domingo, 15 diciembre 2024

Renfe acumula problemas ante la incipiente competencia de Ouigo

Renfe lleva sumergida en problemas desde hace tiempo. La compañía ferroviaria acumula 22 millones de euros en pérdidas debido a su asignatura pendiente: la división de mercancías. Además, Talgo rechazó la reclamación de 116 millones de euros que el operador público le pidió por el retraso en la entrega de trenes de alta velocidad y ha responsabilizado a la propia Renfe, así como a otras compañías estatales dependientes del Gobierno, de estos retrasos.

En este contexto, a Renfe le conviene tener disponible estos trenes Avril lo más rápido posible ya que en medio de este escenario, Ouigo y la próxima Iryo están empezando a ser una amenaza y competencia para el organismo dirigido por Isaías Táboas. Talgo tampoco sale bien parada de esta situación, ya que aunque defiende su imagen en el mercado, requiere de caja y busca no tener que pagar la cantidad millonaria.

Choque entre compañías

A finales de julio Renfe reclamaba a Talgo una indemnización de 116 millones de euros por el retraso en la entrega de los trenes de alta velocidad S016, conocidos como Avril. La operadora contaba con tener estos trenes en su cartera a principios de enero. Más tarde, la compañía vasca rechazaba la reclamación millonaria. Carlos Palacio, presidente de Talgo, redactó una carta a principios de agosto a su homólogo en Renfe, Isaías Táboas. La intención era trasladarle sus discrepancias respecto a las comunicaciones que el operador ha realizado en el último mes por este retraso.

Ahora, la compañía ha puesto una nueva carta sobre la mesa y ha presentado una información oficial de por qué se está ensanchando tanto el plazo acordado.

El hecho es que el cliente ha pagado ya la mitad del primer pedido de 15 trenes y sin embargo a sus filas no ha llegado ni un solo Avril.

Este material rodante está ya ensamblado. De hecho, una veintena de trenes se encuentran en el taller de La Sagra (Toledo) para ser homologados. Renfe necesitaba su entrada en servicio este verano, y dice haberse quedado sin trenes suficientes para cubrir una demanda creciente y más diversificada en el mapa tras la apertura de nuevas líneas como es la del corredor a Galicia, la Madrid-Burgos o la que va hasta Orihuela (Alicante).

En próximos contactos la primera intención de la operadora pública es tener una fecha de entrega definitiva. Más allá de mejorar la oferta en nuevas rutas, en Renfe están viendo crecer la demanda de viajes en avión, por encima de las cifras de 2019, a destinos consolidados como Málaga, mientras sus servicios están condicionados por la necesidad de distribuir la flota por el país. De momento, se baraja mediados de enero de 2023 para recibir los trenes.

OUIGO, A LA HEGEMONÍA DEL FERROCARRIL

El 10 de mayo Renfe dejaba de tener la hegemonía en el sector ferroviario español. Ouigo apareció en acción dispuesta a ser la competencia directa del operador público marcando un nuevo capítulo. Actualmente Ouigo opera la línea Madrid-Barcelona con cinco trayectos al día en cada sentido.

El otro competidor en el tablero es iryo. Se trata de la marca comercial elegida por Ilsa, sociedad creada de la unión de Trenitalia y Air Nostrum para rodar por España a partir del último trimestre de 2022. En este caso, la nueva marca competirá de forma directa con Renfe. Esto se debe a que se dirige a un segmento más ‘premium’ y menos low cost, como AVLO y Ouigo, que además, se convertirá en el primer operador privado español.

PÉRDIDAS

260 millones de euros se embolsó Renfe en 2015. Sin embargo, la carretera o la falta de productividad eran obstáculos que le impedían pasar la línea de la rentabilidad a la división de Mercancías. Entonces la posibilidad de insolvencia llamó a la puerta y saltaron las alarmas. Un problema que se ha heredado durante tres generaciones en la presidencia de la entidad. Actualmente se enfrenta Isaías Táboas, y ya antes lo hicieron sus antecesores Pablo Vázquez y Juan Alfaro. La compañía llevó a cabo un Plan de Gestión 2017-2019 para escapar de las pérdidas, pero este no dio resultado.

Mercancías cerró el acumulado del mes de junio con 22 millones de pérdidas. La cifra podría seguir incrementándose este año si el tráfico no se recupera de la forma prevista y va por el mismo camino de los resultados del fin de ejercicio de 2021. A la vista de estos números, en el momento en el que las pérdidas sigan acumulándose y alcancen los 31 millones, la situación será límite.


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