Telefónica está cerca de cumplir 100 años de actividad en los que sin, duda alguna, la evolución de su negocio se ha visto frenada en medio de manos burocráticas e intereses capitalistas mediáticos. Basta con revisar sus resultados netos financieros anuales, los cuales, para cierre de 2021, alcanzaron una cifra de 8.137 millones de euros; es decir, cinco veces más que los 1.582 millones que la teleco ganó en 2020.
Sin embargo, aunque el resultado pareciera espectacular, es muy similar a cifras de 2007 y 2008, justo cuando sucedió la crisis inmobiliaria. Inclusive si tomamos los resultados de los últimos 18 años, encontraremos una media en los resultados netos de 4.187 millones de euros.
Aunque claramente, los beneficios de la compañía históricamente no mantienen una tendencia de crecimiento, la deuda financiera neta, la cual es uno de los indicadores que más arremete contra la empresa, sí ha venido realizando disminuciones importantes pasando de 56,3 millones registrados en 2011 como el nivel máximo de endeudamiento de los últimos 20 años, a 26 millones de acuerdo con los resultados presentados por la compañía sobre el último ejercicio.
LA EVOLUCIÓN DE TELEFÓNICA
José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica desde 2016 está decidido a disminuir en más de un 35% la deuda neta de la compañía, manteniendo el ritmo de crecimiento en los beneficios, así como el del pago de dividendo a sus accionistas o potenciales inversionistas que, desde 2007, han visto las acciones de Telefónica perder más de un 80% de su valor. En este punto, recordamos uno de los comentarios del reconocido inversor Warren Buffett, que hace ver, que, si una acción está barata, no significa necesariamente la oportunidad de invertir; es probable que la acción siga perdiendo valor hasta el punto de liquidarse.
Sin embargo, la compañía que ha afrontado tantos años de crisis y que aún se mantiene viva, puede presentar un vuelco importante gracias, en parte a la última regulación que obligaba a Telefónica a suplir de sus servicios a la competencia en distintas áreas geográficas, especialmente en España, con lo cual tendría sartén por el mango en un mercado que puede dominar a nivel mundial.
En días pasados, José María Álvarez Pallete, quien asistió a la jornada inaugural de la X Edición de South Summit, dejó ver uno de sus próximos intereses de cara al futuro en relación con las nuevas tecnologías y el metaverso. Pallete es consciente que los espacios virtuales necesitan de la conectividad y tecnología que proporcionan sus redes y fibra, así como de la ciberseguridad que Telefónica puede proveer, con lo cual será necesaria una recapacitación para afrontar los retos que vienen.
ANÁLISIS TÉCNICO
En vista de la buena evolución que Telefónica viene mostrando y que, técnicamente, venimos compartiendo a nuestros lectores desde noviembre del año pasado, mantenemos el camino alcista para sus acciones. Aunque en las semanas pasadas no logró quebrar la resistencia semanal que hacía parte de un potencial gap bajista creado con la llegada de la pandemia, prevemos áreas de soporte en confluencia con pulso del mercado en inmediaciones de 4,2 euros.
Desde este punto vamos a adherir posición de compra en busca de ese primer objetivo que corresponde a la confluencia entre la directriz bajista histórica, y la siguiente resistencia mensual de agosto de 2019 en inmediaciones de 6 euros por acción; oportunidad que, de cumplirse, pagaría más de un 40% de beneficio estimado a un mediano y largo plazo, lo cual, al mismo tiempo, favorecería a sus empleados, quienes han recibido la oferta de adquisición de acciones financiadas hasta abril de 2024, cuando se cumple su primer siglo, y que además si las mantienen hasta esta fecha, recibirán de regalo de los 100 años, el doble de las acciones adquiridas.