Todos los emprendedores aspiran a que su empresa llegue lo más lejos posible. Sin embargo, no todo vale con tal de crecer. La experiencia nos demuestra que un crecimiento desordenado puede ser el camino más rápido hacia el fracaso.
Igual que planificas la puesta en marcha de tu negocio a través del plan de empresa, también debes definir muy bien la estrategia de desarrollo. Saber qué vas a hacer, cuándo, cómo y por qué.
8Obsesión por vender a toda cosa

La empresa que crece de forma desmedida suele olvidar que para poder vender productos o servicios necesita toda una infraestructura y tener en cuenta una serie de precauciones. No hacerlo puede ser catastrófico.
Pueden llegar a producirse roturas del stock si no hay una correcta gestión de las unidades pendientes para vender, o acabar llegando a acuerdos con clientes cuya solvencia no ha sido debidamente comprobada.