Lentejas: cómo conseguir un sabor de escándalo sin usar carne

Durante mucho tiempo las lentejas (y las legumbres en general), han sido un grupo alimentario demonizado por su elevado aporte calórico, al igual que los frutos secos. Sin embargo, con el paso de los años y los nuevos aportes a la ciencia, han pasado a ser alimentos imprescindibles para cualquier dieta equilibrada, incluyendo en las de adelgazamiento.

¿Cómo es esto posible? En primer lugar las lentejas no tienen contenido graso, así que la realidad es que no engordan. Además tienen mucha fibra, por lo que son altamente saciantes. Son una fuente de carbohidratos que nos proporciona energía prolongada. Y por último un bol de lentejas cocidas tiene menos de 250 calorías. Esto significa que podemos tomar un buen guiso de lentejas incluso estando a dieta. Pero claro, no vale cualquier guiso. Las legumbres en sí mismas no engordan, pero los ingredientes con las que las acompañemos sí que hay que revisarlos. 

PROPIEDADES DE LAS LENTEJAS QUE NO DEBEMOS IGNORAR

A casi todo el mundo le gustan las lentejas, pero es que además de ricas, tienen tantas propiedades que deberíamos tomarlas como mínimo una vez a la semana. Por ejemplo protege la salud cardiovascular, previene la anemia, regula los niveles de azúcar, son ricas en ácido fólico, previenen el estreñimiento y aportan un montón de vitaminas y minerales. Además se trata de un alimento muy versátil, que se puede preparar de un sin fin de maneras, siguiendo recetas tradicionales o más exóticas y jugando con los distintos tipos de lentejas que existen. Las posibilidades son muchas, pero si tenemos que elegir una, nos quedamos con el guiso clásico, el de la abuela. Te enseñamos como prepararlo pero en una versión ligera para no engordar ni un gramo.

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Noemi A.
Noemi A.
Soy una apasionada de internet, las nuevas tecnologías y las redes sociales, adicta a la información y a aprender y descubrir algo nuevo cada día.