Barclays duda que Solaria cumpla sus objetivos en 2022

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Solaria está siendo una de las compañías de la Bolsa que resisten el envite del conflicto internacional y lideran las subidas del Ibex 35 en las últimas semanas. A pesar de ello, firmas de análisis como Barclays todavía mantienen dudas sobre la renovable y se muestran escépticos en cuanto al cumplimiento de la empresa para sus proyectos este 2022. Tanto la subida de los precios de la energía, como los resultados obtenidos al cierre del ejercicio anterior, están impulsando su cotización en el selectivo. De esta manera, Solaria ya se anota una revalorización cercana al 40% desde el pasado 24 de febrero, día en que estalló la guerra por la invasión de Rusia a Ucrania.

La firma fotovoltaica lidera las subidas en el Ibex al comienzo de esta semana, con subidas en torno al 10% hasta llegar a los 18 euros. Estas subidas son fruto del rally de materias primas como el gas y el petróleo ante la incertidumbre del mercado y las sanciones de los países de la OTAN a Rusia, principal exportador mundial. Contexto influido, además, por los resultados publicados recientemente. El beneficio neto en 2021 fue de 48 millones de euros, un 5% más de las previsiones del consenso de Bloomberg, y el ebitda de 93,4 millones de euros, un 2% más que la previsión del consenso.

Aún así, son cifras que se quedan por debajo de lo estimado para Barclays, según ha señalado en un reciente informe. El banco londinense cree que Solaria tiene más potencial que las compañías del sector, pero mantienen las dudas para sus proyectos a corto y largo plazo. «Creemos que Solaria puede ofrecer un crecimiento superior a la media en el sector de los servicios públicos europeos, pero sigue habiendo incertidumbre en cuanto a la sostenibilidad de ese crecimiento entre 2025 y 2030, sobre la base de la cartera de proyectos a la que aspira», señalan la firma.

ESCEPTICISMO CON LOS OBJETIVOS DE 2022

Asimismo, los expertos estiman que la renovable tendrá que revisar su política de alta rentabilidad a la baja, «dada la creciente competencia por los márgenes minoristas en España». Por todo ello, Barclays cree que, en términos de valoración, Solaria está descontando actualmente ocho años de cartera de proyectos, por lo que los analistas de la entidad señalan que «preferimos otras empresas cuya cotización descuenta menos años de pipeline«.

Lo cierto es que, a pesar del potencial que los analistas puedan ver en la energética liderada por Arturo Díaz Tejeiro, los retrasos en la obtención de los permisos en España hacen rebajar el optimismo. La compañía tiene previsto entregar 2GW de capacidad instalada para finales de este año, incluyendo todos los proyectos que debían estar conectados para finales de 2021 y se retrasaron. Unos objetivos que Barclays no tiene claro que la renovable vaya a cumplir.

«En todos los proyectos retrasados la inversión ya está asegurada. No todos los permisos están asegurados, ya que sólo dos grandes proyectos cuentan con permisos completos en la actualidad. Seguimos siendo escépticos en cuanto a la posibilidad de que Solaria cumpla el objetivo de 2022, debido a los graves retrasos en la obtención de permisos en España«, asegura la entidad.

En cuanto al objetivo de alcanzar los 6,2 GW de capacidad instalada para 2025, los analistas no descartan que Solaria tenga que recurrir a una ampliación de su exposición geográfica en el futuro. «Además, el promotor ha firmado sus primeros acuerdos de rotación de activos (sólo 100MW), lo que podría sugerir que podría explotar esta vía en el futuro», destacan.

LAS RENOVABLES ESPAÑOLAS, CLAVE PARA EUROPA

Por otro lado, el banco mantiene su previsión sobre el BPA (beneficio por acción) en los 0,55 euros para este ejercicio y la recortan para el año que viene en un 7,8%, hasta 0,83 euros (desde 0,90 euros). El recorte en la rentabilidad de la acción para Solaria en 2023 está fundamentado en su hipótesis sobre no alcanzar la capacidad estimada en los próximos meses. También por la disminución de los precios de la energía alcanzada. Aún así, la entidad se mantiene por encima de la previsión del consenso, que sitúa el ratio BPA en los 0,74 euros.

El caso de Solaria es el de la cara de la moneda de la Bolsa en estas semanas de miedo e incertidumbre en los mercados. También en el caso de compañías del sector de las energías renovables que. Ante el complejo mapa energético que se avecina por el conflicto armado en Ucrania, se posicionan como las grandes beneficiadas en un mercado estratégico para Europa. Muchas firmas del sector se anotan subidas que van desde el 5% (como en el caso de Acciona Energía) hasta el 20% (Soltec) desde que estallara el conflicto.

Aunque sus cotizaciones están sufriendo los vaivenes de la volatilidad producida por la especulación inversora ante el constante de informaciones por las sanciones a Rusia y el precio de las materias primas. En este sentido, Bruselas ha alabado el papel clave de España para la lograr la independencia energética europea respecto Rusia. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reconoció el sábado en su visita al país para reunirse con el presidente del Gobierno Pedro Sánchez que España es «pionera» en el sector de las renovables.

La Unión Europea se enfrenta ahora a un proceso para «reenergizarse», que pasará por una gran inversión en energías como la solar, la eólica o el hidrógeno verde. Algo que a largo plazo beneficiará a las principales compañías renovables españolas como Solaria, que trata de levantar el vuelo bursátil tras un año aciago como farolillo del Ibex 35.