para unos y otros.

«Los primeros perjudicados son los mayores que, pudiendo acceder a una plaza tienen que ver que no se la adjudican, y hablamos de decenas de miles de personas». Por otro lado, «los balnearios no terminan de completar sus turnos, algo que afecta también a la planificación del resto de la temporada, y los trabajadores de estos establecimientos, se quedan también sin conocer su calendario laboral, maltratando así a los profesionales del sector».

El retraso en las gestiones ordinarias de la tramitación de expedientes conlleva además otros daños: la falta de previsión ocasiona que los interesados hayan replanteado su calendario médico o hayan optado por otros viajes -bien privados o bien en el marco del turismo de costa del propio Imserso- de forma que, de llegar la confirmación con un plazo previo de cinco días de antelación, ésta será insuficiente para los mayores.

En el plano económico, el perjuicio es «tremendo», explican desde el sector. Los empresarios aseguran que todavía no se ha hecho la revisión de los costes solicitada al Gobierno. Los balnearios funcionan como centros sanitarios con una elevada demanda energética, eso sin contar con los costes vinculados al alojamiento y que se suman al aumento de la alimentación por la inflación.

De esta forma, los balnearios pierden clientes de la mano del Imserso al tiempo que siguen pendientes de la revisión de los precios tras el incremento acreditado de los costes. En cualquier caso, a comienzo de temporada hubo tres balnearios que se dieron de baja. Además de renunciar al programa, estos establecimientos tienen abierto un proceso administrativo por incumplimiento de contrato que les reclama el Imserso.

EL PLAN OCULTO DE BELARRA

El programa de viajes del Imserso se desangra y ya no parece que pueda sobrevivir al tiro de gracia que le quiere asestar la ministra Ione Belarra. La titular de Derechos Sociales y Agenda 2030 vive en su particular burbuja completamente ajena a los problemas del país. Debe ser la única española que no se ha enterado todavía de los datos de la inflación en España, de la escandalosa subida generalizada de precios y, por eso, sigue en sus trece de no subir ni un céntimo la oferta para los viajes del Imserso.

La representante del Gobierno parece la artífice de un plan encubierto para acabar con los viajes del Imserso mientras guarda las apariencias, aunque sin mostrar excesiva preocupación por el futuro de un programa subvencionado que, durante años, ha sido motor de actividad para mayores y hoteleros en temporada baja.

El Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez, acostumbrado a gobernar a golpe de decretazo, resulta el más caro de la historia, con sus 22 ministerios y sus incontables asesores. Ese mismo Gobierno, el de las prohibiciones y las restricciones constantes, parece dispuesto a cavar la tumba y poner la lápida a uno de los programas más exitosos del turismo español en los últimos decenios.

Y lo hará por incompetencia. Y si al final, por alguno de esos caprichos del destino, los viajes del Imserso se consiguen salvar, será por el empeño de un sector que sigue intentando que impere la cordura, solicitando una y otra vez una negociación que Ione Belarra les niega con su soberbia habitual.

María Castañeda
María Castañeda
Redactora de MERCA2 de empresas y economía; especializada en energía, sostenibilidad y turismo.