La reacción de Europa frente a la excesiva dependencia del gas ruso

El conflicto de Ucrania ha evidenciado un problema que viene de antiguo pero que en la coyuntura actual coloca en una situación crítica a Europa. La falta de autonomía energética y el sometimiento a los mercados extra-comunitarios precipita la búsqueda de salidas por parte del máximo órgano de la Unión. La comisaria europea de Energía, Kadri Simson, ha asegurado que es necesario que Europa «acelere» la agenda de implementación de energías renovables y que diversifique sus fuentes de energía para «reducir» su actual dependencia del gas ruso, como respuesta al actual escenario de precios energéticos altos.

En un encuentro organizado por Nueva Economía Fórum, Simson indicó que Europa ya «ha movido ficha» para tratar diversificar esta dependencia y buscar otros socios, como Estados Unidos, Azerbaiyán, Qatar o Noruega, que se conviertan en importantes suministradores de gas natural para el Viejo Continente.

«La solución es desarrollar las energías renovables, no depender de los demás. Si invertimos en las renovables además los ingresos se van a quedar en la UE. Antes del Covid-19 la UE pagaba más de 300.000 millones de euros en importaciones de gas natural, petróleo y otros combustibles. Hay que reducir esta dependencia cuanto antes», dijo.

Simson consideró que, dependiendo de cómo discurra el actual conflicto en Ucrania, podría existir un problema de suministro de gas natural en Europa, con un almacenamiento en «mínimos históricos», aunque subrayó que sería más a medio plazo, ya que para este invierno la situación está «bastante cubierta».

Por ello, afirmó que Europa está estudiando distintos escenarios en caso de que Rusia decida interrumpir las exportaciones de gas a Europa, para lo que esta semana se celebrará una ronda de reuniones en Bruselas sobre la seguridad del suministro de gas.

Además, insistió en que desde principios de este año ya se está trabajando con otros países para exportar gas natural licuado (GNL) a Europa y cubrir este posible déficit que pudiera existir por Rusia.

A este respecto, Simson señaló el papel que puede jugar España debido a su importante red de regasificadoras y su «muy buena conexión» con Argelia.

Respecto a las consecuencias de un incremento en la escalada del conflicto en Ucrania que pudiera acabar con una invasión por Rusia, Simson estimó que mandaría una señal «malísima» y tendría consecuencias para todos los miembros europeos.

No obstante, consideró que la respuesta de la UE será de unión y que las sanciones que se adopten contra Rusia estarán alineadas con todos los países miembros.

UN MERCADO DE HIDRÓGENO VERDE

Por otra parte, la comisaria europea de Energía señaló el papel determinante en la transición que pueden jugar futuras fuentes de generación como los gases renovables y el hidrógeno verde, donde España cuenta con las «mejores condiciones» para producirlo.

«Tenéis mucho sol y viento, las mejores condiciones para producir hidrógeno verde, para el propio consumo y los procesos industriales que exigen hidrógeno limpio en el resto de Europa», dijo, añadiendo que, de todas maneras, «lo primero que hay que hacer es crear un mercado del hidrógeno verde en Europa que funcione bien, que de momento no existe».

Asimismo, la comisaria defendió las oportunidades que representa la transición verde para la recuperación económica, con unas previsiones que apuntan a la creación de un millón de empleos en la UE para 2030 en los sectores de la construcción y la industria.

Respecto a la decisión de los distintos miembros de la UE sobre apostar o no por las nucleares, Simson señaló que es «una potestad» de cada país el identificar su ‘mix’ energético y que es algo en lo que la Comisión Europea no entra.

RESPALDO DE ESPAÑA A LAS MEDIDAS DE LA UE

Por su parte, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, subrayó que España comparte las medidas adoptadas por la Unión Europea para apostar por la transición energética, a pesar de que «siempre es complicado» acelerar este proceso.

Ribera consideró así que «más Europa, más sostenibilidad y más rapidez en la transición energética» es el camino para salir de la crisis.

Las palabras del discurso de Ribera quedan muy bonitas negro sobre blanco «una situación como ésta tiene una respuesta obvia. Debemos acelerar la transición energética para reducir nuestra dependencia del gas, la exposición a la volatilidad de los mercados internacionales y evitar seguir drenando recursos que deberían destinarse a facilitar socialmente la transición, potenciar la innovación y acelerar las inversiones en transición energética, incluidos renovables, almacenamiento, digitalización o eficiencia».

Pero esas palabras provocan varias preguntas. ¿Qué pasa con el presente? Porque siempre habla del futuro y de aspectos, como el almacenamiento energético, que está por llegar a gran escala. ¿Cómo se soluciona en este 2022 la volatilidad del precio del gas? Máxime con el conflicto entre Rusia y Ucrania a falta de la chispa que prenda el comienzo de las hostilidades. Porque ya ha reconocido varias veces que el precio del gas seguirá alto durante muchos meses y por ende el precio de la luz.

En palabras de Ribera, «es fundamental utilizar los medios públicos de que disponemos con inteligencia y acompañar el despliegue renovable acelerando la apuesta por la innovación y la investigación de nuevas tecnologías, como el almacenamiento, que deberá ser el respaldo (backup) de las renovables».

Nadie duda de que el almacenamiento energético será el respaldo de las renovables pero, tras años de investigación las posibilidades y los avances por lo pronto resultan insuficientes, algo que representa el gran hándicap de la energía verde.

Entretanto, hay que seguir cubriendo la demanda energética y las alternativas en materia de almacenamiento no abundan, preocupan y encuentran remedio en la prolongación del uso de las fuentes menos contaminantes. Ribera ya ha descartado por activa y por pasiva invertir un euro en energía nuclear o en cualquier otra que tenga que ver con el gas, lo que nos aboca a seguir comprando gas a Argelia, Rusia, Estados Unidos o Qatar, al precio nos impongan, y a seguir quemando carbón, que de momento hasta finales de mayo seguirá operando la central de As Pontes.

María Castañeda
María Castañeda
Redactora de MERCA2 de empresas y economía; especializada en energía, sostenibilidad y turismo.