El gigante estadounidense de la cosmética, Revlon, se ha declarado en bancarrota, lo que supone el fin y la desaparición del mercado cosmético internacional de una de sus marcas más representativas e históricas. Un vacío que, sin duda, rápidamente va a ser acaparado por su principal competidor, L’Oreal.
Este agujero que deja en el sector cosmético Revlon, va a suponer un antes y un después para la restructuración del mercado, además de para los usuarios que fueran fieles a esta emblemática marca. Así, la ausencia de Revlon se plantea como una gran ventaja para sus rivales más directos, que en este caso son L’Oreal y Maybelline.
REVLON DECLARA LA BANCARROTA
La firma Revlon, que nació en 1932, en New York, ha sido todo un referente para industria y una de las compañías más pioneras del sector. En sus campañas de publicidad, Revlon siempre ha contado con los rostros más conocidos de Hollywood, así como con las ‘top models’ más representativas de cada década.
En 2021, las ventas de la compañía Revlon cayeron un 33%, con respecto a los niveles de 2017
Sin duda, la desaparición de Revlon es causa de una serie continuada de malas decisiones por parte de la compañía. La situación de declive comenzó a raíz del cambio en la gestión, cuando Revlon cambió de dueño. En concreto, en 2016, Revlon fue comprada por la firma Elisabeth Arden, por un precio de 870 millones de dólares. Y desde esa adquisición, las ventas empezaron a caer poco a poco.
Aunque, los problemas verdaderamente graves comenzaron en 2021, cuando las ventas de la compañía Revlon cayeron un 33%, con respecto a los niveles de 2017. Además, desde el inicio de 2022, sus acciones han caído un 80%.
Uno de los principales motivos que ha alegado la compañía para tomar esta decisión de declararse en bancarota han sido las deudas que arrastraba y el auge de las marcas de cosmética lideradas por grandes celebritis.
L’OREAL Y MAYBELLINE, MÁS FORTALECIDAS
A nivel mundial, y en España, el resto de empresas del sector cosmético van a apoderarse rápidamente del vacío que deja Revlon y de sus clientes. Las dos compañías con más opciones para hacerse con este mercado son L’Oreal, que es uno de los gigantes de la industria, y Maybelline, ya que ofrece una gama de productos de cosmética, similares a los que ofrecía Revlon. Debido a que la marca de cosmética Revlon, durante los últimos años, sobre todo, estaba especializada en la venta de pintalabios y pintauñas.
Durante el 2021, L’Oreal alcanzó unas ventas de 32.287,6 millones de euros
Teniendo en cuenta que, en España, L’Oreal ya es la compañía cosmética que más factura. Sin duda, puede que esta empresa solo mejore aún más sus resultados. Asimismo, la firma Maybelline que era una de las principales competidoras de Revlon, pertenece a L’Oreal, por lo que la gran compañía de origen francés solo tiene las de ganar.
L’Oreal, la empresa francesa de perfumería y cosmética, ha registrado, durante el 2021, unas ventas de 32.287,6 millones de euros, lo que ha supuesto un incremento en su cifra de negocio del 8% respecto a 2019, justo antes del estallido de la pandemia.
Sin duda, las cifras avalan al grupo L’Oreal como el gran gigante de la cosmética a nivel mundial, ya que L’Oreal Paris es la marca de belleza número 1 del mundo. Mientras que Maybelline New York, es otro de los referentes de este grupo, debido a que es considerada la marca de maquillaje número 1 en el mundo.
UNA MUERTE ANUNCIADA
El gigante estadounidense de la cosmética Revlon ha decidido registrar, junto con algunas de sus filiales, ante el Tribunal de Quiebras del Distrito Sur de Nueva York, la petición para acogerse voluntariamente a la protección del Capítulo 11 de la Ley de Bancarrota de los Estados Unidos de cara a la reorganización de la empresa ante el impacto en su actividad de los problemas de la cadena de suministros y de la fuerte subida de la inflación.
La multinacional, que ha precisado que ninguna de las filiales operativas internacionales de Revlon está incluida en el procedimiento, excepto aquellas de Canadá y el Reino Unido, ha explicado que la medida permitirá reorganizar estratégicamente la estructura de capital de la empresa y mejorar su perspectiva a largo plazo, especialmente en medio de las restricciones de liquidez provocadas por desafíos globales como la interrupción de la cadena de suministro y el aumento de la inflación, así como las obligaciones con sus acreedores.
«La demanda de nuestros productos por parte de los consumidores sigue siendo fuerte y seguimos teniendo una posición saludable en el mercado. Sin embargo, nuestra desafiante estructura de capital ha limitado nuestra capacidad para navegar por cuestiones macroeconómicas a fin de satisfacer esta demanda», ha declarado Debra Perelman, presidenta y consejera delegada de Revlon.