Las personas que conviven con un perro saben que en ocasiones pueden dejar un olor fuerte en el ambiente, mucho más después de mojarse. Aunque a menudo, al compartir espacios a diario, el olfato se acostumbra y se deja de percibir ese aroma, los demás sí lo van a notar, porque el olor igualmente está ahí. Para evitar que la casa huela a perro y, por el contrario, desprenda un perfume rico y agradable, debemos seguir algunas pautas con las que fácilmente podemos solucionar esta cuestión.
8UN PURIFICADOR DE AIRE

Si a pesar de todos estos trucos, notamos que la casa sigue oliendo a perro, contamos con la opción de recurrir a un purificador de aire. Es una solución que requiere cierta inversión económica, pero ofrece otras ventajas, además de ayudar a eliminar malos olores. Estos aparatos destruyen agentes contaminantes como virus y bacterias, además de ser grandes aliados para las personas que sufren cualquier tipo de alergia.