La Osa, el supermercado donde los clientes son los dueños

El sector de la distribución está en un momento de cambio. Las grandes cadenas como Mercadona, Carrefour o Lidl siguen triunfando, aunque los supermercados más locales y regionales están viviendo su mayor auge. En toda esta marea, La Osa se ha levantado como un local independiente, con su propio ritmo y filosofía, ofrece productos de calidad para sus socios.

La Osa no es el primer supermercado cooperativista que existe, pero sí es el primero de Madrid. Este modelo fue impulsado por Covirán, que se ha convertido en el más famoso de España e, incluso, ha conseguido llevar su negocio a Portugal. Sin embargo, la idea de La Osa es bastante diferente.

Esta cooperativa nació en diciembre de 2020 en el madrileño barrio de Tetuán. Esta iniciativa nacía sin ánimo de lucro y gestionado por sus miembros. Además, La Osa tiene otra peculiaridad que la diferencia del resto de cooperativas. Para poder comprar es necesario ser socio. Actualmente cuenta con 1.200 cooperativistas, con un perfil de personas de entre 30 y 50 años con un nivel adquisitivo medio y proveniente de Tetuán y el barrio de El Pilar.

Sin embargo, el germen de La Osa se remonta a 2014, cuando en la céntrica plaza del 2 de Mayo abrieron un pequeño local que lo que tenía en cuenta era su alimentación y que esta formase parte de una economía social. Con esta idea en 2020 nace este establecimiento en Tetuán.

Los socios deben participar con tres horas mensuales en la realización de las tareas del supermercado

«Manteniendo los mismos valores, damos un salto de escala con el objetivo de poder llegar con nuestro proyecto al mayor número de personas posible. Decidimos construir nuestro propio supermercado sin ánimo de lucro y gestionado por sus propias cooperativistas, con la intención de convertirlo en un referente en el camino hacia un consumo responsable y sostenible con su entorno», explican en su web.

LA FILOSOFÍA DE LA OSA

Los cooperativistas tienen como derecho poder hacer la compra en La Osa, aunque también tienen que tener un cuidado de la misma. Para ser socio, además de aportar un único pago de 100€ al capital social (que se devuelve en caso de presentar la baja), también deben participar con tres horas mensuales en la realización de las tareas del supermercado: recepción de pedidos, atención en caja, reposición, limpieza, administración… Una vez dentro, cada socio tiene un mismo voto en las reuniones que se hacen temporalmente para decidir el futuro de la cooperativa.

Si hay un mantra que lleva La Osa por bandera es el de ofrecer os mejores productos al mejor precio posible. Esto, además, teniendo en cuenta la máxima de la cooperativa, que no es otra que abogar por l consumo ecológico y consciente, respetuoso con los pequeños productores y etiquetado con un precio justo.

Según exponen ellos mismos, los productos que se comercializan en La Osa cumplen con una serie de criterios basados en la calidad, impacto medioambiental, cercanía, producción ética, precio justo y necesidad de la comunidad. «En LA OSA tenemos un amplio surtido que cubre las necesidades de nuestra comunidad, para que puedan consumir productos saludables con el menor impacto medioambiental posible, cuidando el planeta y asegurándonos de que los animales de los que nos alimentamos estén bien cuidados», añaden.

De la misma manera eligen a sus proveedores, que van de norte a sur proporcionando los mejores productos de alimentación, droguería, perfumería, limpieza, higiene y hogar. Además, también tienen otros acuerdos comerciales para mantener esta idea como el de Som Energia.

La Osa ya ha plantado sus bases para crecer. La cooperativa tiene claro su objetivo: llegar a los 5.000 socios y poder seguir abriendo locales por todo Madrid. Sin embargo, la prioridad de estos cooperativistas es poder seducir a gente joven, ya que les consideran el futuro.

Lidia Vega
Lidia Vega
Redactora de economía y empresas especializada en Distribución, Alimentación y Consumo