Samantha de Noia (Braeburn Whisky): «No hay tanto whisky para satisfacer la demanda mundial»

Las bebidas espirituosas están muy presentes en nuestra vida, tanto para el consumo como para la inversión. De todas, destaca el whisky ya que su escasez hace que los inversores pujen mucho por él. Como todos los licores, esta bebida escocesa mejora y se revaloriza con los años.

«El whisky es uno de los destilados que tienen un valor intrínseco. Una vez que se produce, cuanto más tiempo pase en la barrica, más valioso se vuelve. Como activo, incrementa su valor a lo largo del tiempo. Además, jugamos en un mercado basado en escasez: no hay tanto whisky como para poder satisfacer la demanda mundial de esta bebida. Del 100% que se produce en Escocia, solo un 2% es Single Malt Scotch Whisky, que es lo que trabajamos nosotros», cuenta a MERCA2 Samantha de Noia, directora de Desarrollo de Negocio de Braeburn Whisky.

Sin embargo, no todos los whiskies pueden entrar en esta puja. Según nos explica la directiva, esta industria está muy regulada por el gobierno inglés y escocés. Además, todos los whiskies tienen que ser producidos, madurados y embotellados en Escocia y tienen que seguir unos requerimientos por ley.

«Desde que se fabrica hasta que se embotella, la barrica cambia y pasa de mano en mano. Va cambiando de inversores que, dependiendo de sus objetivos de inversión, la cogen en un momento u otro. Un whisky que se acabe destilar, por ejemplo, siempre va a tener un precio mucho más asequible. Los precios pueden rondar entre 2.500 o 3.000 libras hasta el millón y medio, por lo que depende de cada inversión», explica de Noia.

Los whiskies madurados en barricas de Jerez incrementan su beneficio hasta un 30%

BRAEBURN WHISKY

En todo este proceso, ¿qué papel tiene Braeburn Whisky? «La compañía actúa como un guardián, un custodio de las barricas. Nosotros tenemos esta cuenta con todas las licencias necesarias, compramos barricas de las mejores destilerías de Escocia y cuando vendemos a nuestros clientes le traspasamos la propiedad a esta barrica», afirma Samantha.

La directiva señala que hacen un proceso básico de cuatro pasos. «Primero, siempre empieza con una consultoría, una charla en la que definimos el perfil del inversor: durante cuánto tiempo quiere invertir, que tipo de inversión quiere hacer, si quiere hacer portfolio o comprar una barrica… Estudiamos todo eso y buscamos en el mercado algo que sea afín a su idea de inversión. Le pasamos toda la información financiera, todas las proyecciones a 15 años y así sepa cuánto dinero puede ganar cuando se venda. Después empezamos a pensar en el ‘Exit Strategy’ que depende del inversor: a 10, 12, 15 años… Cada uno tiene unos parámetros diferentes».

En el proceso de maduración, las barricas están en su sede Warehouse todo el tiempo que el inversor quiera.  «Hay un fee de 65 libras por año y barrica en concepto de almacenamiento y seguro, pues todas están aseguradas”. Una vez que el inversor decida venderlo, lo que hacemos es soltar otra vez esta barrica en el mercado y encontrar el siguiente inversor o embotellador que llevara a cabo el proceso de embotellamiento».

PAPEL DE ESPAÑA

Sin embargo, Samantha de Noia quiere hacer hincapié en el papel que tiene España en el mundo del whisky. «Si no existiera España no habría whisky. La mayoría de barricas que se utilizan para la maduración del whisky proceden de Jerez, se hacen aquí y tienen una certificación de calidad, el sello Sherry Cask que va de la mano del Consejo Regulador de Jerez. Los mejores whiskies del mundo (escoceses, irlandeses o japoneses) están madurados en barricas de Jerez. Esto para los inversores se convierte en un incremento de precio de 20 o 30%: si compras una barrica de Jerez, puedes esperar ganancias de un 25 o 30% superiores que si tu barrica fuera de bourbon o vino».

Además, añade que «el papel de España es fundamental para entender la calidad: el 80% del carácter del whisky se lo da la barrica y que la barrica sea de España y que haya tenido los vinos de Jerez que tienen determinadas características organolépticas hacen que los whiskies sean de los mejores en el mundo».

Todos los licores que provienen de Reino Unido están viviendo un momento convulso. Los lineales de los supermercados no cuentan con ciertas marcas debido al desabastecimiento. Sin embargo, esto parece no influir en el precio de la barrica de whisky para su inversión.

«La liga donde jugamos nosotros es el nicho del nicho del nicho. Solo trabajamos con whisky de malta escoces. Lo que hemos notado en este nicho es una bajada de menos de un punto en el crecimiento anual de las destilerías. Es un mercado estable y si se está poniendo de moda es porque está desvinculado de la volatilidad del mercado: no depende de la bolsa de valores, de crisis económicas… Es una industria con más de 200 años que ha sobrevivido a leyes secas, guerras mundiales, crisis de bolsas, pandemias, etc. con una trayectoria muy estable», concluye.

Lidia Vega
Lidia Vega
Redactora de economía y empresas especializada en Distribución, Alimentación y Consumo