Estamos en una época donde cada vez cuidamos más nuestro cuerpo, si bien paradójicamente lo castigamos también más con nuestra vida estresante y llena de alimentos procesados, aire contaminado, etc. Pero al menos cada vez cala más no sólo hacer ejercicio sino hilar fino y hacerlo de la manera mejor y más eficiente, compaginándolo con una dieta o rutina alimentaria. En este sentido, la otra «fiebre» ahora es el ayuno intermitente, o al menos la modalidad de hacer ejercicio en ayunas. ¿Es bueno hacerlo? ¿Tiene más beneficios que inconvenientes? Vamos a responder a estas preguntas, eso sí, siempre, sea como sea, consultando tu caso con el médico y/o el nutricionista.
6¿ES FÁCIL ACOSTUMBRARSE AL EJERCICIO EN AYUNAS?

Si cuando empezaste a entrenar te costó acostumbrarte, bien porque no estirabas de la forma correcta y acababas con agujetas, o bien porque la pereza se adueñaba de ti, hacer deporte en ayunas no es un camino de rosas. Por lo tanto, es imprescindible que tengas claro lo que va a suceder en tu cuerpo cuando empieces con las ayunas antes de hacer deporte.
Para empezar, es muy probable que al principio sientas fatiga, dolor de cabeza, y en ocasiones, puede que sufras algún mareo. Esto sucede porque el organismo estará detectando una baja en sus depósitos de glucosa en la sangre, lo que emitirá la respuesta de descompensación.