Las almejas son un plato clásico en las mesas de Navidad, donde los mariscos y todos los productos de mar salen estar muy presentes. Si bien no son especialmente económicas, merece la pena en una ocasión especial, pagar su precio para disfrutar de un sabor delicioso y de paso agasajar a los comensales. Pero además de su valor gastronómico, las almejas son un alimento muy valioso a nivel nutricional, pues son ricas en proteínas magras, por lo que resultan muy bajas en grasas y calorías.
UN PAR DE CONSEJOS
Conviene tener cuidado con las almejas que no se abren una vez puestas al fuego. Esto ocurre bien porque están llenas de arena y suciedad, o porque están muertas. Lo mejor es retirarlas de la salsa y tratar de abrirlas sobre un plato con un cuchillo y comprobar como está. Si se resiste demasiado, lo mejor es desecharlas, por precaución. En cuanto al tipo de almejas y tamaño, dependerá del presupuesto, aunque el resultado es excepcional en cualquier opción. Según Berasategui, la receta queda también muy sabrosa con berberechos.
