Sombras de «subrogación ficticia» sobre Zumosol y Cegeplas

Los 38 empleados de la fábrica de Zumosol en Palma del Río (Córdoba), llevan desde finales del año pasado viviendo un calvario, que les ha llevado a tener que vivir las 24 horas en estas instalaciones para lograr que la compañía les abone la parte del ERTE que les adeuda y evitar, a su vez, que, la empresa propietaria desmantele la maquinaria de la fábrica para venderla.

Por otro lado, la empresa Zumosol insiste en que ha sido engañada por Cegeplas, la compañía que firmó el acuerdo para comprar la parte de envasado de la fábrica. Un acuerdo que después rompió, tras haber dado a los empleados de baja, lo que dejo a los trabajadores en el limbo y sin poder cobrar el paro. A su vez, Cegeplas ha afirmado que ella es la compañía que ha sido engañada por Zumosol.

«Zumosol alega que fueron engañados por Cegeplas, pero a día de hoy, nadie se lo cree. Aunque hayas sido engañado, tienes una responsabilidad con los 38 empleados. Zumosol sigue diciendo que no es la dueña de la fábrica y que los trabajadores no son suyos», ha explicado el Secretario de Industria de CCOO en Córdoba, Agustín Jiménez.

En medio de este embrollo de acusaciones, los 38 trabajadores de Zumosol siguen a la espera del juicio y de que las instituciones les ayuden. Ya que, tras meses de lucha y gracias a la negociación de CCOO con el SEPE, ya han podido cobrar el paro. Pero, son muchos meses y no es suficiente.

«Todo se trata de un artificio para no tener que pagar indemnizaciones, que serían unos 2 millones de euros»

«Llevan casi 150 días de encierro y se van turnando. Hay gente que se les está acabando las prestaciones de desempleo porque estuvieron un año y medio de ERTE», ha asegurado Jiménez.

ZUMOSOL HACE OÍDOS SORDOS A LOS INVERSORES INTERESADOS

A su vez, hay inversores que se están interesando por adquirir la fábrica de Zumosol, pero la compañía de zumos no mueve ficha. Según Jiménez, «hay inversores que se han puesto en contacto con la Consejería de Empleo, interesados por quedarse con la factoría de Zumosol. Todo se trata de un artificio para no tener que pagar indemnizaciones, que serían unos 2 millones de euros».

«Siguen manifestando Alberto Ribas de Zumosol y Cegeplas que han sido engañados. Pero, Cegeplas, cuando intento comprar la parte de Zumosol, era una empresa que no presentaba cuentas desde 2019, que no tenía gente contratada y que se dedicaba exclusivamente a la venta de plástico. Entonces, esto no se lo cree nadie. Además, ambas partes firmaron un contrato y, después, no hubo transferencia económica. Por lo que creemos que ha sido una subrogación ficticia», ha aclarado Jiménez.

Mientras tanto, varios representantes de instituciones y políticos han visitado a los empleados para hablar acerca de su situación. Es el caso de Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, que visitó este lunes a los trabajadores de Zumosol porque tenía un acto cerca en Córdoba.

NÓMINAS PENDIENTES DE PAGO Y DEUDAS CON LCG FRUITS

«Actualmente, Zumosol adeuda seis nóminas del ERTE. En el TC de Andalucía hay una sentencia que tiene que pagar, pero la compañía sigue haciendo recursos para no pagar. Además, este ERTE es improcedente porque el registro de las cuentas de 2019 no lo han presentado», ha explicado Jiménez.

«Si tiene voluntad de arreglo, no hace recursos. Lo que quiere es no pagar indemnizaciones y dejar a los trabajadores en un limbo legal», ha aclarado Jiménez.

Las acciones de Zumosol han afectado a la otra parte de la fábrica. «La parte de envasado de LCG Fruits, como consecuencia de todo esto, está desde febrero en ERE, que lo hemos recurrido también. Pero, en este caso, sí se pagan las nóminas a la gente. Además, Zumosol le debe a LCG Fruits 5 millones de euros en productos por el parón», ha asegurado Jiménez.

ESPERANDO EL JUICIO DEL 24 DE JUNIO

En principio, el juicio tendrá lugar el día 24 de junio. «Esperamos una sentencia favorable. Zumosol sigue en la misma posición de que les han engañado Cegeplas, y Cegeplas dice lo mismo. La justicia es lenta, pero se hará justicia. Creemos que la justicia nos dará la razón, la reincorporación de los trabajadores y pagarles las nóminas que les deben», ha indicado Jiménez.

Asimismo, el día 13 de mayo hay convocada una manifestación en Palma del Río y también hay prevista una reunión con todos los grupos del congreso de los diputados.

«Nosotros le decimos a las instituciones que lo primero que hay que hacer es rencaminar la situación de los trabajadores y pagarle las nóminas que se les deben, que les den de alta en la seguridad social, y si tiene que acometer un expediente de regulación de empleo que lo acometan», ha explicado Jiménez.

El cese de la actividad de la fábrica también ha impactado negativamente a los sectores que trabajaban con Zumosol. Según Jiménez, «además, esto afecta a la región, ya que se queda sin operador que compre la naranja, y es una de las zonas de más producción de cítricos. Entonces, todo el trabajo que generaba esta fábrica se pierde para la comarca, también para los agricultores y los transportistas».

EL INICIO DEL CONFLICTO CON ZUMOSOL

Todo comenzó, en 2013, cuando el Grupo Pascual traspasó la marca Zumosol a la multinacional turca Toksöz.

Cuando este fondo de inversión turco Toksöz adquirió la fábrica de Zumosol, la dividió en dos áreas, exprimido y envasado, y las alquiló a diferentes empresas. Lo que supuso el inicio del conflicto, que comenzó con el alquiler del área de exprimido, que se arrendó con derecho a compra a la empresa Citrosuco, pero que, tras tres años de arrendamiento, decidió no ejecutar la compra.

Después de esto, Zumosol hace un ERTE y continúa diciendo que está a la espera de que lleguen nuevos inversores. Entonces, Zumosol solicita un segundo ERTE, que la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía echa para atrás porque la compañía no ha presentado las cuentas auditadas de 2019 ni de 2020.

La anulación de este ERTE hace que los trabajadores tengan que devolver las prestaciones que habían cobrado hasta ese momento, pero Zumosol no se hace cargo del abono de estas nóminas, apelando a que lo ha recurrido. Por lo que, según fuentes de CCOO, «la empresa debe doce meses de sueldo a los empleados».

Después, llegó la compañía Cegeplas interesada en comprar el área de exprimido. Pero tras firmar el contrato, Cegeplas lo rescinde con carácter retroactivo.

«Entonces, los trabajadores se quedan en el limbo porque están dados de baja en la Seguridad Social y no pueden cobrar el paro porque Cegeplas les da de baja, pero Toksöz tampoco los ha despedido», concluyen fuentes de CCOO.

Alicia Bonilla
Alicia Bonilla
Redactora en Merca2.es sobre empresas y economía especializada en Distribución, Alimentación y Consumo.