«Debemos prepararnos para cualquier escenario«. Las palabras de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, llegan demasiado tarde, como la actuación del Banco Central Europeo. Las Bolsas comienzan a recoger uno de los peores escenarios que se avecinan a la economía real: la estanflación. Esta combinación de una disparada inflación y el parón económico tiene una alta probabilidad de aparecer no sólo en Europa, sino también en Estados Unidos. Así lo apuntan la mayor parte de los indicadores seguidos por analistas y economistas. Es una situación compleja y que atañe graves riesgos en caso de dar pasos equivocados.
Por un lado, las subidas de tipos de interés contraen el ritmo de la inflación, pero al mismo tiempo también al consumo, el principal motor de las economías europeas y estadounidenses, abriendo así la puerta a una recesión. Por otro lado, la inacción, como ha hecho el BCE, obliga a los consumidores e inversores a protegerse por sus propios medios, recortando y optimizando el gasto, con la entrada irremediable en recesión. Técnicamente, la recesión ha dado un paso en Estados Unidos, con la caída del PIB en los primeros tres meses del año, y a la espera del resultado del segundo trimestre.
ESTADOS UNIDOS, A UN PASO DE ENTRAR EN RECESIÓN
La principal Bolsa de Estados Unidos ya ha absorbido gran parte de este impacto, pero se desconoce si aún queda lo peor. El S&P 500, el índice bursátil más seguido del mundo, ha registrado su peor resultado en un primer semestre del año desde 1970, en los albores de la crisis del petróleo. En concreto, la caída es del 20% entre enero y junio, aunque es tan sólo la mitad del desplome de 2008, cuando este mismo indicador se hundió un 38% en el cómputo del año.
Los inversores descuentan expectativas de reducción de los beneficios empresariales, un análisis que desata las ventas
La caída en el Ibex 35 es del 7%, amortiguada especialmente por la banca, a excepción de BBVA y Banco Santander, y con el espectacular empuje de Repsol y Telefónica. Las subidas en estas locomotoras del Ibex 35 van desde el 40% al 30% en los primeros seis meses del año. A pesar de la menor caída, el Ibex 35 descontado el dividendo, se sitúa en niveles cercanos a los 8.100 puntos. La caída es prácticamente similar si la mirada se enfoca en el Ibex 35 Total Return, que incluye los dividendos abonados a los accionistas. Desde los máximos del año, el declive de este índice es del 11%.
CON TELEFÓNICA SE SUPERA EL OBJETIVO DE TODO INVERSOR
Con este escenario, los inversores tienen muy complicado alcanzar su misión: batir al mercado y superar la inflación. En el caso del Ibex 35, la empresa es de una ejecución muy difícil. Y es que, hay que ganar más de un 10% -el horizonte temporal de una inversión a largo plazo, normalmente- y evitar sucumbir a las caídas. Sobre el papel, los inversores en Telefónica, Repsol, CaixaBank, Sabadell y Bankinter habrían alcanzado con creces el objetivo, pero un buen inversor no pone todos los huevos en la misma cesta.
«En un entorno de alta inflación y de crecimiento en descenso como el actual, es complicado obtener rentabilidades en Bolsa», ha explicado Sergio Ávila, analista de IG Markets, a preguntas de INVERSIÓN. La búsqueda de plusvalías encuentra piedras en el camino «a medida que se reduce la liquidez del mercado con los Bancos Centrales». Éstos están llevando a cabo políticas monetarias de contracción de la masa monetaria, mientras los inversores descuentan expectativas de reducción de los beneficios empresariales, un análisis que desata las ventas «para ajustar las valoraciones».
TELEFÓNICA, REPSOL Y POSICIONES BAJISTAS, LAS MEJORES BAZAS PARA SUPERAR LA INFLACIÓN
Por esta razón, Ávila considera que una de las dos opciones para batir a la inflación en este momento es posicionarse corto en el mercado. Es decir, obtener beneficio por el empeoramiento en el precio de una compañía, índice o materia prima. Eso sí, «hay que ser muy selectivo» a la hora de poner en práctica esta estrategia y aprovechar los rebotes para ejecutarla.
Para ello, el experto se fija en «sectores donde entra el dinero y seleccionando acciones de dicho sector». La otra opción, menos atractiva para los inversores agresivos, es mantenerse en liquidez y «aprovechar los rebotes que haya en el mercado para buscar posiciones bajistas en valores que técnicamente estén débiles y en sectores que se pueden ver más perjudicados en un entorno de crisis». De esta forma, habría que vigilar sectores como el consumo discrecional, financiero, industrial, tecnológico y materiales; una vez analizado y estudiado es momento de elegir las empresas que presenten una mayor debilidad.
¿FUNCIONAN LOS VALORES DEFENSIVOS? TELEFÓNICA DA LA RESPUESTA
La otra opción es buscar valores en los sectores considerados defensivos. «Tienden a verse menor perjudicados sus negocios a nivel beneficios en épocas de crisis», ha apuntado. En este sentido y por este orden, los más defensivos son: utilities -eléctricas-, telecos, cuidados de salud, energía y consumo defensivo. Por supuesto, «si tuviera que elegir valores ahora mismo estarían dentro de estos sectores, compañías como Telefónica o Enagás están entre los que mejor pueden aguantar el temporal en estos momentos y por lo tanto, son lo que se pueden mantener en cartera para tratar de batir al mercado», ha sostenido.
De cara a entrar en Wall Street, ahora en el corto plazo, «podríamos ver rebotes en el sector farmacéutico». No obstante, «podemos encontrar valores fuertes en el sector de alimentación y bebidas como es el caso de Monster; en Alemania me fijaría en la teleco Deutsche Telekom«, ha comentado.