Los fondos de inversión de capital privado son uno de los vehículos de inversión más clásicos. Estas compañías se dedican a invertir en aquellas empresas no cotizadas con el objetivo de revitalizarlas e impulsarlas en el mercado. Se trata de una de las inversiones más clásicas y recurrentes para aquellos inversores a largo plazo. Uno de los puntos fuertes es la baja volatilidad de este tipo de inversiones. Carlyle es uno de los fondos de inversión más potentes del mercado. La empresa estadounidense lleva operando en España durante bastante tiempo, y cuenta con participaciones en varias compañías de distintos sectores.
A pesar de ser uno de los gigantes entre los fondos de capital riesgo, en España es conocida por ser la segunda máxima accionista de Cepsa. Aún eso, Carlyle tiene (y ha tenido) grandes participaciones en varias empresas españolas. Lleva operando en territorio nacional más de una década siendo uno de los fondos más atractivos en los que invertir.
El fondo estadounidense se anotó en 2021 unas ventas por valor de 4.217 millones de dólares, y ha obtenido un beneficio neto superior a los 1.850 millones de dólares. Carlyle ha mejorado sus cuentas con respecto al 2020. La empresa sigue creciendo y acaparando mercado, y España es uno de sus principales objetivos.
2019, PUNTO DE INFELXIÓN PARA CARLYLE
2019 fue uno de los años más movidos para el fondo estadounidense. Aunque Carlyle ya operaba en España, ese año fue un punto de inflexión tanto para el fondo como para los inversores. Aunque Carlyle acometió importantes operaciones comerciales como la venta de Telecable a Euskatel, 2019 fue un año determinante para el fondo.
CARLYLE OBTUVO UNOS INGRESOS POR VENTAS EN LA Q3 DE 2021 DE 1.524 MILLONES DE DÓLARES
Carlyle se hizo con el 37% de Cepsa el 15 de octubre de 2019 por 4.000 millones de euros. Esta operación evidenció el grueso músculo financiero del fondo estadounidense. La llegada de Carlyle a Cepsa supuso el nombramiento de Philippe Boisseau como consejero delegado de la petrolera. Hoy en día sigue siendo uno de los principales activos del fondo de capital riesgo. Carlyle es el segundo máximo accionista de Cepsa por detrás de Mubadala Investent Company, que posee el 63% de la petrolera española.
Durante ese mismo año, Carlyle se deshizo de su participación en el grupo de alimentación Palacios por unos 250 millones de euros.
EN BUSCA DE LA RENTABILIDAD
Hoy en día, Carlyle sigue siendo un tiburón en el mundo de la inversión. A pesar de ser una compañía poco mediática, sus grandes operaciones le han llevado a ser un gigante entre los fondos y, por el momento, el fondo de capital riesgo sigue invirtiendo en varias empresas españolas de distinto tamaño. Carlyle, como cualquier fondo, persigue la rentabilidad de las empresas. Por ello, se ponen entre ceja y ceja aquellas empresas que consideran tener un potencial mayúsculo. Del mismo modo, buscan generar beneficios a los inversores, y captar la atención de aquellos que están interesados en introducirse en el mundo del capital riesgo.
A finales del pasado mes de enero, se supo que Carlyle era una de las candidatas para hacerse con IVI. La empresa valenciana dedicada a la reproducción asistida es una de los «caramelos» del mercado español. Es por ello por lo que ha suscitado interés entre los grandes fondos internacionales que operan en el país, y Carlyle es uno de ellos.
Aunque no es el favorito para hacerse con el líder de la reproducción asistida, sigue teniendo opciones. Según distintas informaciones, las pujas parten desde lo 1.500 millones de euros.
CARLYLE APUESTA POR LA CERÁMICA
En la misma línea que en 2019, el presente año ha traído consigo distintos movimientos comerciales en Carlyle. Además de unirse a la puja de IVI, el fondo estadounidense ha vendido su participación en Cupa. La empresa gallega es una de las compañías punteras a nivel internacional en el sector cerámico. Carlyle ha vendido su parte del accionariado a Brookfield por 900 millones de euros.
CARLYLE HA VISTO EN EL SECTOR DE LA CERÁMICA UNA OPORTUNIDAD PARA OBTENER RENTABILIDAD
A pesar de ello, Carlyle ha querido mantener las inversiones en el sector cerámico, y casi al mismo tiempo que la venta de Cupa, se ha hecho con Altadia. Esta es la líder mundial en el suministro de materiales para la industria del azulejo. El sector cerámico cuenta con buenas previsiones. Se trata de un mercado en auge, y los analistas piensan que es un mercado en ebullición. Carlyle no ha querido bajarse de este barco, y se ha hecho con Altadia por 1.900 millones de euros. Esta operación refuerza la posición del fondo estadounidense, no sólo en el mercado español, sino en el sector de la cerámica a nivel global.
Carlyle es uno de los fondos de capital riesgo más grandes del mundo. Su potencial es enorme, y prueba de ello son la cantidad operaciones que llevan a cabo. Además de tener una notable presencial en el accionariado de Cepsa, es uno de los fondos que más apuesta por los mercados en auge. La desinversión también forma parte de Carlyle, como de cualquier otro fondo. En su caso, es conocido el caso de la posible venta de Cordoníu. La empresa catalana dedicada a la producción de cava y vino es una de las apuestas «rana» de Carlyle. A pesar de que sigue siendo dueña de la compañía vinícola, ya planea su venta.
El fondo americano es uno de los transatlánticos del mundo de la inversión de capital riesgo. Carlyle quiere seguir aumentado la cuota de mercado, y España es uno de los objetivos de la compañía. Teniendo en cuenta las operaciones que ya han llevado a cabo, el presente año se antoja movido para el fondo de capital privado.