Las personas que conviven con un perro saben que en ocasiones pueden dejar un olor fuerte en el ambiente, mucho más después de mojarse. Aunque a menudo, al compartir espacios a diario, el olfato se acostumbra y se deja de percibir ese aroma, los demás sí lo van a notar, porque el olor igualmente está ahí. Para evitar que la casa huela a perro y, por el contrario, desprenda un perfume rico y agradable, debemos seguir algunas pautas con las que fácilmente podemos solucionar esta cuestión.
1VIGILAR LA SALUD DEL PERRO
Lo primero que hay que analizar es la salud de perro. Los canes tienen su propio olor natural, igual que los humanos tenemos el nuestro, pero si desprende un aroma más intenso de lo normal, tal vez resulte conveniente consultar con un veterinario. En ocasiones el mal olor puede estar provocado por enfermedades cutáneas de carácter lírico. En otros casos se trata simplemente de la fisonomía del perro, ya que dependiendo de la cantidad de sebo que secrete su piel, será más o menos fuerte.