miércoles, 11 diciembre 2024

Silencio de la Asociación de Jugadores Profesionales ante las irregularidades en las inscripciones del torneo de pádel de Doha

Nueva polémica en el estreno del circuito de la Federación Internacional de Pádel (FIP). A la espera de conocer qué profesionales empuñarán su pala a partir del lunes en Doha (Qatar), con el correspondiente incumplimiento del contrato en vigor con World Padel Tour, el círculo cercano al principal valedor del torneo Qatar Sports Investments (QSI) y a su presidente, Nasser al-Khelaïfi, sigue dando muestras de su inviolabilidad a ojos del ente federativo y de la asociación de jugadores profesionales (PPA).

La última controversia relacionada con el todopoderoso empresario catarí y su entorno se ha producido en la confección del cuadro final del denominado Major de Doha, la primera cita del circuito impulsado desde la FIP bajo control absoluto de Al-Khelaïfi. 

Después de que el cierre de inscripciones se saldase el pasado día 5 con un total de 123 parejas (única y exclusivamente del cuadro masculino) registradas bajo el único requisito de disponer “de una licencia emitida por un país miembro asociado a la FIP”, la organización del torneo –con la complicidad esta vez en forma de silencio de la PPA– ha ignorado su propia reglamentación en la confección de un cuadro que, inicialmente debería completarse “según la puntuación del ranking FIP”, y que finalmente contará con 30 parejas participantes y dos invitadas en la previa (una catarí y una egipcia), y con 56 en el cuadro final (44 clasificadas por ranking, 8 desde la previa y cuatro ‘wild card’).

La primera de las irregularidades en la confección del cuadro final se ha producido con la retirada de la lista de inscritos de Nacho Gadea y Pablo Gómez Molpeceres, emparejados inicialmente con los cataríes Mohammed y Abdelaziz Saadon Alkuwari (números 131 y 254) y a quienes finalmente se les ha asignado una de las cuatro invitaciones directas para disputar juntos el torneo. Un cambio de pareja que vulnera la reglamentación, ya que se ha producido fuera del plazo estipulado de inscripción, y en el que la amistad de Mohammed –extenista profesional – con Al-Khelaïfi, presidente de la federación tenis catarí y de la cadena beIN Sports en la que Saadon Alkuwari ejerce como periodista deportivo, ha resultado determinante.

Las edades de los Saadon Alkuwari (38 y 42 años, respectivamente) contravienen, por otra parte, el “espíritu de un ‘wild card’” que, según describió la PPA en una carta abierta, debe tener como finalidad la promoción de “jóvenes talentos locales”, brindándoles la oportunidad de medirse “contra los mejores jugadores del circuito”. Según la asociación de jugadores, este tipo de asignaciones arbitrarias “prostituye y distorsiona los principios básicos que deben regular y estar presentes en cualquier actividad que quiera ser configurada como deporte”. 

Más allá de la invitación de tres parejas cataríes para el cuadro final del torneo, la adjudicación de un cuarto ‘wild card’ al vicepresidente de la asociación francesa de jugadores (AFJP), Adrien Maigret, de 35 años y número 361 del ranking internacional, también contradice los argumentos esgrimidos desde un sindicato de palistas que, después de haber admitido tener firmado un acuerdo con el binomio FIP-QSI, ha optado en esta ocasión por el silencio más absoluto y por convertirse en cómplice de un Nasser al-Khelaïfi que, con sus invitaciones a dedo, frena la progresión de los jóvenes talentos del pádel mundial en detrimento de una serie de jugadores veteranos próximos a su entorno.


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